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［7: La Fiesta］

Alcé entonces la vista sólo para encontrarme con el peliblanco más insoportable de la historia; Saeran.

Nuevamente, y ya siendo un hábito, me encontraba totalmente confundida y no sabía exactamente qué era lo que debía de hacer en tal situación.

Sin idea alguna de qué acción tomar, llevé mi mirada hacia Jaehee y Zen, quienes parecían tan confundidos como yo por la repentina aparición del peliblanco.

—Soy Ray, es un gusto conoceros finalmente, T/N ha hablado mucho sobre vosotros. —Se presentó aquella persona desconocida ante los ojos de los dos miembros de la R.F.A, sosteniendo una simpática sonrisa en su agraciado rostro.

Me preguntaba seriamente la razón por la que el ex-desconocido había elegido introducirse con tal nombre. Digo, ¿Ray? Ese parecía un nombre ciertamente extraño, ¿Acaso no había podido pensar en algo mucho más casual?

Jaehee y Zen, al ver tan agraciada sonrisa, ambos decidieron de igual manera regresar una amplia y amable sonrisa hacia ''Ray'', probablemente sólo con el propósito de ser corteses.

—Qué caballero tan afortunado, ¿No crees, Jaehee? —Habló Zen, no despegando la vista de Saeran por ningún instante. Jaehee sólo abrió la boca durante unos instantes pero luego la cerró para seguidamente asentir con la cabeza, indicando que estaba de acuerdo con lo que el actor acababa de comentar. —Es un gusto, yo soy Zen; aunque prob... —Los ojos rojos de Zen se ampliaron. —Oh, ¡Allí está Yoosung! Disculpadme. —Pasó por lado de Saeran como un rayo y fue hacia donde, según él, se encontraba Yoosung.

Yo estaba tan nerviosa que siquiera me tomé el tiempo para voltearme y ver a Yoosung por primera vez.

—Entonces... —Soltó Jaehee, manteniendo su mirada plenamente ocupada en la pantalla de su tableta, que era en donde parecía estar anotando un par de cosas. —No mencionaste que traerías a tu novio, pero con un par de pequeños cambios, ambos podréis sentaros juntos...

Saeran apretó su agarre sobre mi cintura y me atrajo más hacia él. Instantáneamente sentí como mi rostro se comenzaba a tornar más cálido dado a mi tímidez y la cercanía.

—Bueno, lamentamos mucho eso. La verdad era que no tenía planeado venir ya que me encontraba en el extranjero. Regresé ayer por ciertos asuntos y al estar tanto tiempo separado del amor de mi vida, no quiero desperdiciar ninguna oportunidad de estar con ella. —Sus palabras sonaron tan sinceras que incluso yo casi me las creí. Sin duda alguna, él sería un buen actor.

Jaehee siguió con su mirada en su aparato electronico.

—En ese caso, espero disfrutéis de la fiesta. Vuestra mesa —despegó su mirada de la tableta y la llevó hacia una entrada, probablemente a lo que creía era el salón ya reservado. —Está en la primera fila frente al escenario y es la última hacia la derecha. Y si me disculpáis, tengo qué ir a hablar con el Príncipe del Petróleo. —Avisó la castaña antes de dar la media vuelta y alejarse de nosotros.

¿Qué era lo que había pasado? Todo habìa sucedido sorprendentemente rápido... aunque bueno, entendía que tanto Jaehee como Zen se tuviesen que ir, ambos parecían estar muy apresurados y ocupados. Me pregunté entonces si había algo con lo que me fuese posible ayudar sólo para sentirme menos inútil, mas al sentir a Saeran guiarme hacia donde Jaehee había indicado que nuestra mesa estaba con su mano sobre mi cintura, recordé que no importaba qué tanto hiciese por la R.F.A, yo en cualquier momento sería considerada como una simple memoria, o bien, en el peor de los casos, sería considerada una total traidora.

Bajé la mirada y pensé que no quería ser considerada ninguna de ambas. ¿Había alguna posibilidad de que todo lo que me había sucedido fuese sólo un sueño?