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[ 5: Yo Soy Mejor Que Él ]

T/N = Tu nombre

| Tu narración|

[ Día 7 ]

707 había estado actuando extraño en los últimos días. La noche anterior básicamente me pidió que me mantuviese distanciada de él dado a que era una persona "peligrosa". No entendía del todo a qué venían sus palabras, y honestamente, mentiría si dijese que no me hicieron sentir mal.
Nos habíamos hecho más cercanos los pasados dos días y si su trabajo era tan peligroso al punto en el que no debía de tener ningún tipo de relaciones —como él había mencionado—, ¿Por qué seguía en la R.F.A y se mantenía hablando a todos los miembrod? Me ponía muy de malas no saber cómo ayudarlo, sabiendo que yo básicamente lo traicionaba con cada palabra que enviaba en el chat, a él y a todos. La culpa me comía lentamente y yo ya no sabía qué hacer.
Estaba comenzando a creer que Luciel era una persona muy secretiva, pero, ¿Qué le habrá llevado a ser así? Además, no era como si yo fuese mejor... estaba manteniendo muchas cosas ocultas de todos.

En momentos como aquel me preguntaba si simplemente sería mejor regresar a mi desafortunada vida...

Pensaba todo eso mientras almorzaba frente a una de las ventanas del apartamento. Solté un suspiro y me decidí dar un sorbo de mi bebida favorita, tratando de no pensar más justamente cuando mi móvil comenzó a sonar y vibrar sobre el escritorio. Lo cogí rápidamente y la sorpresa me inundó cuando vi el nombre del contacto sobre la pantalla, que era "Usuario Desconocido". Quizá se trataba de... ¿Saeran? Vaya. No habíamos hablado en días. Siquiera había enviado un mensaje o se había contactado conmigo de ninguna manera. Eso me parecía extraño ya que de repente se había estado comportando "bien" conmigo, pero después básicamente me dejó de hablar en lo absoluto... ¿Era porque había estado interactuando mucho con Luciel? Pfff... No era como si me importase, claro, sólo se trataba de curiosidad, pero no podía dejar que el viento se la llevase tan fácilmente. He de añadir que, por alguna extraña razón, desde que me dijo su nombre yo no podía dejar de repetirlo continuamente en mi cabeza. Diablos, sonaba tan bien...

—¿Hola? —Respondí el móvil después de cogerlo con una voz titubeante, esperando a escuchar la voz de Saeran tras el mismo. Estaba ciertamente ansiosa por oírlo, aunque me costase admitirlo. ¿Le habrá pasado algo malo? ¿O aquello sólo era parte de su extraña personalidad? O quizá sólo había estado planeando su siguiente movimiento. Claro, pues era un maldito delincuente.

—¡T/N! No te muevas de donde estás. No toques nada. Estaré allí en unos minutos. —Hablaba rápidamente y su voz cargaba un pesado matiz de preocupación.

Tras decir eso, él colgó y, más que aliviada por escuchar su voz después de no hacerlo por días, me sentí repentinamente preocupada tanto por él, como por mi. Entendía que no pudiese tocar los gabinetes donde Rika guardaba la información de los invitados, ¿Pero no moverme? Eso ya parecía mucho.

Dejé el móvil sobre el lugar en donde el mismo había reposado con anterioridad y me mantuve mirando en dirección hacia la calle durante unos minutos más, claramente no dispuesta a moverme en lo absoluto de mi asiento, pues aunque no sabía a lo que Saeran se había referido, yo tenía un muy mal presentimiento sobre la situación, mas no me quería llenar la cabeza de tontas ideas que me preocuparían más.

No pasó mucho tiempo hasta que mi móvil vibró, lo cogí y abrí el chat de la R.F.A sólo para encontrarme con lo siguiente:

| 707 |
T/N!

¿Sí? ¿Qué?
¿Pasa algo malo?

| 707 |

No puedo explicar