"besarse es la manera más segura de guardar silencio mientras que dice todo."
Lamentablemente no podía hacer formal esta relación, al menos no aun.
Primero tendría que terminar con cierto problema.
Sí... Janet.
En este momento me dirijo a su casa, junto con mi Kass.
Ella se quedara en la camioneta mientras yo hablare con mi ex. Estuvimos hablando esto en la mañana, llegamos al acuerdo de que ella no entraría conmigo, no porque no quiero que vea o valla a traicionarla, tengo miedo de que la discusión se torne fea afectando a mi ángel y el bebé.
Llegamos a las afueras de la pequeña casa con campo donde vive Janet y su familia, miro a Kass y la noto nerviosa, sé que no confía en mí pero de verdad la quiero, no me queda más que demostrárselo.
- Kass mírame – Ella aparta la vista de la casa de Janet y me mira a los ojos – La única persona a la que quiero, la estoy mirando en este momento.
Sus ojos se iluminaron como estrellas, podía ver los campos, los verdes pastos, los arboles, las estrellas... todo en su mirada, todo en ella.
Sin esperar más tiempo la atraje hacia mí y la bese, trate de transmitirle todos mis sentimientos y darle tranquilidad, no sé si funciono ya que solo ella sabe dar esos besos mágicos.
Maldita sea, estoy loco por ella.
La abrace y la empuje más hacia mi rosando nuestros pechos casi, la pancita de embarazada se interponía en nuestro acercamiento, no eh ignorado que creció mucho en estas semanas, después de todo ya casi dos meses llego al rancho mi ángel, parece que el tiempo bolo al estar todo el tiempo detrás de ella.
Recuerdo que trate de alejarme de ella, hasta la trate mal pero no pude, si algo nos unió debe ser el destino o la vida, lo que sea hizo que este sentimiento sea incontrolable y lo agradezco.
Nos separamos sonriendo.
- Lo siento.
- ¿Por qué mi ángel? Tú no hiciste nada.
- Por tener miedo.
- No debes disculparte nunca de eso, son mis culpas no tuyas – La mire fijamente – Nunca debes sentirte mal por sentir miedo, ahora me estas dando un punto de confianza y eso te hace ser una persona valiente – Le acaricie la mejilla con ternura - ¿Entiendes ángel? No eres miedosa, eres malditamente valiente, sola hiciste muchas cosas para cuidar de tu bebé, sé que no se toda tu vida, pero nunca dudes de ti.
- Te quiero.
- Yo mucho mas.
- No lo sé.
- ¿Dudas de mí? – Puse una mano en mi pecho haciéndome el ofendido.
- No – Dijo entre risas – Solo que puede que yo te quiera más que tu a mí.
- Eso nunca, ya veremos quién gana – Puse una cara maliciosa que creo que fue más que nada graciosa ya que ella no paraba de reír.
Esa risa me llena el pecho de algo cálido.
- Bueno mi ángel, ya vuelvo.
Antes de irme la bese muy profundamente, necesitaría toda su esencia en mi para no sentirme una mierda.
Baje de la camioneta y camine a su casa, toque la puerta y la madre me dejo pasar.
- Querido ¿Cómo estás? Hace mucho no viene ¿Para cuándo la boda?
Me podría reír pero me contuve, siempre fue la primera en querer que Janet y yo nos casáramos y eso no pasara, nunca.
- Bueno hablaremos después, me iba de salida, Janet está en la sala, nos vemos.
Sin más desapareció, llevándose las llaves de su coche que vale más que su casa y su bolso Dolce & Gabbana. No tendrían un gran campo, ni gran casa, pero todo lo que esa mujer tenía valía miles de dólares.
Me encamine hacia la sala para quedarme totalmente estático.
- Te escuche amorcitus, volviste por mí.
Janet estaba desnuda, como Dios la trajo al mundo.
Esta loca.
Me di media vuelta inmediatamente para tomar el mantel de una sabana de café y tirársela.
- ¡Por Dios! Ponte algo.
Casi caigo al sentir su cuerpo presionarse en mi espalda, podía sentir sus pechos lo cual me puso mal, esto era como traicionar una vez más a mi Kass.
Me solté de sus brazos y la mire a los ojos, mi mirada nunca cayo a su cuerpo.
- ¡Janet no te rebajes!
- Pero si te encantaba que haga esto.
- Yo no vine a arreglar nada – Le dije seriamente – Vine a terminar lo nuestro.
- ¡¿Qué?!
- Lo que escuchaste.
Se agacho y creo que tomo la sabana y se tapo, me niego a mirar su cuerpo, para eso tengo a mi Kass que es perfecta, aunque nunca la eh visto desnuda ya es hermosa hasta embarazada... sin ropa.
¡No, no, no!
Tengo que volver a la tierra mis pensamientos no pueden desviarse así, hay algo seriamente que cortar con de raíz aquí.
- Janet ya no te amo, quiero a alguien más.
- ¡¿Qué mierdas me dices?!
- Lo que escuchas, lo nuestro termino.
Su boca se abrió atónita, pareció que un lapsus quedo dura pensando, fue rápido pero note una leve sonrisa.
Como si nada me abrazo y se largo a llorar.
- Pe-pero... Yo...te amo – Decía entre lágrimas.
Genial, ahora me siento mucho peor que antes.
- Janet entiende esto no es lo mismo, no podemos seguir así.
- Yo...
- Lo mejor es seguir por nuestros caminos.
Me di media vuelta para irme, cuando estaba por tomar el pomo de la puerta la voz de Janet me detuvo.
- ¡No puedes dejarme! ¡Tengo un atraso!
No podía pasarme esto.
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Rancho Esperanza
Lãng mạnHay veces en las que deseas escapar, correr y esconderte. Y eso fue lo que ella hizo, huyo del mal que ponía en peligro no solo a ella, también a su bebé no nacido. Kassia está embarazada, en una relación enfermiza, golpes y violencia es lo que...