Epílogo

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Hace diecisiete años ocurrió un hecho abruptamente conmovedor, pues se dió la desaparición de veinte estudiantes de la universidad de periodismo St. Rovzar. Hoy a casi dos décadas del terrible suceso, las familias y los integrantes de la institución les rinden tributo.

Incluso a los únicos muchachos que aparecieron, Finnick Zoller y Paige Traelyn, quienes murieron a causa de la graves heridas que tenían en sus cuerpos. En vida no pudieron revelar nada, nadie sabía de donde salieron y su familias rogaron que respetaran su luto y hasta entonces no se han pronunciado.

Los cuerpos de los  demás estudiantes jamás fueron encontrados a pesar de las búsquedas inminentes que se realizaron en todas las zonas que ellos habían procurado.

Hoy el recuerdo de las vidas jóvenes de estos muchachos que tenían un gran futuro por delante cobra vida y conmociona al país entero.

Recordamos a Esmeralda Feccks, Katrina Jungwirth,  Rick Traelyn, Nick Collins, Karen Mitchell, Carla Robinson, Tom Lee Shog, Greg Trunks, Isla Huttens, Amanda Rosseau, Felix Cameron, Glenn Rovzet, Paul Mettz...

La historia se habría repetido por segunda vez, puesto que años antes habían desaparecido estudiantes de la misma universidad.

Nunca se supo más sobre sus paraderos, la duda jamás fue despejada y el misterio que se esconde tras sus muertes no delata más que la crueldad humana en este mundo existe. Familias quedaron destrozadas y la escuela emitió un comunicado evadiendo la responsabilidad de lo que fuese que les fuese ocurrido. No hay...

—¡¿Por qué cortas la transmisión, papá?!

—¿Qué haces escuchando sobre eso? No deja nada bueno.

—Es interesante, papá, sabes que lo que sucedió con ellos siempre fue y ha sido un misterio, ¿Qué habrá pasado? ¿En tus tiempos no te enteraste de nada? Tú eres de esa época, ¿no?

—Así es hijo, pero eso...

—¡Anda, padre! ¡Necesito saberlo! ¡Es de gran ayuda a mi investigación!

—¿Investigación?

—Sí, padre. Te haré sentir orgulloso, ya que quiero estudiar reportaje, investigar me llama mucho la atención.

—¿Ah sí?

—Sí... haré sentir orgulloso al gran Balbán y... Aunque Carla, mi madre, haya muerto en el parto, también lo hago por ella. Gracias por estar siempre conmigo, papá.

Nikolai soltó una carcajada. Para el muchacho pelirrojo que tenía frente a él tenía distintos planes. Después de que Paige muriera en el parto, Balbán perdió toda esperanza de tener más hijos, y le otorgó el nombre de Ramsay y desde que tenía uso de razón le había dicho que su madre se llamaba Carla. Así aceptó que el joven sería acreedor de todo su legado después de que él muriera.

Se encontraba en la etapa terminal de leucemia, de la misma manera que había muerto su padre lo haría él.

—Lo harás, Ramsay. Lo harás.

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