El lunes había llegado.
Muchos sucesos interesantes pasaron esta semana, todos de pronto sin darme tiempo a que mi cabeza procese los hechos.
Mi ahora prometido Argus, hablo con Don Emilio mi ahora suegro y abuelo de nuestro bebé, aclaro nuestra relación y con unos traspiés Don Emilio nos acepto, según me contaron en realidad acepto que Argus sea mi pareja, como si él fuera mi padre.
Encontré a Lizbeth y Marcos en una escena bastante candente, no era de chismosa pero escuche ruidos raros y salí haber que pasaba, eran ellos dos dándose unos besos y toqueteos no aptos para menores, cuando gemí de la sorpresa me vieron y se separaron como leprosos para luego irse cada uno por su lago.
También las noticias de Amanda y Billy, pues serás padres, Amanda está embarazada y la alegría no cabe en la casa. Amanda salta todo el día y dice que nuestros hijos serán los mejores amigos para toda la vida.
Argus me propuso casamiento, pero hablamos bien y acordamos comprometernos para cuando nazca el bebé nos casaremos. Esto volvió prácticamente locas a Fiona y Amanda, están planeando la boda, me hacen ver vestidos y muchas cosas más, a mi me gusta más lo sencillo así que Argus se dio cuenta que prácticamente me asfixiaban de tanto amor y me rescato.
Ahora resulta que no voy a planear mi boda, simplemente erigiré el vestido y lo demás es sorpresa.
Son muchas cosas para una sola semana.
Hoy tengo que ir a ver a Billy, me harán un ultrasonido para conocer al bebé, estoy tan feliz que toco el cielo.
- Mi amor.
Me gire sonriendo para abrazar a mi Argus y besarnos, nuestras lenguas luchaban entre si y despertaba todas mis hormonas resguardadas.
- Tranquila ángel, no provoques a la bestia – Reí ante eso - ¿Estas lista para conocer a nuestro bebé?
- ¡Sí!
- Dios estoy ansioso, será niña o niño – Me estrechaba cada vez entre sus brazos – Si es niño será el mejor montador de caballos.
- Y si es niña – El hizo una especie de puchero.
- Tendré que alejar con la escopeta a los bastardos –Dijo entre dientes.
- ¿Qué cosa? – Me sorprendió enormemente.
- Nada que tengas que preocuparte mi ángel – Dijo sonriendo.
Creo que si es niña la tendrá difícil con un papá tan celoso.
- Vamos angelito, tenemos que ver a nuestro hijo o hija.
Subimos a la camioneta y Argus ajusto mi cinturón, parece que no supiera que solo estoy embarazada y no invalida.
- No me mires así ángel, yo soy responsable por ustedes dos, debo estar seguro de su seguridad.
- Lo sé, pero es solo un cinturón.
- No digas más amor, es su seguridad.
Me dio un pico y prendió la camioneta para llegar a la Clínica.
Nunca pensé en llegar aquí y conocer a tantas personas, ellos recogieron pedazo a pedazo mi corazón y lo unieron nuevamente, porque aunque siempre trate de ser fuerte, decidida y feliz, me sentí a rota, no importa cuánto hiciera no podía auto arreglarme. Pero ahora siento un cosquilleo en el pecho, uno que causa la felicidad y el amor.
No puedo estar más agradecida con la vida, lo que tuve que pasar para poder crecer y encontrarme con la personas que ahora son mi futuro, me encontré con el amor, creí conocerlo antes pero no es nada comparado con lo que siento por Argus.
Mis viajes hasta aquí me ayudaron mucho, su ángel debió cuidarnos, se que él me amaba, pero yo llegue a quererlo solamente.
Mi amor le pertenece a Argus.
- Mi angelito, ya llegamos.
No me había dado cuenta, Argus estaba al lado de mi puerta ya abierta y desabrochando mi cinturón.
- Estaba en las nubes – Dije riendo.
- Igual que yo, sigo ansioso –Dijo rienda al unisonó conmigo.
Me ayudo a bajar de la camioneta para luego cerrarla y caminar hacia la entrada de la clínica, que parecía bastante cuidada.
- Vamos directamente al consultorio de Billy.
Argus me guio por el pasillo izquierdo y la ultima puerta a la derecha, golpeo sutilmente la puerta con sus nudillos.
- Pasen – Argus me abrió la puerta y me hizo pasar primero – Hola parejita feliz, llegan justo a tiempo.
- Más te vale.
- Tranquilo muchachote – Se rio al ver la cara de Argus – No te vayas a desmayar de los nervios.
- No es gracioso.
- Claro que si – Dejo de mirar a mi prometido para verme a mí – Lista para conoces al pequeño o pequeña Kassia.
- ¡SI!
- Síganme.
Me guio a una camilla, me hico acostar y me levanto la remera.
- Este gel te dará frio.
- Está bien.
Procedió a ponerme ese líquido helado y prendió una gran máquina con una pantallita, tomo algo parecido a una espátula, comenzó a pasarla por mi vientre hasta que unos sonidos lo hicieron detenerse.
- Ese es el corazón de tu bebé – Lagrimas caían de mi rostro – Y ese de ahí, es tu bebé.
La pantalla se podía ver perfectamente la figura de su cabeza.
- Nuestro bebé Kass – Sonreía Argus – Nuestro.
La emoción no cavia en mi.
- Esto es raro – Dijo Billy.
- ¿Algo está mal con mi bebé? –Se apuro a decir Argus.
- No es eso – Se quedo pensativo – La primera vez que nos vimos Kass, dijiste que estabas embarazada de 5 meses ¿Cierto?
- Y tres semanas.
- Si, pasa que por lo que puedo observar, este bebé corresponde a uno de 7 meses y medio.
- ¿Qué?
Eso no podía ser, yo no... o puede que.
¿Él es el padre después de todo?
FIN
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MUJAJAJJAA
FIN CACHIN!!
La semana que viene el epilogo!
besos queridos lectores :* :* :*
P/D: De verdad es el FIN.
ESTÁS LEYENDO
Rancho Esperanza
RomanceHay veces en las que deseas escapar, correr y esconderte. Y eso fue lo que ella hizo, huyo del mal que ponía en peligro no solo a ella, también a su bebé no nacido. Kassia está embarazada, en una relación enfermiza, golpes y violencia es lo que...