LA PREPAGO

CAPITULO 3

SAMANTHA

- Por favor Tatiana. - La paré cuando intentaba por décima vez inclinarse sobre mi y besarme.

- ¿Por favor qué? - otra vez me sentía acosada por mi socia.

- Ya te he dicho que esto no funcionaría, tu eres mi socia, simplemente no se darían las cosas.

- ¿Por qué? - Otro intento.

- ¡Por Dios! - Me coloque las manos en la cabeza, esta mujer me volvía loca. finalmente se retiro y tomo asiento frente a mi.

- ¿Con quién iras a la cena anual de la empresa? - Esa mirada me asustaba, no era como si supiera leer la mente, pero sabia que nada bueno se le cruzaba por la cabeza.

- No vayas por ahí... - Le respondí intentando mirar hacía la pared.

- ¿Que?, irás sola de nuevo.

- No necesito a alguien a mi lado.

- Pues vamos juntas. - NO.

- Tatiana por Dios, eso daría de que hablar.

- Lo que está dando de que hablar, es que no hallas podido superarla.

- Fin de la conversación. - Me puse de pie y di tres grandes pasos para intentar salir de la oficina, Tatiana aparte de ser mi socia, había sido mi mejor amiga en mi infancia, y probablemente la chica por la que había descubierto que me gustaban las mujeres, pero ella en ese entonces era una niña como yo, y... me rechazó cuando se lo conté, muchos años después por negocios y casualidades de la vida, nos habíamos vuelto a encontrar, ella me pidió que saliéramos y poco a poco, y como me negué ella dice que eso la hizo obsesionarse conmigo... Que fuerte, no se si esa es la definición adecuada de lo que Tatiana siente por mi, pero vamos... treinta llamadas desde las ocho de la mañana hasta las doce del medio día, solo para invitarme a comer es bastante agotador. Mi primera excusa para rechazarla; acabo de salir de una larga y tormentosa relación, luego lentamente me había quedado sin excusas, y ya estaba comenzando a desesperarme.

Pero si había algo en lo cual Tatiana tenía razón, era que ya era la fiesta anual de la empresa, super importante para los socios y para los empleados, la fiesta a la cual llevaba 3 años sin ir con alguien, y ya la gente hablaba, salían chismes en revistas que me relacionaban con artistas del país, otros que decían afirmar que "La abogada del año" tenía una relación oculta con un político importante, y a veces afectaba la imagen del buffet, aunque yo me había declarado abiertamente homosexual en años pasados, los rumores no paraban. Y definitivamente los socios estaban molestos.
Tenía que buscar la manera de callar los rumores, y había pensado en llevar a alguien, pero... no tenía a ese "alguien", ni una amiga, ni una cita, ni nada. Y...

¿Estrella? Empezando por el nombre, no podía presentarla así con los socios, ¿y si alguien la conocía?, quería verla, llevaba toda la semana con ganas de verla, me moría de ganas por poder tocarla, quería comérmela a besos, follarla, y luego sostenerla, me gustaba el poder de tener abrazada a una mujer, me gustaba su olor, su puto especificó olor.

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- Toda la noche.

- La noche tiene un precio de 2500 dólares.

- Okay.

- ¿Desea estar en el apartamento de la escort, por un total de 2800 dólares?

- No, nos encontramos en el hotel de la vez pasada.