🏵All I Want For Christmas Is You. 🏵[Otayuri]

17 de Diciembre: Sigo deseando que la Navidad vuelva a ser ideal.

Yuri se encontraba aburrido sobre lo que estaban hablando en la sala, debía dormir sus ocho horas diarias si no quería despertarse temprano y estar más desesperado de lo que ya estaba.

Tomó su taza de café y lentamente se fue parando siendo así, la cosa más interesante en la sala (al parecer). Otabek le siguió con la mirada, sin poder descifrar que era lo que estaba pensando, pero sus ojos llorosos lo delataban más que nada.

-Iré a dormir-intentó decir-buenas noches.

Se percató de que también Otabek se había parado detrás de él, seguramente iría a dejar la taza de café a la cocina, y así lo hizo, le dio un ligero golpe en el hombro derecho, mientras le susurraba al oído-buenas noches.

Esa ligera respiración le hizo tener un escalofrío recorriendo la espina dorsal, ¿como podía seguir siendo tan atractivo aún cuando le dijera "buenas noches"?

Ah, cierto, era Otabek.

Otabek se perdió entre la obscuridad de las escaleras entre la cocina, no pudo decir otra palabra más que "buenas noches" a todos los presentes.

Supuso que su cara ahora estaba teñida de un fuerte carmín, era el efecto que el kazajo hacía en el, y aunque no lo admitiera lo amaba.

Solamente su amigo le hacía sentir de esa manera, y eso en parte era... ¿bueno?, era fiel a sus sentimientos y eso era lo que le importaba.

Apenas había apagado la luz, dejando el cuarto en una perfecta posición para por fin dormir, había ordenado el cuarto de tan manera de que Otabek pudiera entrar sin tropezarse por un zapato desobediente en el piso, jugando a ser otro mueble más del lugar.

Aún escuchaba las risas provenientes del piso de abajo, aunque detestara escucharlas no se pararía a gritarles que se callaran de una vez, debía seguir siendo muy educado.

Se acurrucó en su cama, enredándose de nuevo con las mantas, de nuevo después de tanto tiempo se volvió a sentir solo, esta vez aunque supiera que Otabek no tardaría en llegar se sentía solo, no quería dormir solo, no sabiendo que Otabek estaba en su misma casa.

Busco la almohada con la que Otabek dormía, se sentía fría y dura, algo demasiado incompleto, paso su brazo debajo de la almohada y de su cabeza, acomodándose en la parte de la cama donde Otabek solía dormir, no quería estar solo y lo sabía muy bien, pero no iba a esperar a Otabek para dormir, eso era obvio, solo le quedaba expandirse por la cama, dormido mientras otabek decidía subir.

No supo en cuanto tiempo fue en que se quedó profundamente dormido, su respiración era lenta y el único ruido de esa habitación, ni más, ni menos, aunque el frío flotaba en el aire seguía profundamente dormido mientras su abdomen subía y bajaba entre las cobijas.

Y de pronto se vio a si mismo parado frente a un árbol de Navidad en una sala de espera completamente blanca, mientras cada vez más y más el árbol seguía brillando.