Trato de asentir para no preocuparlo, pero me es imposible.
Peeta al no escuchar una respuesta, se acerca a mi y toma mi rostro entre sus manos abligandome a mirarlo, sus ojos azules está llenos de preocupación.
Siento la culpa deslizarse en mi interior, su nobleza y amabilidad me abruman y me hace sentir culpable no poder devolverle todo lo que el da, todo lo que el me da.
- ¿Preciosa que pasa? -pregunta.
Esta vez tratando de responder elevó mis manos a su rostro y miro fijamente a sus ojos.
- Sólo...no quiero ir a esa fiesta, no...no puedo. -digo.
- Lo se, preciosa -Dice acercándose más a mi.- Yo tampoco quiero ir, pero estoy aqui...si me necesitas.
Mi corazón salta a escuchar sus palabras, así que sin poder hacer más, lo abrazo y el rodea mi cuerpo con sus brazos.
- Gracias.
....
El lugar esta tan lleno de gente que apenas se puede caminar.
Effie, Cinna, Portia, Peeta y yo, caminamos por el club hasta llegar a la parte que Effie había reservado para nosotros. Llegamos a una sala que esta cubierta con paredes de cristal, tiene muebles de color negro y una mesa con una extraña forma en color plata.
A pesar de todo el lugar es lindo, y en donde estamos la música no puede escucharse, así que me relajo un poco logrando que mi ansiedad desaparezca.
Me siento en el cómodo mueble frente a mi, Portia y Effie ocupan el otro mueble frente a la mesa, Cinna se sienta a mi izquierda y Peeta a mi derecha.
Lo miro.
El tiene la vista fija en la pista, sus labios esta contraídos en una mueca extraña.
Sonrió y trato de enfocar mi vista en lo que el esta viendo, cuando lo logró puedo ver a un chico con cabello azul que mueve su cabeza al ritmo de alguna música. Los movimientos que hace con su cabeza son tan fuertes que apenas puedo seguirlos con mis ojos.
Si ese chico sigue con eso, su cabeza saldrá volando por todo el lugar.
Me río y miro a Peeta nuevamente.
Uno de sus dedos esta sobre sus labios, obviamente tratando de ocultar una sonrisa.
Me quedo mirándolo tanto tiempo que ni siquiera soy consciente cuando el voltea a verme. Sus ojos azules tiene una brillo cómico que es imposible no notar. El mira nuevamente a la pista y luego me mira a mi.
Compartimos una mirada cómplice y sin poder evitarlo reímos.
- Chicos -dice Effie.- ¿Por qué no van a bailar un poco?
Lentamente me vuelvo hacia Effie, quien nos mira con ojos curiosos. Realmente no puedo creer que ella sugiera algo como eso, ni si quiera se bailar y mucho menos lo haré en un lugar como este.
- No -digo.
Peeta me mira, no tengo que analizarlo mucho tiempo.
Ya se lo que dira.
- No creo que sea tan mala idea.
Bingo.
- Peeta, no...
No he terminado mi frase cuando Peeta toma mis manos en las suyas.
- Katniss, no es tan mala idea -Dice nuevamente.- Aquí nadie sabe quiénes somos.
Fija sus ojos en mi, su mirada diciendo más que sus palabras.
Siento como mi garganta se seca. El tiene razón, no tengo que pretender ser alguien que no soy aquí, por lo menos en este club, ninguna de estas personas sabe quién soy y debo admitir que tengo curiosidad por saber que se siente estar en esa poeta lista de baile.
De hacer algo que nunca he hecho en mi vida.
- Esta bien, vamos.
Peeta sonríe.
Se levanta del mueble y me lleva con el. Caminamos hasta la puerta de cristal y cuando tengo mi mano en el pomo Cinna dice:
- Diviertance chicos.
Le sonrió y salimos a la pista.
Al estar fuera de la sala, puedo sentir las fuerte vibraciones de la música, el lugar estremeciendoce al ritmo de alguna canción que nunca he escuchado, las personas bailan y las luces dan vueltas al punto de hacerme sentir mareada.
Peeta le da un fuerte apretón a mi mano como si estuviera a nimandome, lo miro y le devuelvo el gesto.
El se acerca a mi poniendo sus labios en mi odio para que escuché lo que va a decir.
- Vamos a bailar -Dice.- Sólo déjate llevar preciosa.
Asiento y lo sigo al centro de la pista.
Cuando llegamos Peeta coloca sus manos en mi cintura y me acerca a el.
Continuará...
Heilyn. R. M.