Capítulo 7: Parte 2:
─Es enserio, Jane, estoy preocupada ─le decía TN a su hija.
─¿Pero qué quieres que haga? Sabes que ellos no congenian ─le explicaba mientras miraba a Jared de lejos.
─Inténtalo, hoy se puso peor que nunca. Tiró todas las cosas de su habitación, hizo un desastre, gritaba como si lo estuvieran violando. Ayúdame, te lo ordeno.
─Está bien, mamá. Haré lo que pueda, pero sabes que a Marco no le gusta el fútbol, ni nada normal ─rodó sus ojos.
─¡Es tu hermano!
─¡Lo sé, lo sé!... Y hablando de hermanos, ¿cuándo regresa Ed?
─Aún no lo sabe. Jura avisarnos en cuanto tenga noticias.
─Está bien, mamá. Nos vemos luego ─colgó.
Era de tarde. Jared pasaba los canales de televisión sin ver alguno. Su mente estaba sumada en pensamientos, en los cuales Lou estaba presente en todos ellos. Se imaginó la vida que sería si el bebé que llevase dentro fuese suyo. Suspiró al imaginar vivir con ella, acariciar su barriga todas las noches, dormir con ella, besarla…cosa que nunca había hecho, pero siempre había soñado. Cuánto hubiese dado por alimentarla, decirle cosas hermosas al oído, acaricias su cabello, hacerla reír. Pero, ahora no podía hacer nada de eso, porque según Marco, ella le pertenecía. El tema del bebé le había tocado muy fuerte, pero eso no disminuía el amor que sentía por su quemada Lou.
Jared apagó el televisor y de camino a su habitación miró la enorme caja de Lego’s diminutos. Bostezó y llevó la caja hasta el comedor. Una vez sentado ahí, se decidió a montar una estructura, algo diferente. Tal vez, algo que le recordara a Lou. Él sentía que lo que había en su corazón era amor, como la torre Eiffel en la ciudad del amor. Sonrió y empezó a unir las piezas coloridas de forma vertical.
Luego de casi cinco horas, Jared estaba casi en la cumbre de su edificación, cuando la voz de su madre lo interrumpió.
─Jared, deja eso ya. Ve a dormir ─bostezó.
─Ya voy, mamá. Sólo termino esta ─respondió Jared sin voltear la mirada. Colocó la última pieza con sumo cuidado y relajó sus hombros─. Ya está ─suspiró.
Jane sonrió maléficamente mientras Jared tomaba una foto a la torre con su teléfono. Él planeaba imprimir la foto y regalársela a Lou, como un recuerdo, tal vez. Sonrió ante el la imagen sonriente de Lou al recibir la foto.
─¿Y qué pasa si yo hago... esto? ─Jane agitó su mano cerca de la creación de su hijo.
─¡No! ─gritó en shock.
Jane sonrió y se detuvo.
─Ve a dormirte ─le ordenó.
Jared se levantó y antes de subir las escaleras plantó un beso en la mejilla de su madre. Entró a la habitación y se recostó en la cama. Miró la foto de la torre y se le ocurrió una idea. Marcó el teléfono.
─Hola, Cher, ¿Lou sigue despierta?
─Estoy muy bien, gracias ─bromeó─. Ya te la paso…
─Hola ─respondió Lou.
Jared cerró sus ojos y suspiró. Amaba la voz de Lou.
─¿Cómo estás? ─susurró.
─¿Estás enojado conmigo? ─gimoteó.
─Yo nunca me enojaré contigo ─le prometió─. ¿Estás bien?
─Sí, de hecho ya tengo un teléfono.