LA PREPAGO

CAPITULO 1

Definición: Una chica de compañía, dama de compañía, prepago (en latinoamerica) call girl o escort es una acompañante remunerada para eventos sociales, es decir, a la que un cliente paga por acudir con él a reuniones, fiestas, salidas a otra ciudad, etc. La contratación puede incluir o no sexo. En la mayoría de los casos, el cliente de este servicio busca sobre todo el sentimiento de superioridad que proporciona estar acompañado por una mujer con un alto nivel de estudios y una excelente presencia. Estas personas suelen trabajar en lo que se conoce como agencias escorts o agencias de acompañantes.

A Samantha la desesperación por falta de sexo la estaba matando, ya no era suficiente con masturbarse ciertos días, desde que había terminado su última relación, hace 3 años, había decido darse un tiempo, relajarse, conocerse más, leer y ver cine clásico... bueno eso era lo que ella se habia propuesto hacer, pero no estaba saliendo todo tal cual, el trabajo la absorbia y tener una firma, aunque habia sido su sueño desde que tuvo consiencia, ahora le pesaba. Su exceso de trabajo estaba ocupando sus dias mas importantes, pero no, ya estaba desesperada, y como su vida social era nula, ya que Paola se había llevado su dignidad, los muebles, algunos cheques y de paso todos sus amigos en común.

No solo por un arranque, decidió acceder a Google, y escribir "Escorts Lesbianas Bogota", lo hizo por que a pesar de ser una perra en la corte, era humana, tenia necesidades, y etrañaba un cuerpo femenino debajo suyo, algunas referencias aparecieron y después de lo que parecieron horas, accedió por fin a una pagina con solo "escorts", la pagina ofrecía una variedad de chicas rubias, pelirrojas y morenas, algunas cobraban mas que otras, la página aseguraba que eran chicas universitarias, Samantha se pregunto qué hacía falta para que una mujer decidiera vender su cuerpo por dinero, probablemente las oportunidades no eran las mismas para todas y sin quererlo agradeció mentalmente al ser superior que ella hubiese nacido en una cuna de oro. Analizó a cada mujer minuciosamente, se distrajo con brazos, piernas tonificadas y esbeltos traseros.

De todas, de todas las chicas que lucían en las fotos en toda clase de posiciones, hubo una sola que le llamo la atención por su cabello color rubio, se le era imposible identificar si era natural o no, pero ese color le gustaba, bastante cliché. Samantha siempre ha tenido una fascinación con las rubias y pues, si podía pagar, por tener una... pensó, ¿porque no?, su descripción hablaba de 1.65 de estatura, Samantha con sus 1.80 le sacaría varios centímetros, así que la altura le gustaba, el hecho de tener a una mujer acorralada e intimidada por su altura a la hora de lo sexual, le excitaba, 60 kilos, piel pálida y hablaba de no tener problemas en cuanto a referencias sexuales, es decir, no tenia problema si la contrataba una mujer, en su descripción aseguraba ser una novata (con no mas de un año de experiencia), 22 años. Lo único que realmente le frustraba, era no poder verle la cara, antes de importarle físicamente una mujer su contextura, para Samantha una cara bonita la mataba, así que esperaba no equivocarse, quería su cara bonita así tuviese que pagar bastante, el precio era de 300 dólares por una hora, ¡joder! Pensó Samantha. Tenia que ser muy buena para valer todo eso, por lo menos bonita, llamó a la agencia y hizo énfasis en que no hubiese problema con el hecho de que ella fuese una mujer "¿cuanto tiempo desea pasar con ESTRELLA?", le preguntaron en la agencia, "que nombre tan... poco común", penso Sam, supuso que era su nombre falso o algo, ya que no era que tuviese experiencia, pero veía televisión , "Tres horas" contestó.

El sitio le exigía solo reuniones en hoteles seleccionados o en el apartamento de "ESTRELLA", bien, eso no era un impedimento, decidió escoger un hotel ubicado en la mejor zona de Bogotá, mas por su propia comodidad que por la de ella, en el solo caso de querer salir corriendo, por lo menos el hecho de estar en un hotel le hacía sentir mas segura, el hotel sumaba 300 dólares por la noche, en total 1200 dólares una follada, no había sido costoso para ella, aunque probablemente para la chica aquello podría representar buen dinero, de todas maneras ella esperaba que fuese recompensada , la cita estaba agendáda para el sábado a las 7 de la noche.