Capitulo 6: Parte 3:
Lou abrió los ojos y su mirada nublada se iba aclarando hacia una luz blanca y brillante. Parpadeó un par de veces. Cher sonreía sobre su cabeza, junto con una doctora.
—Buenos días, preñada —dijo Cher con una voz fina y chillona.
Lou se sentó en la camilla y trató de hacer memoria de todo lo que había visto antes de su desmayo. Miró alrededor. Sintió hambre.
—¿Cuántos meses tengo? —susurró resignada.
Lou temía que cabía la posibilidad de que estuviera embarazada antes que Marco, pero si así fuera, ya se le hubiese notado la barriga, pero la verdad es que, ni señales de abultamiento presentaba.
—Tres meses —le respondió la doctora.
Lou sonrió enternecida. Aún debía mentalizar algunas cosas, pero no pudo evitar pensar que una pequeña parte de Marco estaba dentro de ella, e iba a vivir con ella. Eso le causaba felicidad.
—¿Quién es el padre, Lou? —preguntó Cher inquieta dándole los papeles del análisis.
Temía que el nombre de Jared saliera de su boca. Lou sonrió aún más y se levantó de la camilla. Dio media vuelta después de arrebatarle los documentos y salió por la puerta dando saltitos de felicidad.
Al atravesar la puerta, Cher la tomó del brazo.
—¿Qué estás haciendo?
—Cher, quiero pedirte un enorme favor; no le digas nada a Jared, ¿sí?
A Cher se le oscurecieron los ojos y sus pupilas se achicaron. Sintió retorcerse todo su interior, cuando Lou se dio cuenta de sus emociones y se apresuró a decir:
—El bebé no es de Jared.
Cher soltó el aire que contenían sus pulmones y trató de relajarse, aunque todavía no estaba del todo clara.
—Entonces, ¿de quién? —frunció el ceño.
Lou sonrió al recordar el nombre y tomó a Cher del brazo. Ambas se fueron al apartamento en el auto de Cher. Ella no dejaba de lanzar preguntas a Lou durante todo el camino. Lou sólo permanecía con sus brazos alrededor de sus rodillas sonriendo hacia la ventana.
Cuando al fin llegaron, Lou se decidió a hacer algo que jamás creyó ser capaz: sacarle información a alguien indirectamente.
—¡Dime a quien te fajaste! —ordenó Cher desesperada.
Lou salió de sí al escuchar su frase tan peculiar.
—¿A quién me qué? —preguntó con voz aguda.
—Fajar —rodó sus ojos—: sexo feroz, atroz, intenso, descomunal…
—Ya capté, ya capté —sacudió su cabeza—. Cher, ¿me cuentas la historia de esos internados? —pidió Lou. Sus segundas intenciones era saber cómo llegar a ellos, y así poder ver a Marco. Aprovechó la sed natural de Cher de hablar, tocándole su punto débil.
Cher rodó sus ojos.
—Toma asiento, esto tomará años —se lanzó sobre el sofá.
Lou se sentó sonriente a su lado y se puso cómoda.
_____________UNA HORA DESPUES_____________
Lou estaba atónita, temblando y casi en shock. No podía ser posible que todo eso haya pasado. Le temía aún más a Jane de lo habitual. Sentía que esa noche tendría pesadillas por las historias insólitas que habían salido de la boca de Cher con tanta naturalidad. TN no parecía mala persona, tal vez un poco más libertina de lo habitual, pero Jane realmente le causaba escalofríos. Lí era una persona muy sensible e increíble, pero más increíble aún que haya encontrado el amor en una mujer de ese tipo. Bueno, al fin de cuentas, ella era la hermana de Marco, lo que indudablemente hacía que esa mujer frívola fuese la tía de su bebé.