🏵All I Want For Christmas Is You. 🏵[Otayuri]

6 de Diciembre: Nochebuena viene ya, ¿que te pedire?

-Iremos por un café.

Yuri se levantó de la mesa, estirándose y al mismo tiempo en el que le hacía una seña a Otabek para que lo acompañara, aunque preferían estar solos más que ir por el café y eso era algo muy obvio.

-No tarden.

Llegaron al café, que se encontraba al otro lado de todo el centro comercial, aunque la desventaja era que había mucha fila, no lo culpaban, todos querían un café y creo que mucho más ahora que hacía más frío todavía por la época navideña, Yuri y Beka se formaron detrás de una pareja, algo incomodo, no fue una buena idea, aquellos dos estaban muy acaramelados, sin vergüenza de aquello.

-Me recuerdan a mi soledad-quizo burlarse Yuri susurrándole al kazajo en el oido.

-Somos dos-Le respondió con una sonrisa.

Se sentían incómodos hasta de decir un simple "Hola" por miedo a que aquella pareja los callaran o se sintieran ofendidos, pero ¡estaban haciendo eso en público! Y a eso es aún más incomodo, cuando estas de espectador en la parte de atrás.

-Esto es incomodo-Habló Yuri sujetando el brazo de Otabek.

-Ya casi se van...

Intentaron calmarse, pero ¿porque tuvieron que estar detrás de ellos dos?

¿El destino...? ¿Iluminatis?

-¿Que desean ordenar?-La pareja enfrente de ellos, por suerte, por suerte de dioses, ya los habían atendido, y dejarían de dar un espectáculo con una temática muy romántica, o al menos eso creían.

Por fin aquella pareja habían terminado de pedir y por obra del destino se habían ido a sentar en la parte de atrás, por lo menos no tendrían que aguantarlos más tiempo.

-¿Que desean ordenar?

-Un capuchino caliente y...-Yuri dirigió su mirada a Otabek, esperando a que el contestara.

-Un frappe de Moka.

La empleada saco dos vasos, uno de plástico trasparente y otro de un cartón blanco, al mismo tiempo que destapó un plumón y les volvió a preguntar.

-¿Cuál es su nombre?.

Después de que anotaran sus nombres en su vaso les dio su cambio, y así se dirigieron a recibir su café, no habían tardado y no había algún rastro de aquella acaramelada pareja.

-Capuchino caliente-Gritó un empleado-De Yuri.

Y así el menor se acercó a recibir su café, para prepáralo como siempre lo pedía.