Capitulo III: Nunca rendirse

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En la primera hora de clase no estaba nada nervioso, en realidad era justo lo contrario.

Todos estaban hablando sin parar de las vacaciones de verano que habían tenido a lo largo de los meses de descanso. Tenían demasiada ilusión de volver a estudiar y ver a sus compañeros. Yo, en mi caso, no tendría ni ganas de oír "instinto".

Era todo muy raro en la tierra....¿amigos? ¿Qué era eso?Bueno, fuera lo que fuera ya lo sabría más adelante, en ese momento debía de parecer normal, cosa que no hacía al comportarme bien y estar sentado en mi sitio, no como los demás.

Todos los adolescentes estaban poniendo un cubo de agua en la parte superior de la puerta entornada y así cuando el profesor la abriera el agua lo empaparía...

En ese instante mire hacía atrás y en efecto, una chica con gafas negras se hallaba en la parte trasera de la clase. Pensé en preguntarle qué hacía, pero al ver que estaba haciendo un dibujo de un ángel decidí hacerle otra pregunta muy distinta...

—Hola, un ángel ¿te gustan? —Dije muy rápidamente.

—Sí, me gustan, me parecen muy bonitos.

Esbocé una pequeña sonrisa al pensar que acababa de conocer a uno e intenté que no se me escapara la risa para no parecer un poco raro.

—Algún día conocerás a alguno.

En ese momento ella levantó la mirada del dibujo hacia mí y yo la miré con una pequeña sonrisa. Al verla con la boca abierta miré hacia otro lado e intente pensar en algo para seguir hablando del tema.

—¿Y... gustan los demonios?

La volví a mirar muy lentamente mientras ella cerraba su boca muy rápidamente para contestarme a la pregunta.

—La verdad es que no, son seres malvados. - con una pequeña carcajada me dijo: —pensarás que estoy loca por creer en estas cosas, pero me gusta ese mundo...lo siento.

—No te disculpes, a mí también me gusta todo lo referente a ese tema...

—¿Sí? ¿En serio? Pensaba que era la única.

En ese momento pensé en mí. Era un demonio y los odiaba, pero también era un ángel...estuve confuso durante unos segundos e intenté seguir hablando.

—Me llamo Daniel ¿y tú?

—Nerea.

—Bonito nombre Nerea.

—Gracias. —Dijo mientras me sonreía.

Ella no paraba de desviar la mirada hacia ambos lados de la clase mientras yo la observaba en todo momento.

Tenía los ojos muy brillantes y de un precioso color avellana, era hermosa y simpática, en esos momentos necesitaba a una chica como ella, que me aportara tranquilidad. Aquella mirada me hacía sentir seguro, presentía que esta amistad duraría para siempre.

—¿Quieres venir conmigo a la biblioteca a las 17:00h? Si te parece bien después me puedes enseñar todo el colegio y yo te enseñaré los dibujos de ángeles más bonitos que hayas podido ver nunca... —Dije con una pequeña sonrisa.

—¿Tú también haces dibujos de ángeles?

—Claro Nerea...y sabrás mucho más sobre mi, ¿te animas?

—Está bien, me parece un plan perfecto.

Antes de que alguien lo hiciera me intercambié de sitio al lado de Nerea.

En ese momento, cuando al profesor le cayó un cubo de agua en la cabeza, me vino a la mente que había quedado con Emma horas antes. Mientras todos se reían de lo sucedido, el profesor exclamó un breve suspiro de indignación y yo otro por no haberme acordado de Emma.

El precio de enamorarse [#1EEP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora