El precio de enamorarse [#1EEP]

XXXI: y después...

Daniel:

Realmente me aliviaba no saber lo sucedido, debido a que no recordaba absolutamente nada de lo que había pasado anteriormente, pero no importaba, lo que importaba era que habíamos derrotado al mismísimo Lucifer.

En cuanto recordaba que había muerto la felicidad invadía todo dentro de mí, podía sonar egoísta pero era así como me sentía.

Me encontraba junto al Ángel guardián, no sabía lo que quería pero debía de decirme algo. Sin él hubiéramos muerto al principio de la batalla, por eso le agradecía mucho lo que había hecho por nosotros.

—Necesito hablar contigo Daniel. -Me dijo con una media sonrisa.

Asentí y me acerqué a él sin ningún comentario. Sabía que se trataba de algo bueno, ya que sonreía feliz, por eso espere a que siguiera hablando.

—Te agradezco mucho lo que hiciste, bueno, lo que hizo Emma, matar a Lucifer, por eso -Dijo mientras Emma y Cam pasaban por allí- Te doy a elegir un deseo.

Abrí los ojos mientras reía al instante. Sabía justo el deseo que quería pedir, por eso, llame a Cameron y a mi novia y les conté el plan que tenía en mente, ya que habían oído todo lo que había dicho.

—Sé lo que quiero.

—¡Puedes recuperar tus alas! -Dijo mi hermano.

—No es eso lo que quiero. -Dije mirándolo y después de unos segundos mirar al ángel guardián- Quiero que vuelva Nerea.

Mi hermano se quedó parado, en shock, mientras que Emma gritaba excitada y me abrazaba sin creer lo que había dicho. Después Cam, con los ojos llorosos me abrazó muy lentamente y mientras le dedicaba una sonrisa.

Me gustaba mucho ver a mi hermano feliz, sabía que Nerea le había marcado mucho, aunque no sólo lo hacía por él, si no por mí.

—Por su puesto. -Dijo mientras cerraba los ojos y decía varias palabras en susurros.

Al instante alguien abrió la puerta, aunque no lo pude ver con claridad al ver La Luz que me cegó por completo. Cuando me acostumbre fui corriendo a abrazarla y ella correspondió aquel abrazo sin ningún problema.

Después Emma corrió a sus brazos mientras que empezaba a gritar.

—No puedo creer que estes aquí. -Dijo mientras se le escapaba varias lágrimas de alegría.

—Yo tampoco. -Exclamó ella riendo.

Cam se acercó muy suavemente sin hacer ningún ruido. Cuando Emma y Nerea se apartaron ellos se quedaron mirándose durante un par de segundos, pero de repente Cameron no aguantó más y la abrazó, con lo que ella quedó sorprendida y sonriendo.

—Me alegró tanto de que estes aquí. -Ella sonrió y lo abrazó con fuerza.

—Y yo me alegró de que estés vivo. -Dijo mientras se encontraba con su mirada y sonreían.

Parecía que todo se había reincorporado, el final de esta bonita historia de amor había acabado bien ¿No?

Después de un rato Emma y yo dejamos a Cam y Nerea hablando, tenían muchas cosas que contarse.

—No me creo que todo haya ido bien. -Dijo Emma mientras apoyaba su rostro en mi hombro.

—Y seguirá yendo bien, te lo prometo. -Dije sonriendo.

Me dirigí a mi habitación mientras que Emma se iba a su cuarto. Miré a mi alrededor para ver si alguien me miraba y cuando me aseguré que no había ninguna sola alma me puse de rodillas y empecé a decir las palabras con las que me aseguraron que podría derrotar a esta horrible familia.

Todo mi al rededor empezó a flotar mientras que mis ojos se teñían de un color blanco intenso.

Acabaría con aquellos ángeles.

Emma:

Decidí echar un vistazo ha ver lo que hacia Daniel, quería ver lo que hacia. Si, parecía una psicópata pero había muerto y no sabia como se encontraba.

De repente pude observar que no hacia algo normal, en absoluta. Se ponía de rodillas en mitad de la habitación mientras decía varias palabras que no entendía y que susurraba muy lentamente. Todo empezó a elevarse mientras sus ojos se volvían blancos como la nieve.

No podía creer lo que veía, ¿Cómo pudo hacer aquello?

Me dirigí corriendo hacia las escaleras mientras llamaba a gritos a Cam. De repente lo encontré delante de mí en las escaleras mientras Nerea se extrañaba y corría para alcanzarnos.

—¿Qué sucede Emma? - Dijo nervioso y con el ceño fruncido.

No sabía como reaccionar ante lo que había visto, le sucedía algo a Daniel, algo horrible que tenía que solucionar cuanto antes.

—Daniel ha hecho cosas muy raras. -Le dije fatigada.

Él me miró extrañado mientras ponía sus dos manos sobre mis hombros.

—¿Qué clase de cosas? -Dijo mientras me dedicaba una mirada nerviosa y agobiada.

—Empezó a decir cosas raras y todo lo de al rededor empezó a flotar por los aires. Sus ojos se volvieron totalmente blancos...

—Espera. -Dijo Nerea aterrada.- Leí algo parecido en un libro de hechizos. Lo encontré en un pequeño escondite y pude observar que lo había escrito mi bisibauela.

Sacó el libro de una pequeña mochila que llevaba y empezó a buscar la pagina en la que aparecía lo que le sucedía a Daniel.

— Aquí está. -Dijo inquieta mientras empezaba a leer lo que ponía en aquel libro-: Las almas perdidas son almas que todavía no han acabado su trabajo en la tierra y pueden buscar algo malo o bueno. -Nos explicó leyendo- Al parecer, por los datos que me has transmitido, Daniel tiene dentro un alma negra.

Abrí los ojos como platos mientras me echaba las manos a mi rostro. No podía evitar pensar lo que pasaría más adelante, si acabaría con nosotros o con él.

En aquel momento supe que nunca estaríamos a salvo, no había ningún final feliz y nunca lo habría para ninguno de nosotros, habían muy pocas posibilidades de que aquello acabara bien.

—Entonces quieres decir -Dijo Cam confirmando lo que estaba oyendo- Qué en vez de traer a Daniel al resucitarlo, hemos traído a otra alma distinta y lo más importante..maligna.

Nerea asintió y nos miró nerviosa a Cam sin saber que decir o cómo actuar. Parecía que todo iba bien: habíamos matado a Lucifer, resucitado a Daniel y Nerea y muchas cosas más, pero aquello no podía creerlo.

Las esperanzas se desvanecían poco a poco dentro de mí mientras que las lágrimas salían poco a poco por mis ojos, en los que se reflejaba el dolor que me hacía pensar que Daniel seguía muerto.

—Y no parara hasta destruirnos a todos.