XXVI: La verdad

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La llevé hasta mi habitación y decidí sentarme en la cama, junto a ella. Emma todavía no era consciente de lo que sucedía, por eso intente estar lo más tranquilo posible.

—Explícame lo que está pasando. —Dijo ella nerviosa.

Yo, en ese preciso instante, asentí y le agarré de la mano para enseñarle lo que yo quería que viera gracias a mi poder, aunque no le enseñaría demasiado, quería contarle yo la mayor parte.

Estaba demasiado nervioso por lo que pensaría al ver aquellos momentos, quería saber lo que pensaba entre nosotros.

Decidí que Cameron no le devolviera la memoria, tardaría días en remitir todos los recuerdos juntos y eso es lo único que no teníamos, tiempo.

De repente le enseñé cuando me vio por primera vez, cuando era un bebé, también cuando estábamos jugando a las muñecas y ella cantaba una cancioncilla muy peculiar. Me había parecido ver aquella muñeca antes, por eso quité mis manos frías de sus manos, que templaban demasiado.

Abrí un pequeño baúl que había y pude encontrar aquella muñeca que puse cuando me hospedé allí. Tenía polvo y la suciedad invadía todo el cuerpo de ésta. La sacudí y la limpia con la manga de la mano, mientras que ella me observaba incrédula por lo que veía.

Se la mostré con una pequeña sonrisa, abrió muy levemente sus manos y se la entregué sin dudarlo. Ella la aceptó y cuando nuestras manos se juntos, levanté la mirada y pude observar cómo su reacción era confusa y nerviosa.

—No recuerdo nada de eso —Dijo mientras negaba con la cabeza—, ¿Daniel qué está pasando?

Yo la miré e intenté no causarle una mala impresión, lo único que quería hacer era no ponerla en peligro, la amaba demasiado para dejarla morir y la salvaría de todo peligro que le acechara.

—Tranquila, lo sabrás todo, sólo debes de afrontar la realidad.

Pude ver cómo los nervios aumentaban cada vez más dentro de ella, y aquello me hizo sentir incómodo.

—Daniel, tengo miedo.

—No debes tenerlo —Le dije mientras apretaba sus manos—. Lo que debes saber te lo diré, todo lo que quieras, todo lo que necesites saber...yo estaré dispuesto a contártelo.

Me dedicó una pequeña e insignificante sonrisa y me miró confundida, aunque sabía lo que quería saber.

—Cuéntamelo todo, sin dejarte ningún detalle. -Dijo firme y sin ningún arrepentimiento.

—"Vale, quiero que te concentres y que te calmes con las cosas que te voy a enseñar y a decir, quiero que te relajes y que no te pongas nerviosa ni nada parecido, debes de estar concentrada para lo que te voy a contar" —Dije mientras ella asentía, dispuesta a saber la verdad— Pero antes, quiero saber algo ¿Cómo sabías que las sombras existían? —Pregunté confundido y recordando el momento en el que me dijo algo sobre aquella oscura nube, creada por el mismísimo Lucifer.

Ella me miró bastante seria y al momento agachó la cabeza, sin saber si contestar.

—Recuerdo algo. -Dijo mientras me volvía a mirar- Recuerdo que las sombras se encontraban a mí al rededor, no recuerdo el momento, ni el día, ni cuando, solo puedo recordar que...¿Te acuerdas cuando te dije cuando nos conocimos que me resultabas muy familiar? -Asentí recordando él momento y ella siguió hablando- Pues fue porque te vi. Cuando las sombras estaban a mí al rededor tú me protegiste. -Dijo sonriendo muy levemente.

El precio de enamorarse [#1EEP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora