LA PREPAGO

CAPITULO 16

ASHLEY

Mi sueño se vio interrumpido por besos en mis parpados y en mis mejillas, cuando abrí los ojos tenia los mas increíbles y claros ojos verdes mirándome junto con unas pestañas negras y churcas, me detuve a mirarle las pequitas que chispeaban en su nariz y sentí derretirme, capture sus labios rojos en un beso suave, que di por terminado antes de salirnos de control...

- ¿Cuanto tiempo llevas mirándome? - Le pregunte entre besos.

- Desperté hace pocos minutos. - Sus ojos se oscurecieron y vi incertidumbre en ellos, la sentí tensarse y se me hizo extraño, Sam se aparto de mi y por primera vez desde que nos acostamos en su cama se acomodo al otro extremo.

- ¿Estas bien? - Me miro y dio un profundo suspiro... No contestó, solo observo el techo por varios minutos y yo la contemple, era capaz de sentir como pasaban sus pensamientos por su cabeza, miedo. Eso era, tenia miedo.

- Voy a correr y luego debo trabajar... Hoy tienes el día libre. - Cuando termino de decir eso sentí literalmente como mi corazón se rompió, los oídos se me llenaron de sonidos de algo quebrándose dentro de mi... Auch. Me quede pasmada y de la tristeza absoluta pase a estar llena de ira, me levante de su cama queriendo patear todo a mi alrededor, ¿por que era tan perra?, esta bien yo muchas veces la había frenado pero no era justo después de lo de anoche, pensé que había sido especial, sea como sea. Después de que me había acunado en sus brazos para irnos a dormir como ella había dicho, me había tocado los pezones y estuve lista para otra sesión de sexo, nos besamos como nunca, tuvimos orgasmos por igual, le bese hasta el alma, y ahora ''TENGO EL DÍA LIBRE'', si así quería que fueran las cosas, impersonales, pues lo serian, si quería un robot lo tendría, nada de dejarme ir por sus besos, nada de permitir que ella fuera la fuerza de mi vida y yo el simple aire. NADA DE TENER MAS ORGASMOS POR MI PARTE. ¡Eso es!, no más, estoy harta de su humillación. Esto se acababa HOY, decisión tomada.

Me puse en marcha y en dos horas estaba en el centro comercial mas grande de la ciudad, había pedido una cita relámpago para un día completo de spa, ¿que valor tenia aguantar humillaciones y partidas de corazón si no lo disfrutaba un poco?, vamos, no es como si antes me pudiera dar el lujo de irme de spa. Limpieza facial, uñas, masajes relajantes, un poco de sauna y turco, me hicieron sentir como nueva, salí del lugar a las siete de la noche, tome mi teléfono con la esperanza de poder hablar con Jessie, llevaba mucho tiempo sin hablar con ella

- ¿Jess? hola idiota... - silencio en la linea.

- Maldita hija de puta, ¿te olvidaste que tenias a una única amiga verdad?

- Púdrete Jess, ¿donde estas? - grosera.

- Tenia una cita, pero el bastardo cancelo y me dejo sin trabajo por hoy, ¿vienes?, podemos pedir pizza y ver películas.

- Eso estaría bien.

La noche con Jessie fue espectacular, las dos disfrutamos de viejos tiempos como nunca, había tomado una decisión y probablemente me iba a pesar, pero estaba dispuesta a llevarla acabo. Hable con Jess y le pedí mi vieja habitación prestada, la agencia aún no le había asignado a una compañera y ella estaba feliz de compartir el apartamento conmigo, dos días después de llegar a el apartamento de Jess, mande con un mensajero las llaves de la casa de Samantha y su tarjeta de crédito hasta su oficina, así es, era mi decisión, no iba a jugar mas a la casita con Samantha.
Este día iría al centro por pintura, desde ese día había apagado mi teléfono y le había dicho a mi madre que había tenido problemas con el y que me estaría comunicando desde otros teléfonos, ¿la razón? pues no quería saber nada mas de Sam, probablemente ahora era una ladrona a los ojos de ella así como ella había dicho al principio, pero prefería ser eso que seguir sintiéndome humillada... un momento, no era precisamente humillación entonces porque... porque me siento así... Ohh no, ni siquiera lo pienses Ashley.