No tan super [Fanfic] [Yaoi]

Capítulo 4

El Daily Planet de Gótica estaba pronto a inaugurarse. Clark observó la gran oficina que pronto sería suya. Se sintió orgulloso. ¿Quién diría que el joven Kent, hijo adoptivo de los Kent en Villa Chica, lograría tal logro? No dejó de sonreír, cuando atendió su móvil.

-¿Sí? –respondió.

-Vaya, ¿estamos felices por algo Clark? –preguntó Bruce al otro lado de la línea.

La sonrisa pronto desapareció, para ser reemplazada por una expresión de sorpresa y shock.

-Clark, ¿estás allí? –la pregunta brotó, sugerente, seductora.

-Sí señor Wayne.

-Y seguimos con lo de señor Wayne –contestó Bruce con diversión-. ¿Acaso tengo que darle de nalgadas para que me llame por mi nombre? –Clark se ruborizó, porque de hecho se lo imaginó.

-Tal vez Bruce –abrió mucho los ojos al darse cuenta que, en realidad lo había dicho.

Bruce sin embargo, se había quedado lívido. Se pasó la lengua por los labios y una mano por el cabello. ¿Acaso Kent acababa de desafiarlo?

-No me tientes Clark –Kent sonrió, genuinamente divertido.

-¿Cómo consiguió mi número? –le preguntó, intentando calmarse.

-Se lo dije. Yo lo controlo todo ¿qué te hace creer que no conseguiría tu número?

-Eso es casi demencial –aventuró Clark. Se dijo que, de pronto podría intentar vencer a Bruce en su mismo juego.

-Puedo serlo cuando se necesita.

-Ahora que recuerdo su entrevista, usted controlaba todo lo que era suyo señor Wayne –Bruce detectó hacia donde iba la conversación, y pareció sorprendido por la actitud de Kent-. ¿Acaso es usted dueño de la compañía telefónica? –Clark se dio un palmazo en la frente. ¿Qué quería lograr con eso?

-De hecho sí, Clark, lo soy –el reportero se quedó mudo. Claro que lo era-. Pero, mis intereses son más... personales.

-Bruce si no te conociera, diría que estás coqueteando conmigo –lo había dicho. Y se sintió genial, al menos antes de que un calor se apoderara de todo su cuerpo y éste comenzara a temblar de nerviosismo y excitación.

-Tal vez no me conoces Clark –Bruce estaba más que divertido. De hecho estaba excitado, y eso se notaba en su erección.

Clark había tomado una nueva faceta. Una en la que él demostraba que también podía jugar.

-Me parece que no he tenido una oportunidad de conocerlo a fondo –Clark insinuó esa última palabra, mucho más sugerente de lo que le hubiese gustado.

Sin embargo, meneó la cabeza; pensó que tal vez Wayne no lo había notado. Pero oh, claro que lo había notado. Se había inclinado hacia delante y levantó su trasero, como si aquél hermoso hombre pudiera verlo.

-La gala Wayne es dentro de unos días, estás invitado Clark –dijo Bruce, intentando contener su excitación-. Espero que no faltes.

-No lo haré... Bruce –el nombre salió, ronco y delicado.

-Más te vale Kent, más te vale –dijo el millonario antes de colgar.

Clark suspiró. Se sentó, depositando todo su peso con estrepito, en una silla.

«¿Qué fue eso?» se preguntó. Había coqueteado abiertamente con aquél hombre y él le había correspondido... ¡Dios! Él le había correspondido.