CAPITULO 11

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SAMANTHA

Mire él reloj y la irritación comenzaba a notarse en mi cara, ¿porque la gente no entendía que ser puntual abría fronteras? Eran las 5:10, me levanté y alisé mi traje, cuando abrí la puerta, Ashley y yo nos chocamos de frente, unos ojos azules enrojecidos y sorprendidos me observaban e intento gesticular algo que se vio interrumpido por mi irritación.

- Te dije 5:05, llegas tarde. - Me abrí paso por la calle y me dirigí al estacionamiento, sentía los pasos de Ashley seguirme.

- Lo siento Samantha, el transmilenio estaba a tope y yo...

Me detuve y me gire para enfrentarla - No quiero saberlo. La puntualidad es primordial en mi vida. Ya no te quiero escuchar. Voy tarde. - me eche a andar y entre al estacionamiento, divisando mi descapotable, ya no sentía pasos detrás y apostaba que había desistido, hasta que sentí unos brazos envolverme por la espalda con fuerza, su cuerpo se apretó contra el mío y su nariz la sentía en mi omoplato izquierdo. Ashley definitivamente estaba conociendo un punto débil, sabía como desarmarme, intente respirar pausadamente y presioné mi frente contra el techo del auto olvidándome de la reunión y el millón de compromisos por delante, únicamente pensando en el calor que el cuerpo de Ash me transmitía.

- ¿Porque mierda eres tan arrogante?, ¿qué pensabas?, ¿irte y dejarme hablando sola?. - sus manos sé deslizaron por mi vientre hasta mis senos y se posaron con firmeza, dándome un fuerte apretón en cada uno. - ¡RESPONDE JODER! - una de sus manos bajos por mi vientre otra vez y antes de llegar a su destino la detuve con el último sentido de razón que me quedaba.

- Por favor... no aquí... - Intentó meterme mano y la frene con fuerza... - Ashley...

- Necesito hablar contigo - Me giré y su rostro serio me retaba a hacerle de todo en aquel estacionamiento.

- Sube, tengo unos minutos, mientras manejo a la reunión.

- Necesito mas tiempo. - Se giró y se subió a el puesto copiloto. Ninguna mujer me había hablado de esa manera, ni Paola se había atrevido nunca a cuestionar mi manejo del tiempo, Ashley hacía que me temblarán las manos, el abrazo me había desorientado, como siempre que estaba cerca a mí, por eso me había molestado tanto cometer la imprudencia de haberle dicho "Hacer el amor" y que ella lo hubiera tomado como si nada, que le hubiera hastiado, que se hubiese asustado de aquella forma, por supuesto que no quería ser querida y por supuesto que yo no podía querer a alguien con ese estilo de vida, por eso ese contrató, por eso la iba a comprar, no soportaba saber que podía estar con alguien mas, que alguien mas la tocara, y después pues de haberla sacado de mi casa el Domingo, no tuve tiempo real para el trabajo, puesto que no hubo un momento que no pensara en ella, mi negocio era mi primera prioridad y desde el beso me había olvidado de todo, solo tenia sus ojos azules en mi cabeza y esa boca tan dispuesta, sus dientes naturales, su cabellera suave, su cuerpo...

- ¿Me estas escuchando?

- Realmente no. Discúlpame, empieza desde el principio.

- Quiero reconsiderar algunas cláusulas del contrato, estoy dispuesta a aceptarlo pero...

La interrumpí - ¿Que cláusulas?

- Necesito la paga por adelantado, por lo menos el primer trimestre, y necesito los Domingos para mí.

- Imposible a las dos.

- ¡¿QUE?!, ¿Por qué? - Su cuerpo estaba tan tenso que me hizo reír. Le di una amarga carcajada.

- No voy a darte 250.000 dólares para que te mudes a otro país y te desaparezcas, no permito que me roben.

- Arrogante hija de... - Frene en seco y me hice a un lado con el auto en una bahía improvisada, pitos sonaron atrás descontrolados.

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