Capítulo IV: En el lago

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Al oír hablar a Emma sentía como todo mi cuerpo se erizaba en un instante.
Le sonreía cada vez que acababa la frase, como si la estuviera escuchando, cosa que no hacía. No la escuchaba pero la miraba fijamente para que ella se sintiera cómoda. Sintiendo que no estaba a gusto en ese momento decidí preguntar con curiosidad, no quería ni herir sus sentimientos ni hacerle sentir mal, pero tenía interés por su padre, no sé porque pero lo tenía.
-Emma, ¿te puedo hacer una pregunta?
-Claro, dispara.
-Háblame sobre tu padre, ¿Como era?
Aunque esa pregunta le sentará mal ella sonrió y sentí como la sensación de que un ángel se dirigía hacia allí, pero lo ignore al momento en que Emma empezó hablar.
-Bueno, no lo conocí demasiado, era muy pequeña, pero era una persona fantástica...jugaba conmigo, era una persona increíble.
-Como tú...
-Emma sonrío tímidamente- Gracias.
Olía aún más a ángel, estaba en el colegio, ¿Estaría estudiando en este instituto? ¿Iría a la sala de castigo?. Lo único que sabía y quería saber era si se encontraría conmigo, si me ve un ángel en la tierra se lo dirá al ángel guardián y todos se enterarían de que me he escapado del infierno,debía de impedir eso.
-Pero tú, y yo, ¿Ya no conocíamos? -Preguntó Emma dudosa-
-No, bueno...de hoy.
-Si, ¿pero de antes no?
-Que yo recuerde no...
Me sentía confuso y estaba preocupado...¿Alguna vez conocí en tiempos atrás a Emma? No podía concentrarme con el olor de ángel que envolvía el aula de castigos, era tan fuerte el olor...
En ese instante se olía demasiado, eso significaba que estaba muy cerca,  quizás mirándome confuso y sin aliento. Nervioso por ver quién era, mire hacia el lado preguntándome quien sería el ángel que estaba enfrente nuestra.
-¡Adrián! Pasa, aquí no nos pillarán hablando de nuevo. -Dijo Emma alegre-
No me lo podía creer, Adrián iba acompañado de Nerea...¿las dos lo conocían?
Lo mire con unos ojos confusos y él impactado por verme me intento hablar.
-Daniel ¿Que haces aquí?
-¿Ya os conocéis? -dijo Emma con voz de intriga-
-Si, yo diría que demasiado.
-Pues que bien...¿No? Ya nos conocemos todos... -Dijo Nerea feliz -
-Si...que bien. -Dijo el sarcásticamente-
Intenté hablarle por signos, como algunas veces hacíamos...
Mientras que las chicas estaban distraídas quise decirle que luego podríamos hablar y él me respondió con un gesto moviendo la cabeza.
-Os podéis sentar si queréis...
-Adrián esbozó una breve sonrisa-
Odiaba como Emma y Adrián se reían como si fueran amigos íntimos ...
Parecían súper amigos, era humillante verlos así sin hacer nada.
En ese momento Nerea se sentó al lado mía y Adrián al otro lado de Emma.
Nerea parecía muy concentrada mirándome...parecía como si esperara que la mirara, y eso hice.
-Son el uno para el otro... -Dijo ella como si nunca se hubiera enamorado-
-¿¡Que?! ¡No! Para nada,no pegan nada...
-Si, lo hacen.
La mire confuso pero no podía admitir que no, parecían demasiado amigos, Nerea tenía razón,estaban enamorados.
-Tienes razón, son el uno para el otro, nunca pensé que mi "ex" mejor amigo me traicionara tantas veces.
-¿Que?
-Una larga historia...
Estaba desconcertado,me sentía patético y aún más nervioso que antes. Muchos adolescentes entraron uno tras otro al aula. Quería salir de allí, pero fue demasiado tarde...
-Hola chicos...Haced los deberes y podréis iros cuando los hagáis...venga.
Esa profesora bastante buena, nos había quitado 3h de castigo...esos deberes los haría demasiado rápidos,¿No sabía que era un Demonio? En realidad no, no lo sabía. Unos segundos después de terminar decidí hacer un retrato de mi hermano mayor, con sus alas blancas y sedosas, eran hermosas y muy suaves. Ojalá tuviera de nuevo mis alas...lo que más me gustaban de ellas eran como brillaban por la noche, se veían tan blancas como la nieve, las añoro.
-Nerea ya he terminado...¿Ahora que hago?
-¿¡Ya has terminado!?
-Si, ¿hago los tuyos?
-¡Que! No, pero gracias.
Hice los suyos tan rápidamente que no se dio cuenta ni de que me moví.
Cuando ella se giró para seguir haciéndolos se sorprendió al verlos todos hechos y al momento me miro confusa.
-¿Como lo has hecho...?
-Soy rápido..
-Aahh! -gritó Nerea por haberla levantado de un tirón de su sitio-
En ese momento la agarre del brazo y la lleve hasta la profesora ha enseñarle que habíamos acabado la tarea.
La profesora no se creía que habíamos terminado, pero al ver que lo habíamos hecho nos dejo salir del aula...
Le pedí a Nerea que me llevara a su sitio favorito de la ciudad y ella lo tenía muy claro, el parque...
Parecía un parque normal, pero lo mejor es que estaba en lo alto de una montaña, así que se veían unas vistas espectaculares. A Nerea le encantaba estar allí, igual que a mi. Al pensarlo bien, este día no había sido tan malo como me esperaba, la verdad, había sido bastante bueno...
