Prefacio

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Apenas terminé de limpiar el rastro de sangre en el piso de madera, no podría ser tan estúpido en dejarlo sucio, además odiaba que las cosas quedarán a medias, no me molestaba el penetrante olor a desinfectante y cloro, me hacían regocijarme, me hacían darme cuenta que nadie más que yo tenía la magia  en desaparecer el rastro de sangre que yo mismo había hecho. 

No me tomaría más que unas 3 horas en deshacerme de su cuerpo, un cuerpo que nadie reclamaría, ni echaría de menos, ¿Cómo lo sabía? Fácil, no habría nadie en casa al que le doliera su ausencia. 

Cómo disfrute del increíble momento en que ella suplicaba que no la hiriera, que la dejara vivir con las tres puñaladas que le di, el juramento que me dio en no llamar a la policía para que mi adrenalina se detuviera entonces, por supuesto no iba a hacerlo, no se apagaría, en mi sangre corría una energía autentica, pura, excitante, me comía vivo y me gustaba. 

No iba a detenerme, no después de que ella me dio mi primera dosis de poder, el mismo que me invadió cuando fui hiriéndola hasta matarla, con ella empezó la creación de mi capricho más oscuro y encantador y no habría quien lo detuviese ahora .

Oscuros Encantos©+18 [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora