🏵All I Want For Christmas Is You. 🏵[Otayuri]

8 de Diciembre: Es mi primera Navidad junto a ti.

Nota: letras en cursiva es la narración del sueño.

🌖

Se había quedado profundamente dormido, perdiendo así la noción del tiempo, se había cansado al acomodar y limpiar las esferas y adornos que tenía el árbol.

Pero aún así no le importo quedarse dormido sin arreglar su cuarto, se sentía protegido y cómodo al estar durmiendo junto a Beka, pero su cuerpo pedía calor, la habitación no era de lo más cálida y el frío invernal abrazaba toda la ciudad.

Beka era alguien muy especial para el, y le alegraba tenerlo cerca a pesar de que viviera hasta Kazajistán y no pudieran verse los doce meses del año, así que seguramente aprovecharía estos días para acercarse lo más posible a el.

Estaba profundamente dormido, y las cobijas no eran lo suficientemente calientes, por ende su cuerpo empezó a buscar el calor que emanaba el otro chico, aún sin estar consciente de esto busco un lugar junto a su amigo para calentarse un poco, por suerte el mayor no había notado eso, simplemente se estaban calentando con un helado viento afuera.

Así empezó a soñar, ya sin ser consciente de lo que sucedía a su alrededor.

Despertó por primera vez, estaba en su cuarto aunque esta vez estaba un poco más cálido, era de noche, eso se podía ver por su ventana, la cual no tenía ninguna iluminación.

Se sorprendió al no ver a Otabek junto a él, seguramente habrá ido al baño, no tenia una razón de interrumpirlo, así que se volvió a acomodar entre sus cobijas. Hasta que escucho un par de pasos que lo hicieron volver a la realidad quitándose de sus cobijas encima de el.

Pero no había nadie.

Estaba totalmente solo.

Su curiosidad le ganó, y se paró, buscando la razón de esos pasos detrás de él.

Lo único que había era un muérdago.

Verde, verde y fresco muérdago.

Recordó una opción de regalo para Otabek, y se rió de sus pensamientos, si lo hiciera se vería muy absurdo y ridiculo de su parte, así que rechazó esa tonta idea.

Lo dejo en el piso e intento ver a través de la ventana, era muy extraño encontrarse solo con un muérdago de acompañante a media noche.

Pero afuera tampoco había algo.

Únicamente veía la obscuridad rodearlo.