Capítulo 16

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Me preguntaba cómo lo hacía para aparentar que no tenía preocupaciones. Tomó un sorbo de su sopa antes de coger un par de fideos con sus palillos.

-Los niños me enviaron estas cartas tan bonitas y las chicas te hicieron un dibujo, te lo daré cuando vayamos a mi apartamento -dijo.

-Que dulces –dije.

-Lo sé, amo a estos niños, siempre son tan creativos y lindos- dijo ella.

-¿Planeas tener alguno propio? -pregunté.

-Me gustaría, algún día en el futuro probablemente lo haré. ¿Y tú? -tomó un sorbo de su bebida.

-No creo que pueda tener hijos, no soy apto para ser padre -le dije.

Tengo bastante con resolver mis propios problemas, tener que cuidar niños no ayudaría a mi situación.

Dejé caer mis manos sobre mi regazo mientras la miraba.

-Estoy segura de que serías un gran padre -dijo.


Terminamos de comer y salimos. Me cogió la mano, entrelazando sus dedos con los míos mientras caminábamos juntos.

-Voy a llevarte a un lugar -dijo.

No le pregunté, sólo la seguí subiendo las escaleras de la estación de metro. Nos quedamos lado a lado esperando el metro.

-¿Estás bien?, estás muy callado -señaló.

-Sí, estoy bien -le respondí.

-Vale -dijo mientras jugaba con mis dedos. Me volví y la miré. Nuestra respiración era visible y su nariz era de un color rojo brillante. Sus mejillas tenían un matiz rosa suave y, a medida que pasaban los minutos, recibían una sombra más profunda de rosa, casi roja.

-Ven aquí -dije envolviendo mi brazo alrededor de ella y trayéndola en mí pecho. Me quité los guantes. Le puse la capucha sobre la cabeza y le di un beso en la parte superior. Sus manos pasaron bajo mi abrigo.. Después de un par de minutos, el metro llegó y rápidamente entramos dentro tomando un asiento al lado del otro. Ella apoyó su cabeza en mi hombro mientras miraba por la ventana a la concurrida ciudad debajo de nosotros.

-A veces desearía haber tenido una vida mejor, una en la que estudié y fui a la universidad, obtuve un título y un trabajo de verdad. Como esas personas que tienen educación y trabajo como empresarios o en un hospital -dijo.


-Nunca es demasiado tarde para volver a estudiar -dije.

Dejó escapar una risa seca y amarga: -¿Con qué dinero?

-Podría ayudarte a pagar -dije.

-Es demasiado para una bailarina de barra -dijo cerrando los ojos-.

Odiaba cómo dudaba de sí misma, cómo encontró una manera de decir que no podía hacer algo. Cualquier cosa es posible sin importar el costo o la circunstancia. Sin embargo se rindió. Nos sentamos en silencio durante unos minutos, ella mirando por la ventana y yo mirándola. Ella entonces habló y dijo,

-La próxima parada es la nuestra.

Comencé a preguntarme a dónde íbamos. Nunca había salido en esa parada. Tan pronto como el tren se detuvo se levantó y yo junto a ella. Después de las escaleras hacia la concurrida calle agarró mi brazo alrededor del y se estrechó fuertemente mientras caminábamos juntos. Nos acercamos a un gran edificio antiguo que estaba mal iluminado y cerrado por una valla cableada. En el lado había una parte rota de la cerca que parecía haber ser destruida a propósito.

Insane → j.b → spanish versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora