Actor |Frerard|

Capítulo 18

Propuesta

— ¿Estás listo? —Preguntó el menor.

Gerard se limitó a asentir, la verdad era que hacía muchísimos años no realizaba ese tipo de cosas, pero vamos, sería divertido, ¿no? Al menos eso quería creer.

Se encontraban delante de la cama, frente al computador del actor. Ambos en total desnudez, exhibiendo sus cuerpos como si estuviesen solos, como si no importara nada, aunque bueno, para los dos estaba bien estar así si eso significaba sentir la confianza presente entre los dos.

Frank le regaló una pequeña sonrisa y le puso play al vídeo.
Con toda la atención en éste, no perdían ningún detalle del acto sexual que veían.

Se trataba de una sala llena de hombres y mujeres follando. Unos penetraban a alguna, y ellas se encargaban del sexo oral.

Luego de unos minutos, la mano tatuada fue a parar a su hombría, dándole diminutos masajes.

Gerard giró hacia su novio, y al ver aquello, comenzó a hacer lo mismo con su pene.
Debía admitir que esa sensación de masturbarse al ver porno le parecía agradable, sobretodo porque llevaba años sin experimentarlo. Sin embargo, esa sensación no se comparaba con la sensación de hacer el amor con Frank.

En éstas últimas, además de sentir placer, le daba una gran alegría tener a Frank, y que él marcara sus huellas en su cuerpo pálido que lo reclamaban suyo.

Simplemente no existía algo mejor que eso.

Con esto en mente, siguió masturbándose. De pronto escuchó los pequeños jadeos que soltaba el hombre a su lado; miró hacia él y la imagen que presenció automáticamente lo puso duro.

La cabeza del tatuado estaba hacia atrás, él tenía los ojos cerrados y la boca entreabierta, dejando en libertad esos diminutos jadeos.

Gerard experimentó en cuestión de segundos otra sensación: Le estaba enojando que Frank se excitara con algo que no era él.

Dejó pasar un par de segundos, hasta que se cansó y una idea se le cruzó.

Se levantó de su lugar, asegurándose de que el menor no lo notara.
Buscó los juguetes de ayer, y los colocó en la cama.

Le estaba doliendo tener esa gran erección entre sus piernas y no poder tocarse. Pero él quería algo mejor.
Se subió a la cama, viendo a su novio cuando se percató de que ya no estaba a su lado y se levantaba.

Frank abrió los ojos al instante, hasta que una sonrisa maliciosa se formó en sus facciones.

— Anda bebé... Yo sé que quieres —dijo el mayor, mordiéndose el labio inferior de manera sensual, provocando al castaño.

Frank analizó la cama, y cuando vio las esposas, no dudó en usarlas.
Ató las manos del pelirrojo al cabezal de la cama, mientras éste ronroneaba, excitándolo más.

Se subió arriba del actor, atacando sus labios en un beso sucio, intenso, lleno de pasión, y al mismo tiempo de amor.
Comenzó a frotar su miembro con su mano tatuada, le encantaban los gemidos del mayor.

Sus labios pasaron a la clavícula, delineándola con su lengua, para luego llegar a los pezones y morderlos levemente.

— Mhm... Sí ah... —el actor gemía.

El tatuado se separó del actor, y luego de admirarlo por unos cortos segundos, y besarlo lentamente, empezó a mover sus caderas contra su novio, provocando que ambas erecciones chocaran entre sí.
El vaivén aumentó cuando Gerard alzó más sus caderas, teniendo más contacto con el pene ajeno.