𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 | 𝑩𝑻𝑺 𝑷𝑱𝑴, 𝑱𝑱𝑲, 𝑱𝑯𝑺 +18

CAPÍTULO 1

✾✾✾

Eran las 9:30 de la mañana cuando el Sr. Park entró a Park-Jeon Industries cruzando el looby con prisa yendo directamente hacia su oficina con cara de pocos amigos. No tenía idea a que se debía su mal genio y parecía estar más malhumorado que de costumbre. Confirme su mal humor cuando escuche como uno de los floreros caía al suelo quebrandose en pedazos gracias al impacto del portafolios que el Sr. Park aventó con una fuerza descomunal. Su enojo lo dominaba esta mañana y el día no pintaba nada bien, cuando el Sr. Park llegaba de malas no había poder humano que lo hiciera cambiar. Como su asistente tenía que soportar cada uno de sus estados de humor casí los 365 días del año, y este parecía ser uno de esos días grises acompañados de rayos, centellas, insultos y malas palabras. Me resigne a lidiar con mi jefe y abrí la puerta de su oficina lista para tratarlo casi con pinzas por el bien de toda la oficina.

Park Jimin estaba en sus veintitantos, era alto, delgado y tenía un cuerpo ejercitado. Su cabello negro ébano hacia resaltar su tez clara. Su piel era tersa y sin imperfecciones y sinceramente mi jefe inmediato era bastante guapo.

Sus ojos eran de un tono café claro, su nariz afilada y definida al igual la línea de su mandíbula que en conjunto le hacian tener perfil de envidia. Sus labios eran gruesos y rosados, lo que los hacía lucir como unos típicos labios besables. Por último pero no menos importante, poseía una sonrisa capaz de derretir a cualquiera, no era que su sonrisa fuera del todo perfecta pero no había persona que se resistiera una vez que sonreía.
Había dedicado bastante tiempo—más del que debería—a observar y admirar a mi jefe con disimulo, Park Jimin era lo suficientemente atractivo para tener a cualquier mujer a sus pies—incluyendome, claro si no fuera mi jefe—Era hermoso y a la vez varonil, Park Jimin era la viva imagen de un principe de Disney, sin embargo cuando se enojaba cambiaba por completo y por mas que lo viera no le encontraba lo hermoso por ningún lado, al contrario mi jefe era de temer y me parecía bastante intimidante.

—Hastings—dijo con seriedad al escucharme cerrar la puerta.

—Buenos días Sr. Park—salude educadamente.

—¿Buenos?—cuestionó mientras volteaba—¿Quién dio la orden de adelantar la maldita junta?—dijo molesto.

—La presidencia, Sr.Park. Me entere de último momento hoy por la mañana, afortunadamente no hay nada pendiente y la propuesta esta lista—aclare antes de que estallara su enojo—Solo es cuestión de que repase la hoja que le di el viernes, deje una copia en su escritorio.

Volteo hacia el escritorio y bufo.

—Es el folder que tiene un marcador verde—señale.

—¿A qué hora empezamos?—preguntó mas tranquilo.

—Nueve de la mañana—dije con tacto—solo lo estamos esperando a usted—agregue.

—La paciencia es una virtud-hizo una pausa y se sentó—Que me esperen diez minutos más. Y por favor, llama a alguien para que limpien "eso"—dijo apuntando al portafolio y el florero roto que yacía en el suelo.

—Sí, Sr. Park—asentí y me fui directo a la sala de juntas.

Todo debía estar listo antes de que mí jefe entrara a la sala de juntas pues no era de los que toleraba errores y mucho menos los dejaba pasar. Sabía que todo estaba listo mi trabajo era impecable, aún decidí hechar un ultimo vistazo a los folders que llevaba en la mano y los coloque sobre la mesa para revisar la propuesta de trabajo. No había nada que corregir en las paginas que estaba leyendo, cerre el folder, lo deje en la mesa y coloque una botella de agua al tiempo al lado y justo antes de que el Sr. Park atravesara la puerta ya estaba esperandolo de pie al lado de su silla. La junta empezó y la nueva propuesta para la compañía iba de maravilla, todos habían aceptado y querían empezar de inmediato con ella. A pesar de que todo salió como el Sr. Park lo había planeado seguía de muy mal humor algo le molestaba y lo tenía inquieto podía notarlo con solo verlo. Al final de la junta el presidente de la compañía se acerco a mi jefe y le susurró algo inaudible al oído  lo que provoco que mi jefe abanfonara du asientoe bruscamente y se dirigiera a su oficina para hablar a solas con el presidente de la compañía.