🏵All I Want For Christmas Is You. 🏵[Otayuri]

15 de Diciembre: En invierno, toda la ciudad esta iluminada.

-¿Ya terminaste tu café?-Pregunto Yuri, pidiéndole el vaso.

-Si, ten.

Ya faltaba poco para llegar hasta el final del pasillo, entusiasmado estaba Yuri, sabía que aquello asombraría a Otabek y lo quería ver así.

Yuri le pasó aquella bolsa donde tenía el libro a Otabek, y este la recibió curioso, de pronto se pasó detrás del mayor y brinco para subirse en el, envolviendo sus piernas en su abdomen, esto impresionó al kazajo, ya que lo miraba confundido.

Entonces Yuri tapo sus ojos con ambas manos le tapo los ojos a su amigo, quien le interrumpió.

-¿Porque haces esto?

-Dije que era sorpresa-Le interrumpió-Ahora, escucha mi voz y camina.

-¿Ah?

-Adelante...

Dudoso Otabek prosiguió, dando pasos lentos.

-Escalón.

-¡¿Qué?!

-Haha, mentira, tú sigue.

Esa era su relación, amaban ser así, adoraban esta amistad, pero muy pronto se vería destrozada por aquella estúpida declaración, que probablemente arruinaría todo.

-¿Ya casi?

-No, si no avanzas.

Otabek dejó escapar una risa nerviosa, era incomodo tener a la persona que te gusta detrás de ti tapándote los ojos.

-¿Ya?

-Beka, solo haz dado cinco pasos.

Yuri empezó a tartamudear, mientras Otabek aceleraba el paso, no le quedaba otra opción más que confiar en el.

-All I Want For Christmas Is You-tartamudeo-Aquí vuelta a la izquierda.

-¿Seguro?

-Tú hazme caso.

Y así Otabek lo obedeció, Yuri estaba relajado arriba de Beka, se sentía cómodo y protegido mientras el lo cargaba así, nunca antes sintió esa mariposa en su estómago, pero no le molestaba ahora, no estaba tan nervioso.

Al fin llegaron a donde Yuri quería llegar, un milagro para Otabek, quien seguía con las manos de Yura tapándole los ojos para evitar que viera.

-¿Ya?

-Mira...

Yuri dejo los ojos de Beka libres, aunque aún no se bajó de su amigo, no quería hacerlo, así que solamente lo abrazo por el cuello, haciendo que su corazón latiera demasiado junto a él.

Otabek quedó encantado con el escenario frente a ellos dos.

Se había quedado sin palabras.

Y más al estar siendo abrazado por Yuri.

-¿Te gusta?-Le susurró en su oído.

Otabek estaba encantado con aquello, no había duda, sus ojos brillaban cada vez más y más, por un momento Yuri se sintió excluido de aquella maravilla.

Había una enorme pista de hielo en medio de el frío piso de cemento al lado de aquel auditorio, pero eso no era lo único que lo había cautivado, al lado de estos había gigantescos árboles navideños de diferentes colores haciendo una fila que llevaba hasta el final de ese espacio abierto había una barda que mostraba toda la ciudad de San Petersburgo iluminada.

-Dios, Yuri...

Por alguna razón se sintió feliz de ser el causante de esa alegría, ver a su amigo así era encantador.