Sawada Tsunayoshi era un omega de 19 años, vivía con su familia y era un alumno de universidad.
Su padre era un adicto al juego y se gastaba todo su dinero en las apuestas del casino, su madre trabajaba en un cine y su hermano era un holgazán.
Tsun...
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"Tu alma y la mía cantan la misma canción. Mi alma es tuya, y siempre lo será, en cualquier mundo. No importa lo que suceda... Necesito que recuerdes que te amo"
[Lean el confesionario =)] [Cap largo =")] [Tsubasa los ama ="")] [Viva la felicidad =""")]
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Una fiesta, era extraño salir y divertirse cuando ni siquiera sabía que era verdad y que era mentira. Pero ahí estaba, visualizando y escogiendo alguno de los trajes que habían comprado para él.
-El negro se ve bien -Tsuna suspiró y se cruzó de brazos-. El marrón se ve bien, el color azul se ve bien... ¡Af! todo se ve bien.
A leguas se notaba el poco interés que tenía de asistir a aquella reunión, pero ya había dicho que sí y no tenía otra opción.
-Escogeré el negro -agarró el traje y lo acomodó sobre el respaldo de una silla-. Ahora escogeré el calzado.
El castaño se dispuso a revisar las cajas de cartón que tenía sobre la cama, pero fue interrumpido en su acción a causa de unos toques en la puerta.
-Adelante -el omega se giró y dirigió su mirada a la persona que había entrado a su habitación.
-¿Cómo amaneciste? -Shamal entró a paso lento y en sus manos llevaba un frasco de unos 500ml y una jeringa.
-Bien, igual que siempre -Tsuna se dejó caer en la cama y se descubrió el cuello-. Sin recordar nada.
-Mm, entiendo -el beta rompió la envoltura de la jeringa y el frasco lo colocó en la mesita de noche-. Pero verás que muy pronto...
-Vas a recordar todo lo que haz olvidado -exclamó el menor y rodó los ojos-. Todas las personas repiten esas palabras a mi alrededor y no es tan difícil recordarlas.
-Vaya chico -sonrió Shamal y comenzó a abrir el frasco.
Tsunayoshi miraba todo aquello con atención y su vista se perdía ante aquel suero color verde.