°Doce • Telón°

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JungKook no sabía como una semana había pasado tan rápido, como la fecha de la presentación había llegado antes de lo que él pensaba. Los nervios lo comían por dentro, pero a la vez estaba muy emocionado ya que alguien iría a verlo.

¿Estás bien JungKook-ie?— JiMin se acercó lentamente hacia el menor, quien estaba frotando sus manos demasiado rápido.

Ah... S-Si.— se pasó las manos por la cara, tratando de quitar los nervios. —¿No estás nervioso JiMin-hyung?—

No. Aparte Yoon-ie-hyung estará viéndome.— dijo con una sonrisa, haciendo que sus ojos dejaran de ser visibles.

JungKook fue a sentarse a las bancas de los vestidores, quedaban todavía cuarenta minutos para que la presentación comenzara. Había practicado demasiado, más que otras veces. Quería que fuera una gran presentación. Quería que TaeHyung viera una gran presentación.

¡Ahí está Yoon-ie-hyung!— JiMin se había asomado por el telón, logrando ver al pelinegro. Sacudió su mano en señal de hola.

El menor se acercó también al telón, moviéndolo con delicadeza, lo suficiente para lograr ver el público, había demasiadas personas. Esta vista hizo que su corazón latiera más rápido. Sus ojos empezaron a buscarlo, a ese cabello color miel entre el público.

TaeHyung...— soltó un suspiro al ver el asiento vacío.

¿Ya llegó TaeHyung-ie?— JiMin se paró a lado de él, asomándose por el telón también. —¿Kook-ie?— volteó a verlo, logrando ver su cara de preocupación. —¡T-Todavía puede llegar! No te preocupes JungKook.— le dio fuertes palmadas en la espalda mientras sonreía.

"No va a venir, quizá no quiere verme. Quizá no le agrado." pensaba mientras volvía a sentarse en las bancas de los vestidores. Frotaba sus manos más rápido, tratando de secarlas debido al sudor. Empezaba a sentir un vacío en su estómago, la última vez que tuvo esta sensación fue cuando tenía diez años, la primera vez que presentó en su vida.
Sintió unas manos cubriéndole los ojos, nunca había sentido esas manos. —J-Jimin-ie, ¿eres tú?— dijo tratando de quitarlas. Logró pararse -con mucha dificultad- aun con las desconocidas manos cubriendo sus ojos. —¿Ya puedo-...— cortó lo que iba a decir ya que al fin logró ver, se volteó rápidamente.

Tuve que luchar con... ¡Esas personas allá afuera! ¡No me dejaban pasar!— el chico de cabello color miel decía cruzando los brazos.

Si viniste...— sonrió JungKook mirando hacia el suelo.

¡Claro que vine! ¿Crees que me perdería tu presentación?— gritó agarrando los hombros del menor. —Oye... No estés nervioso, lo harás muy bien.— le dijo al ver que JungKook jugaba con sus manos.

¿Y si no me sale?...— su voz apenas fue audible.

Mírame JungKook-ie.— su mano pasó por la barbilla del menor, levantándole la cabeza. —Va a ser asombroso.— sonrió todavía con la mano en la parte inferior de la cabeza del castaño.

O-Ok.— estaba completamente sonrojado, su cara estaba a centímetros de la de TaeHyung.

Lo harás genial.— saltó la banca y rodeó con su brazo al menor. Llevándolo detrás del telón. —Vas a ir ahí enfrente y vas a dejar a todos... ¡Con la boca abierta JungKook-ie!— sonrió con más intensidad al ver seguridad en la cara del castaño.

Lo haré.— giró su cabeza en dirección a TaeHyung. —Gracias.— pudo sentir la sangre correr por sus mejillas nuevamente, enserio le gustaba estar con él.

Bueno... Me voy antes de que tu maestra me saque a patadas.— rió y se fue corriendo.

JungKook no había sonreído tanto esa semana, ya no sentía ese vacío en su estómago, sentía tranquilidad y felicidad.

•••

TaeHyung sintió como su corazón se detuvo por un momento al ver cómo los reflectores apuntaban al castaño. La música empezó, una melodía que incluía violines, piano y algunos instrumentos de percusión. Era poderosa, no sólo la melodía, la coreografía era poderosa; con pasos fuertes en cada sonido de tambor, con movimientos suaves cada vez que sonaba el violín. Simplemente mágico.
Los brazos fuertes de JungKook se movían al compás de la música, hacía volteretas que TaeHyung ni se imaginaba. Era algo completamente nuevo. Sentía calma, pero al mismo tiempo sentía cómo su corazón se aceleraba al punto de faltarle un poco la respiración. Simplemente grandioso.

Lo hiciste genial... Kook-ie.— susurró al acabar la presentación.

•••

Todos hicieron un gran trabajo. ¡Felicidades!— la maestra Lia aplaudía mientras hablaba con sus estudiantes. Todos los demás presentes siguieron los aplausos.

¿Ya ves? Y tú preocupado. ¡Fue asombrosa tu parte!— JiMin le dio varias palmadas en la espalda a JungKook. —Todos la amaron.—

Gracias.— el menor se sonrojaba por los halagos y aplausos que recibía. Se sentía orgulloso ya que no se equivocó en ningún paso, y sentía que lo había hecho bien.

JungKook se fue a cambiar, ahora usando unos jeans y una playera blanca. Volvió a mirar el telón con una sonrisa, pensando en que TaeHyung lo había visto bailar. Se sentía muy feliz.

¡Joven, ya le he dicho que no puede entrar aquí!— la maestra Lia gritaba en el borde de la puerta, ahuyentando a un chico que insistía por entrar.

JungKook se acercó hacia la puerta, logrando ver a TaeHyung, quien sostenía un ramo de flores de varios tipos. Saltaba para poder ver hacia adentro, inclinando su cabeza para tener mejor vista.

M-Maestra, si quiere... Me salgo. Creo que me busca a mi.— dijo encogiéndose un poco, pasando por las personas que también querían ver el pequeño alboroto.

¡Ah JungKook-ie!...— el mayor jaló al castaño de la muñeca hasta que salió del teatro. Ambos se rieron al ver cómo la maestra empujaba a los que trataban ver, cerrando la puerta de un azote. —Hace frío, ¿no?— frotó sus manos -que tenían guantes- rápidamente.

Si, algo.— soltó una pequeña risa, abrazándose a si mismo.

¡Oh Dios! ¡Sólo traes una playera!— gritó al ver cómo JungKook empezaba temblar. Se quitó el abrigo que tenía, lo pasó por encima del menor y lo cubrió con delicadeza. —Ah. Y toma.— se quitó un solo guante y se lo puso al menor.

JungKook estaba completamente rojo, ya ni sabía si era por el frío, el cansancio o por el hecho de que TaeHyung estaba abrigándolo. —Gracias...— sonrió agarrando el cuello del abrigo. 

¿Cómo explicar lo increíblemente adorable que se veía sonriendo mientras traía ese abrigo grueso? TaeHyung no podía. Su corazón se volvía a acelerar. Se acercó más a JungKook y se podía ver cómo debido a la sorpresa el bao salía de su boca. —Tienes la nariz roja.— se acercó aun más, sus frentes chocaron suavemente, provocando un escalofrío en los dos chicos.

No supieron en qué momento sus labios empezaron a rozar.

•••~

Holaaaaa c:
Creo que subiré ahora uno por semana (no me odien :c)
Hice este más largo, mucho más largo en comparación al último jsjsjs
Espero que les haya gustado 7u7

Aaaaah 700+ vistas
Gracias por leer ~ <3

«Reto» vk. [CANCELADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora