🏵All I Want For Christmas Is You. 🏵[Otayuri]

13 de Diciembre: Con amor junto a ti, una vez en Diciembre.

-Hey... Beka...

Yuri movía a su amigo, quien no quería despertar, quien estaba profundamente dormido al lado suyo, le parecía adorable cada vez que hacia un puchero al moverlo, Beka era adorable.

-¿Sigues vivo?

Intentó bromear el menor, pero la respuesta del mayor fue un "no" para evitar que siguiera tratando de despertarlo.

Y es que ese día llegaba Nikolai, y el más motivado era Yuri, quien tenía obvias razones para estar feliz.

Estaba tan feliz como cuando Beka llegó, aunque no hablara mucho de ello se notaba que estaba muy pero muy animado.
Quería abrazar a Beka y sacudirlo para que se levantara, pero no lo haría, seguiría molestándolo con pequeños golpes en el hombro.

La habitación solo estaba iluminada por un delgado rayo de luz que entraba por la ventana, no sabia que hora era, pero seguramente sería muy tarde, después de todo se habían dormido tarde.

Se detuvo a admirar el rostro de Beka, tan cálido seguramente, dormido, tranquilo, su perfil era tan... perfecto, admiraba saber que tenía el privilegio de verlo despertar, ver cómo su rostro estaba tan calmado.

-¿Beka?-Le susurró cerca de su oído.

Sus labios hablaron sin autorización de Yuri, ahora se sentía traicionado por sí mismo al ver que su amigo había abierto los ojos y no podía seguir viendo su rostro mientras este dormía, pero a pesar de eso no quiso separar su rostro, el mayor se volteó, quedándose a centímetros de distancia.

-¿Te atreves a interrumpir mi sueño de belleza?-Le pregunto de manera egocéntrica, pero después de todo estaban jugando, uno de tantos juegos que hacían.

-La otra vez fuiste tú quien me despertaste-le indicó con una sonrisa.

-Era tarde-Se rió-¿Que hora es?

-No lo se.

El mayor dejo salir una risa de aquellos labios, de aquellos que había estado observando hace unos segundos, su instinto le dijo que se alejara de ahí.

Y así lo hizo, se separó suavemente y se cruzó de piernas junto a él, mientras el se levantaba igual.

-¿A qué hora te dormiste?-Le pregunto el rubio.

-Como, una hora después de ti...

-Beka, me dormí a las seis.

-¿Ah, si?

Ambos se entonaron en una risa, leve pero muy amistosa.

-Ven, levántate, mi abuelo está abajo.

Yuri se paro y aún con pijama se dio la vuelta hasta donde estaba Otabek para levantarlo. Sus pies descalzos pisaban el frío piso, mientras que sus manos las cálidas mantas que envolvían a Otabek.

-Bajo en un momento.

-Por favor.

Yuri había empezado a rogarle con esos lindos ojos aquamarinas que tenía, era tan adorable que no podías decirle que no aunque estés en contra de aquello, pero era Otabek y ¿a quién engañamos? Obviamente lo seguiría.