Damien Westermann
No iba a hacerle caso, jamás la enviaría a donde mis padres, porque la verdad es que mi madre había muerto y mi padre vivía lejos, la última conexión que tuvimos fue hace tres años, era la única persona de mi familia con la que conservaba comunicación. Lo que si es que la historia detrás de cómo sucedió tenía que ver conmigo y mis orígenes por destruir a cualquier mujer que tuviera en la mira.
Esperaba que su idea se fuera desvaneciendo pero durante estos dos días yo sabía que lo quería y que se lo había prometido, yo seguía diciéndole que iríamos sin ningún problema porque esperaba el momento cumbre para que nuestra ida se cancelara.
Katherine Weber.
El clima estaba empeorando, podía sentirse el frío colándose aun en las ventanas cerradas, la casa siempre se mantenía cálida al igual que nuestra habitación pero de todos modos no podía andar por ahí sin una chamarra, calcetines y zapatillas cómodas, yo quería tomar una ducha porque desde ayer por la madrugada no me sentía nada bien, me pase casi toda la mañana recostada y a Damien le preocupo demasiado que mi malestar fuese en el vientre.
—Puedo prepararte un poco de té, creo que te vendría bien darte una gran ducha —me alentó, acariciándome la frente y con una media sonrisa.
Reprimí un gesto de dolor cuando la punzada en mi vientre se intensifico, me estrangulo tanto que me revolví en la cama con los ojos cerrados, no quería gritar pero esta vez no pude, solté un grito apretándome lo más que podía para que la agonía terminara, sentía que moría y entonces el pensamiento más catastrófico se cruzó por mi mente, por esos escasos segundos ese dolor se volvió en una angustia inmensa y paranoica que fue más fuerte que todo.
—¡Damien! —grité, mis ojos se dilataron de golpe y lo tome de la camisa para que se acercara a mí, la respiración me faltaba tanto que apenas pude hablar —¡No puede ser! ¿¡Y si es un aborto!? ¡Debes llamar a una ambulancia!
Sacudí la cabeza alejando esos malos pensamientos pero no pude, lloré a causa del terror que se enterró en mi pecho, no quería que fuera aquello, no quería pensar que este dolor que me doblaba el cuerpo fuese por perder a mi bebé, no lo quería perder. Damien limpió mis lágrimas cuanto podía pero nada funcionaba, yo presentía que nada estaba bien.
—¡Debes llamarles! —le suplique con la voz estrangulada, ahogándome cada vez más en el terror de que fuera verdad.
—Cálmate por favor, los llamaré, lo haré pero necesitas tomar una ducha.
Ni siquiera llegue a escuchar lo que me pedía, no hice más que apretar mi vientre e ignorar el dolor que iba en un margen de 11 en un límite de 10, quería arrancarme este sufrimiento, era como si me envenenara por dentro y yo estuviese agonizando.
Damien me tomo en brazos y me llevo hacia la ducha, donde me pidió que me diera una baño rápido en lo que llamaba a la ambulancia, hice lo que me pidió, me quite la ropa y deje que el agua caliente tratara de quitarme la rigidez del cuerpo pero era inútil, me estremecía sin cesar, estaba pegada a la pared para no estar todo el tiempo inclinada por el malestar hasta que una sensación más caliente que el agua se sintió entre mis piernas.
ESTÁS LEYENDO
Oscuros Encantos©+18 [COMPLETA]
Fiction généraleDamien Westermann es obsesivo con el orden, tiene un carácter explosivo, goza de un poder que le gusta proyectar a la mayoría de las personas que lo rodean y no parece tener ningún defecto; su apariencia le ha ayudado a conseguir lo que quiere pero...