Miro a mi izquierda logrando ver a Peeta abriendce paso por la multitud, cuando llega a mi lado, sostengo su mano entrelazado nuestros deseos.
- ¿Qué pasa aquí? -pregunta.
La chica con el mini vestido mira hacia Peeta, sus ojos se iluminan y sonríe.
- Nada guapo -dice la chica.- Pero puede pasar mucho si tu quieres.
Peeta levanta una seja sorprendido y le da un fuerte apretón a mi mano.
- No. -su voz se escucha tensa y grave.- Sólo deja de molestar a mi novia.
Siento con mi corazón se aceleran ante sus palabras. La chica lo mira molesta y me lanza una mirada asesina, le devuelvo la mirada haciéndole ver que no me intimida.
El es mío estúpida.
Jadeo. ¿Qué está mal conmtigo Katniss?
- ¿Está bien?
Vuelvo mi atención a Peeta, el me mira con preocupación en los ojos.
- Si, estoy bien -digo mientras acaricio su mejilla con mi mano.
El cierra los ojos y respira profundamente.
- ¿Aún quieres bailar?
- Si.
....
La música es movida, miro a mi alrededor notando como todos se mueven al ritmo contagioso y electrizante de la canción, debo admitir que pensé que la música de este lugar seria mas estrbagante y estúpida, pero tiene un ritmo con el cual no puedo evitar moverme.
Miro a Peeta, quien mueve su cabeza al ritmo de la música y mira hacia fijamente al frente, sigo su mirada encontrandome con un escenario que apenas si no te. Sobre el están algunas personas tocando unos extraños aparatos en el fondo del escenario, más al frente están un chico con un micrófono en la mano, moviéndose por todo el lugar cantando y bailando.
Los demás en la pista aplauden al chico y bailan con la musica y su voz.
En de momento, viendo a todos divertirse puedo sentir como el ambiente relajado se desliza dentro de mi, permitiéndole olvidar todo. Por eso, cuando siento a Peeta poner sus manos en mis cadera y moverse al ritmo de la musica me dejo llevar por el momento.
Bailamos con la música y con los demás, Peeta es muy bueno en esto, el toma mi mano y me hace girar en la pista, me río ante su acción y continuemos bailando por la pista.
...
En algún momento de la noche logré quitarme los zapatos, Peeta se quitó su chaqueta y la corbata que estaba alrededor de su cuello.
Realmente no puedo creer que me lo edte pasando tan bien en este lugar y se que aparte de esto es por esa extraña bebida que nos dio Cinna y Portia, porque la chica del distrito doce nunca aceptaría hacer algo como esto, ella de negaría hasta el final.
Pero a esta Katniss no, a esta chica no le importa nada en este momento y creo que a Peeta le pasa lo mismo.
El se acerca y se sienta justo a mi en el pequeño mueble que está frente a la pista.
- ¿Cómo estas? -pregunta haciendo escuchar su voz sobre la musica.
- Bien, creo. -respondo.- ¿Y tu?
- Estoy bien.
El se queda callado, luego abre sus labios queriendo decir algo pero no dice nada, en cambio muerde su labio inferior y mira hacia otro lado.
Me acerco a él y tomo su rostro en mis manos, paso mi dedo por su labio inferior haciendo que deje de morderlo, el me mira y sonríe.
Le devuelvo la mirada encomprando en sus ojos descaro y atrevimiento.
- Disfrtando la vista preciosa -dice tomando mi mano y dejando un beso en mis nudillos.
Dios, ¿De donde salió este chico?
- ¿Quién eres y que hiciste con Peeta?
El se ríe ante mi pregunta.
- Lo tienes justo frente a ti. -alega mientras se pone de pie y me lleva con el hasta la pista.
Bailamos un rato más, dejándonos llevar por la musica y alejando cualquier sentimiento de timidez y verguenza.
Bailamos por unos minutos mas o quizas por horas hasta que Effie y Cinna llegan hasta nosotros y nos dicen que es hora de irnos.
- ¿Ya? -digo incrédula.
- Si, es hora. -responde Cinna.
- ¿Qué hora es? -Peeta pregunta mientras caminamos fuera de la pista.
- Ya pasa de las doce. - Le responde Effie.
Continuará...
Heilyn. R. M.
