Damien Westermann
Le di un gran apretón de mano a mi abogado al salir del juicio, se había ganado una muy buena paga por lograr que el jurado y el juez me libraran de cualquier culpabilidad en el caso, era un hombre libre. Ya no tendría que preocuparme por este problema, finalmente solo me concentraría en Katherine, dios, era como el recibir un juguete nuevo que deseas abrir para estrenar con urgencia.
—Gracias por todo, Howard, hiciste un gran trabajo —di una minúscula sonrisa.
Asintió orgulloso de si mismo con una postura erguida.
—Es mi trabajo señor, son muy buenas noticias y usted puede estar tranquilo, todo salió a la perfección, ahora solo concéntrese en las prioridades de su vida, su prometida y su hijo.
Mi ánimo descendió en un instante, no me gustaba que me lo recordaran, lo odiaba demasiado que todo se echaba a perder cuando lo escuchaba y esto no fue la excepción. No fingí delante de Howard así que relacione mi cambio de humor con el asunto de Robert McGrath.
—Necesito saber si ya esta arreglado lo de asunto de McGrath, quiero su despido cuanto antes.
—Ya arregle eso también, señor, no se preocupe.
Perfecto, las cosas estaban saliendo mejor de lo que esperaba.
—Entonces mantenme al tanto de eso, no quiero perder detalles.
—Eso es seguro.
Me despedí de él una última vez y subí al auto, tenía que planear los boletos hacia Grecia, todavía no los reservaba, también tenía que traer mi traje de bodas porque aunque no me gustara recordarlo, el gran día era mañana.
Katherine Weber
—¡Lauren! Necesito ayuda, ¡Ven!
Ella corrió desde el otro extremo de la habitación del hotel con el vestido de dama que había escogido para ella porque aunque era una boda pequeña e íntima, Lauren era mi mejor amiga, como una hermana para mí, era la única familia que me quedaba y le pedí que estuviera conmigo en este día tan importante de mi vida. Ella no sabía de mi embarazo porque no viviríamos en Nueva York, recién se terminara la boda nos iríamos a vivir a Grecia, lo que me alejaba de ella y no quería ilusionarla al decirle que sería tía si no iba poder ver al bebé en cuanto naciera.
—Necesitamos ajustarlo de atrás —le avisó a una de las costureras que estaban con nosotras en la habitación, Chloe estaba conmigo y también mi maquillista, todo era un caos, sin duda había sido la mejor idea el decidir arreglarme en un cuarto de hotel que en el departamento de Damien, aunque estaba grande no me parecía correcto meter a tanta gente.
El vestido era maravilloso, no podía esperar a ver la reacción de Damien en cuanto me viera pasar por el altar, quería grabarme esa sonrisa suya en cuanto me viera hermosa, destellante porque sería suya y el oficialmente sería mío. Podía imaginármelo tan atractivo, apantallante, todo ese ser precioso sería mío por siempre, su cuerpo de adonis reposaría a mi lado cada mañana y cada noche, que locura el imaginármelo porque jamás creí que una persona tan humilde como yo fuese a robar su corazón, que se fijara en mí me seguía pareciendo tan irreal.
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Oscuros Encantos©+18 [COMPLETA]
General FictionDamien Westermann es obsesivo con el orden, tiene un carácter explosivo, goza de un poder que le gusta proyectar a la mayoría de las personas que lo rodean y no parece tener ningún defecto; su apariencia le ha ayudado a conseguir lo que quiere pero...