Cuando llegamos, Peeta coloca sus manos en mi cintura y me acerca a el, subo mis manos hasta sus hombros y el junta nuestras frentes, haciéndo que sienta el súbito cambio de ambiente.
La música movida y electrizante es cambiada a una suave y lenta canción, la voz de fondo es fuerte y melódica logrando que pueda perderme en el momento.
Peeta me acerca más a el, tanto que puedo sentir su respiración, sus movimientos son lentos guiándome por la pista.
El sonríe.
- Creo que este es mi estilo. -dice.
No puedo evitar sonreír al escucharlo.
- Estoy segura de que lo es.
Nos movemos a un ritmo lento, Peeta me guia con movimientos suaves y fáciles de seguir.
El hace esto muy bien.
¿Me pregunto donde aprendió a bailar?
Y con eso en mi mente, acomodo mi cabeza en su hombro y de inmediato su olor invade mis sentidos.
El olor a canela y menta fresca envian una sensación de calides por todo mi cuerpo, abrazo a Peeta y acerco mi nariz a su cuello, tratando de adsorber mas de se fresco aroma.
El cuerpo de Peeta se estremece y puedo sentir su pulso agitado, sus brazos se cierra sobre mi mientras nos movemos al ritmo de la música.
Siento mi corazón latir tan fuerte como el suyo, una ola de sentimientos a los cuales no se nombrarlos vienen a mi súbitamente y la misma ansiedad que sentí cuando estábamos en el asunto me ataca nuevamente.
¿Qué está mal conmigo?
Y al realizar esta pregunta de inmediato lo se, se que estos extraños sentimientos y la insoportable ansiedad no son por estar en el Capitolio, ni siquiera es por estar en esta fiesta con personas a las que no les importó ni me importa. Esta mezcla de sentimientos son por el chico que me sostiene en sus brazos, por su cálida presencia, su nobleza y su gran corazón, el ha logrado meterme bajo mi piel y se que será imposible dejarlo ir.
No puedo creer que esto realmente este pasando.
Levanto mi cabeza para verlo, sus ojos esta fijos en mi. El acerca su rostro al mío, sus labios esta entre abiertos y lentamente acercándose a los míos.
En se momento la música lenta se termina y es reemplazada por un ritmo más movido, matando el momento y lo quesea que estuvo a punto de ocurrir, Peeta se aleja un poco y con un gesto de la mano me indica que lo siga.
Caminamos por la pista Peeta sosteniendo mi mano mienetas caminamos.
De un momento a otro siento como alguien pone sus manos en mi hombro. Suelto la mano de Peeta y me volteó rapidemente lista para enfrentar a quien se ha atrevido a tocarme.
Respiro aliviada al ver a Cinna y Portia frente a mi, Peeta se para junto a mi, mirando con curiosidad a los estilistas que están frente a nosotros con dos vasos de cristal llenos de algun líquido color ámbar y que burbujea sin parar.
- Cinna.
- Chica en llama.
Sonrió.
- Les trajimos algo para beber -dice Portia.
Peeta sin pensarlo toma el vaso que le ofrece Portia y bebe del líquido color ámbar.
Miro su rostro para buscando algún indicio que me diga cuan mala es la bebida, pero no lo encuentro. Asi que de la misma forma en que el lo hizo, tomo el vaso que Cinna tiene para mi y bebo.
Es dulce y tiene un ligero sabor a manzana, Peeta me mira.
- ¿Y que tal? -pregunta.
- Tiene bien sabor.
- Si -Dice.- ¿Quieres...uhh quieres bailar?
- Si, me gustaría.
El sonríe.
Toma mi mano y caminamos hasta la pista, miró hacia atrás, tratando de ver a Cinna y Portia, pero ya no esta.
En mi momento de distracción choco con alguien en la pista. La persona me empuja haciéndome tambalear y casi caer al suelo.
- ¡Katniss! -escucho a Peeta decir mi nombre, pero no logró verlo.
¿Cuándo solté su mano? Me pregunto al no verlo a mi lado.
- ¡Ten cuidado por donde caminas¡
Miro hacia frente al escuchar la voz enojada de una chica.
- ¿Que?
- Oh, ahora eres sorda.
Miro a la chica, ella es alta, tiene el pelo rosado atado en una media coleta y su vestido es tan corto que no se si se le puede llamar vestido.
- No...
- ¿Katniss?
Continuará...
Se que la canción no va con la historia, pero la escogí más por el ritmo que por la letra. La canción es hermosa claro esta, pero es más el ritmo.
Espero les guste! Besos!
Heilyn. R. M.