Antes pensaba  que todo iba a ser horrible, pero había conocido a Emma, Nerea...bueno, eso había sido lo mejor de ese día. Ya sabía que era tener amigas, ya lo sabia porque tenía 2 y eran geniales.
-¡Que vistas!
-Si.
En un momento el sol bajó y se veía el atardecer entre la nubes y la ciudad.
Necesitaba despejarme por lo que había pasado y esa era de la mejor forma.
-¿Eso es un dibujo? -preguntó Nerea alegre-
En ese instante se veía sobresalir el dibujo de mi hermano que había hecho en el aula de castigos, lo saque del bolsillo y se lo enseñe.
-Si, es un ángel...¿Te gusta?
-¡Es hermoso!
Mi hermano era justo como lo había dibujado...
Tenía el pelo rubio y los ojos de color azul, se notaba que era un ángel. Siempre veía el lado positivo, era un ángel peculiar. Me encantaba estar con mi hermano mayor, era muy buen ángel y sobretodo un buen hermano.
Ella se quedó impresionada por el dibujo aunque a mi no me sorprendiera le conteste con un "Gracias" y la mire como ella hacía conmigo.
-Oye, ¿Te gusta Emma? -Dijo ella muy directa-
-hmmm...¿eso a que viene? -Dije intentando evitar la pregunta-
-Es porque e visto que te has puesto antes un poco triste porque he dicho que parecían enamorados Adrián y ella...
No sabía que decirle a mi amiga, no le podía mentir,nunca mentía y no lo iba hacer...
-La verdad, no lo sé...no sé que pensar.
Parecía impactada pero de felicidad. Mi pelo negro brillaba por los últimos rayos de sol y mi cuerpo se alumbraba cada vez con más intensidad, ella no lo sabía pero todos los ángeles brillaban cuando estaban felices. Yo lo estaba por haber vivido un gran día, como predijo Emma al comienzo del mismo.
-La cuestión es...¿Te gusto? -Pregunté yo muy directo-
Ella parecía tranquila. No paraba de mirarme por como brillaba y yo sonreía al ver su rostro también iluminado.
-Te acabo de conocer...
-Pero confías en mí... -Dije mirándola con una sonrisa-
Ahora yo estaba impactado, lo había dicho de broma, pero ella no parecía estarlo. No sabía su respuesta pero por como me miraba parecía positiva. Estaba aturdido pero decidí mirarla fijamente esperando su respuesta.
-La verdad es... que NO.
Ella me sonría y yo le devolví la sonrisa.
-Ahhh...Vale.
En ese momento me di cuenta de que actuó así para confundirme.
Cuando paró de reír decidí preguntarle algo serio...
-Nerea, ¿Alguna vez has sentido que nadie te apoya y que no puedes confiar en nadie?.
-Daniel, claro que puedes confiar en alguien, todos nos preocupamos por ti...¡todos!, tu familia...
-Me han traicionado... -interrumpí-
-puedes confiar en ti mismo...-Dijo Nerea segura-
En ese instante la mire y le sonríe. ¿Podía confiar en mí? No, creo que no.
No confiaba en nadie, ni en mi mismo, porque soy una persona horrible.
-En algunas ocasiones no se que hago...
-Bueno, solo te queda una opción: En Emma y en mí -Dijo Ella sonriendo-
-Bueno, si...confió en vosotras.
-Pues no deberías...
Me quede un poco confuso pero de repente termino la frase...
-no deberías confiar antes en nosotras que en ti mismo, en tu instinto.
Por ejemplo: ¿Por que decidiste sentarte junto a mi esta mañana?
-Pues...
-Por tu instinto, igual que me has dicho que a lo mejor te gustaba Emma.
-Eso no tiene nada que ver...
-A ver, me estoy cabreando porque veo que no confías en ti mismo, y en realidad tampoco en mí, así que vamos a cambiar de tema...
Puse los ojos en blanco por las palabras que dijo Nerea y empecé a reír.
-En realidad no quiero hablar sobre ese tema...
-¿Entonces de que quieres hablar?
Aunque estuviera confuso sabía lo que quería hacer...era algo que nunca había hecho y de lo que no me arrepentiría, lo sabía. Además, ya era hora de hacer lo que yo quisiera.
Al lado del parque, entre los árboles, había un lago que brillaba como yo hacía en esos momentos.
-Quiero, nadar... -Dije rápidamente para que no reaccionará demasiado-
-¿Que? Aaahh -gritó ella emocionada-
En esos momentos ya nos encontrábamos en el agua.
Las profecías decían que si un ángel se baña en el agua más limpia que haya podido ver nunca, el agua se iría cambiado de estado, hasta la congelación. Pero si un demonio se bañaba en el agua más cristalina que haya podido ver nunca, el agua se iría poniendo caliente, hasta llegar a su punto de ebullición. Nerea y yo nadamos hasta el centro del algo y algo maravilloso ocurrió. El lado izquierdo del lago se helo y el lado derecho del lago se calentó tanto que mi mano casi se quema del calor. Era impresionante, porque parecía que yo protegía a Nerea, como si la estuviera envolviendo para que no le sucediera nada, era tan impresionante y mágico. A la misma vez que el agua cambiaba de estado Nerea pudo contemplar cómo me iba apagando, como se iba el brillo resplandeciente de mi cuerpo y como yo perdía mis fuerzas para protegerla, en ese momento supe que de verdad la salvaba del frío y del calor que desprendía el lago.
La saque del agua lo más rápido que pude casi sin sostenerme en pie y de repente pude ver cómo se iban cerrando mis ojos hasta que solo pude observar....oscuridad, maldad y miedo.

El precio de enamorarse [#1EEP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora