XXVII: La decisión

22 12 0
                                    

Salimos de la habitación y pude ver a todo el mundo en el salón: mi madre, mi hermano, mi hermana, Adrián y Érica.

No sabía lo que hacían o si habían oído algo de lo que le había contado, pero no me importaban ninguna de sus opiniones, lo único que quería era acabar con la guerra que se avecinaba.

Bajamos las escaleras mientras que todo el mundo nos observaba, aturdidos. Parecían nerviosos, además nos miraban muy fijamente y preocupados, algo había pasado.

—¿Mi padre murió? -Dijo Emma confundida- ¿Lo llegó a matar Lucifer?

Yo, dudoso la miré sin saber que decir sobre aquella conversación. Negué con la cabeza y y pude ver cómo un espectro, entre la niebla, abría la puerta muy lentamente y miraba a a Emma con una gran sonrisa.

Su padre sabía que se lo había contado todo, a causa de que él siempre nos vigilaba, o eso me advirtió a mí.

Matt parecía herido y me preocupó verlo así, por eso lo miré muy fijamente y cuando Emma se dio cuenta que estaba concentrado en otra cosa miró detrás de ella y pudo encontrarse con su padre.

—Hola hija. -Dijo su padre mientras casi se le saltaban las lágrimas.

Ella rió y fue corriendo hacia él hasta estar entre sus brazos, aunque me alegró verlos tan felices, sobretodo a Emma, me encantaba verla tan alegre.

Todas las miradas se centraban en mí, me miraban confundidas y sin saber que hacer. Yo me aferré y me acerqué a ellos, intentando comprender porque me miraban de aquella forma.

Cuando me acerqué todo el mundo se acercó a mí, no sabía lo que pasaba ni porque estaban así, pero en unos segundos lo averiguaría.

—¿Sé lo has contado todo? -Preguntó mi hermano confundido.

—Si, debía de saberlo, había oído casi toda la conversación con madre, era la única manera de solucionarlo todo.

—¿Eso quiere decir que sabe que le arrebaté a su amor verdadero? -Preguntó Adrián nervioso.

Lo miré con una sonrisa y asentí, mientras que él abría los ojos y se estiraba el pelo mientras que se ponía nervioso.

—Me odia ¿Verdad? -Preguntó él mirándonos a todos.

Érica le puso su mano gélida en su hombro, mientras que él la miraba y el único gesto que hacía era asentir con la cabeza muy lentamente.

—Esperad; He averiguado algo. -Dijo Elizabeth con un libro muy antiguo en la mano- Por lo que dice aquí el hechizo de reencarnación solo sirve una vez, solo vale con una persona, así que tenemos un problema con eso. Hay mucha gente muerta entre nosotros: Jacob, mi hermana Sophia, Nerea...

—Ya sabemos a quién vamos a salvar. -Dijo mi hermano mientras todos agacha vamos la cabeza y no respondíamos ante su afirmación- ¿No es cierto?

Nos mirábamos unos a otros, confundidos y sin saber que responder ante aquello. Era una decisión muy complicada, además, Sophia y Jacob eran nuestros hermanos y Nerea una buena amiga.

No quería saber lo que pensaban, pero si quería saber a quién elegirían.

Veía a Cam demasiado frustrado, nadie le respondía y la confusión aumentaba a cada segundo en que todo el mundo estaba en silencio.

Al ver que todo el mundo levantaba la mirada y la posaba entre dos cuerpo sin vida la levanté, al igual que todos. Me acerqué a Matt y le di un apretón de manos y lo abrazaba al mismo tiempo.

—Sabía que tú eras el mejor para mí hija. -Dijo mientras me abrazaba.

—Y que tú eras el mejor padre para mí... -Dije mientras alargaba la frase sin saber cómo continuar.

El precio de enamorarse [#1EEP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora