Bajé mi mirada hacia ella, mientras admiraba las preciosas luces en el árbol. Una sonrisa se formó en sus labios antes de que me mirara:
- ¿No es precioso?
- No tanto como tu –contesté envolviendo mis brazos a su alrededor y dándole un beso. Sonrió antes de poner sus brazos en mi cuello para acercarme de nuevo a ella y poder darme otro beso.
Andamos por la calle contemplando todas las luces de Navidad. En el ambiente se notaba una sensación de celebración, todo el mundo parecía estar más feliz. Hacía frío, pero nada que no pudieran solucionar unas cuantas chaquetas.
- ¿Quieres ir a patinar sobre hielo? –me preguntó Brandy.
Sonreí antes de asentir. Andamos hacia la pista de hielo, alquilamos los pastines y pagué nuestros tickets.
Brandy parecía ser la más segura. En el momento en que pisó el hielo, empezó a patinar.
- ¡Espera! ¡Esto no se me da bien! –dije.
- Claro que sí, tan solo mira como lo hago yo y entenderás como hacerlo –dijo patinando. Volvió a mi lado y tomó mi brazo antes de atraerme hacia ella. Empezamos poco a poco, me llevó a través de la pista y lentamente fui soltándome de su agarre una vez que fui capaz de moverme sin caer.
Me caí un par de veces y ella no pudo evitar reírse antes de venir a ayudarme.
- ¿Te dolió? –preguntó.
- Como el infierno –dije tomando su mano.
Patinamos un rato y paramos en el centro de la pista para admirar el gran árbol que había detrás de ella.
- Es tan increíble como tu –susurré besando suavemente su frente.
Ella sonrió y me dio las gracias. Empezó a hacerse tarde y aun teníamos que ir a comprar nuestro árbol de Navidad así que decidimos irnos.
Mientras buscábamos el árbol perfecto, me contó todo sobre las tradiciones de su abuela. Tenía una manera de contar esas historias que hacía que parecieran reales, haciéndome sentir una conexión, como si también las hubiera vivido. Me encantaba.
Encontramos el árbol perfecto que encajaría en su apartamento y lo llevamos hasta mi coche, amarrándolo al techo. Después de asegurarlo bien, conducimos hasta su casa.
- ¿Lista para intentar subir las escaleras? –pregunté.
Asintió con la cabeza mientras yo bajaba el árbol del coche. Tratamos de arrastrarlo por las escaleras y eso nos costó un gran esfuerzo. Fuimos paso a paso, subiendo lentamente hasta que, después de veinte minutos, llegamos a su apartamento.
Lo puse en una esquina del salón mientras ella sacaba la decoración de un armario. Una vez lo trajo pusimos música mientras lo decoramos. Enrollamos las luces alrededor del árbol hasta que, ornamento tras ornamento, finalmente lo dejamos listo.
Después de que termináramos ella se cambió de ropa y se puso un jersey azul extra grande y se dirigió hacia mí. Empezó a tararear la canción que estaba sonando antes de subirse a horcajadas sobre mi regazo.
Sus caderas se movieron lento y suave, rozándose contra mí mientras sus brazos descansaban alrededor de mi cuello.
Me encantaba cuando me hacía shows privados; era su manera de mostrarme que era toda mía. Normalmente bailaba para una multitud pero, cuando estábamos solos, solo bailaba para mí.
Cuando la canción terminó y también lo hizo su baile, descansó encima de mí, dándome un beso suave antes de reposar su cabeza en mi cuello.
- Estoy cansada –susurró.
- Bailaste demasiado para mí, ¿eh? –dije.
Ella sonrió y presionó sus labios contra mi piel. Envolví mis brazos a su alrededor y la abracé de vuelta relajándola hasta que se durmió. En tan solo unos segundos su cuerpo se había relajado y su respiración se había acompasado, dándome a entender que se había dormido.
La dejé en el sofá antes de levantarme para poder tomarla de nuevo y llevarla a su cama. La dejé allí y bajé las sábanas para después cubrirla con ellas.
Me quité los zapatos y el jersey antes de acostarme junto a ella, atrayéndola hacia mí para poder mantener la calidez que nos envolvía.
-SIN POV-
Alice se despertó a media noche, como solía hacer para beber un poco de agua. Se encontró en los brazos de Justin, por eso, lentamente apartó su brazo y se puso en pie. El suelo de madera estaba frío bajo sus pies pero aun así se dirigió a la cocina. Llenó un vaso con agua antes de volver.
Se dio cuenta que el abrigo de Justin estaba en el suelo, así que decidió recogerlo. Cuando lo tomó algo cayó e impactó contra el suelo, provocando un gran ruido. Inmediatamente miró a Justin para asegurare que no se había despertado.
Aun sonaba dormido cuando miró hacia abajo para encontrarse con un gran cuchillo de cocina en el suelo. Sus ojos se ensancharon y el latido de su corazón se aceleró hasta el punto que su respiración se congeló.
"¿Por qué tendría Justin un cuchillo en su abrigo?" –pensó.
Confundida, cogió el cuchillo y lo examinó antes de mirar de nuevo hacia él. Intentó pensar en algún motivo inocente por el cual tendría ese cuchillo –quizás quisiera cortar algo del árbol, o alguien se lo había dado, o lo había encontrado– pero su mente llevo sus pensamientos hacia lo peor.
Cerró sus ojos con fuerza mientras dejaba de nuevo el cuchillo en su abrigo, dejándolo después en la silla que había al lado de la cama.
Se sentó en la cama y se preguntó si debería preguntarle sobre eso. Quizás no era tan buena idea...
Incómoda, se tumbó de nuevo y cerró sus ojos tratando de otra vez.
____________
Bueno... tenía que pasar tarde o temprano, ¿no?
Ya queda poquito para que esto se acabe :( sniff sniff
Nos vemos en el FINAL
Andrea ♥
ESTÁS LEYENDO
Insane → j.b → spanish version
FanfictionEn la que un psicópata se enamora de una bailarina de barra. --- Esta historia no nos pertenece, sólo la traducimos con el permiso de su autora, @cummccann. Todos los créditos van a su persona.