Capítulo 20

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Barry sintió las manos de Hal infiltrarse por la camiseta. Su espalda comenzó a arder con el toque del piloto mientras ambos yacían acostados en la cama, compartiendo un beso apasionado. Allen enredó sus dedos en los rizos castaños de Hal, sintiendo la suavidad en sus yemas. Hal besó su cuello, acariciando la piel con su lengua al tiempo que intentaba recorrer cada parte de su cuerpo con sus manos.

El rubio sobó el pecho ejercitado de Hal y deseó poder tocarlo sin la tela de por medio. Como si leyera su mente, el piloto se despojó de la camisa liberando la piel. Sus miradas chocaron y se sonrieron, felices de que aquello estuviera pasando. Sus lenguas se enredaron en un beso tierno pero voraz.

-Ven aquí –Hal tomó a Barry con delicadeza y lo levantó.

Le quitó la camisa descubriendo el pecho pálido y firme. Hal comenzó a succionar los pezones de Allen, robando un suspiro de éste. El rubio sonrió mientras masajeaba el cuero cabelludo de Jordan. El piloto siguió bajando, pasando por el abdomen hasta llegar más abajo. Le despojó del mono de dormir, desnudándolo por completo. Le gustó ver el rubor en el rostro de Allen, quien pareció tímido y avergonzado.

-Eres mío ahora –le dijo con picardía.

Hal tomó el miembro con rapidez y acarició el glande con su lengua. Bajó, introduciéndolo todo hasta el fondo y quitándole el aliento al menor.

-Dios Hal...

Jordan continuó sin detenerse. Bajó sus pantalones con una mano y luego comenzó a masturbase lentamente, disfrutando de la acción. Pronto Barry se dio cuenta de lo que hacía, y lo detuvo.

-Espera... -se levantó con su miembro erecto y delicadamente hizo que Hal se recostara.

Observó el pene de Hal, rodeado por un poco de vello. Le gustó ver que era largo y grueso, pálido y con el glande brillante por unas gotas de pre-semen. Suspiró pesadamente antes de llevarlo a su boca y saborear el gusto salado y suave. Una exhalación brusca brotó de los labios de Hal que se llevó el brazo a la nuca. Observó la cabeza de Barry subir y bajar, y decidió ayudarlo, dirigiendo con su mano la velocidad con la que éste lo hacía.

-Maldición Bar...

-¡No maldigas! –dijo éste deteniéndose de pronto.

Hal lo miró algo sorprendido. Observó su rostro autoritario y el ceño fruncido. Suspiró por lo mucho que le gustaba ver ese lado demandante, aunque su orden no tenía mucho que ver con el sexo, pero aun así.

-¿Sabes qué? Es suficiente. Levántate –ordenó.

Barry lo hizo. Sintió un leve empujón de Hal quien luego, levantó su pelvis con su mano. Una sensación ardiente se instaló en el pecho del rubio quien recordó, oportunamente, el largo tiempo que había pasado sin tener sexo.

-¡Espera! –espetó-. Tal vez debería llevar el control.

Se miraron. El azul chocó con el verde y entonces, Hal sonrió con esa sonrisa pícara antes de decir.

-Como quieras, soy todo tuyo –se recostó llevando sus brazos a su nuca.

Barry se sintió embriagado de lujuria al admirar la visión de aquél hombre, ejercitado y endemoniadamente guapo, tendido en la cama con su pene erecto sólo para él.

-Oh dios... -comentó Allen.

Hal le pasó un bote de lubricante antes de guiñarle un ojo.

-Tal vez quieras darme un espectáculo para motivarme –el rubio sonrió sintiéndose un poco avergonzado.

Supo que tenía que hacer que Jordan se volviera loco. Así que vació un poco del contenido en sus dedos y los llevó a su trasero. Frunció el ceño y cerró los ojos; sus labios se abrieron ligeramente mientras exploraba su cavidad, preparándola para el monstruo que tenía enfrente. Hal suspiró, completamente excitado por el espectáculo que estaba presenciando.

-Está bien. Tienes tres segundos, si no vienes aquí, será a mi modo –Barry se alertó al oír aquello.

Se echó hacia adelante y posicionó su trasero cerca del miembro de Hal. Éste palpitaba, ansioso por la continuación. Jordan tomó las caderas de Barry y lo ayudó poco a poco a entrar.

-¡Ah! –gimió el rubio al sentir aquél pene entrar en él.

El piloto suspiró sobrecargado de lujuria. Entraba poco a poco en Allen y se volvía loco por ello.

-¡Santo cielo Barry! –susurró. La carne del rubio se pegaba a él, haciendo una presión que lo llevaba al límite-. ¡Estás demasiado estrecho!

Allen sabía que era verdad. Hacía mucho tiempo desde la última vez. Sin embargo, él estaba muy concentrado en disfrutar cada segundo. Aquél grueso pene se abría paso en él poco a poco, creando un espasmo de dolor y placer que lo hacía gemir.

Comenzó el vaivén lentamente, acostumbrándose al tamaño.

-Así es Bar, ya estamos –sonrió el castaño.

-Cielos Hal Jordan –susurró Barry.

El castaño abrió los ojos. Fue su nombre lo que despertó un instinto lascivo en él que combustionó una llama en su interior.

-Di mi nombre de nuevo –pidió.

-Hal Jordan –gimió Barry sonriente. También le gustaba la manera en que esas sílabas se deslizaban por su boca.

Pronto el lento vaivén fue ascendiendo.

-¡Sí Hal Jordan! –Allen se había desinhibido y ahora cabalgaba al piloto sin contemplaciones-. ¡Así es Hal!

-¡Oh Barry! –el rubio subía y bajaba demasiado rápido-. ¡Espera Barry, espera! –pero no lo escuchó.

El de ojos azules estaba perdido en su propio placer, bombeando aquella bestia en su interior, sintiéndolo deslizarse con rapidez en su interior, masajeando su punto más vulnerable.

-¡Hal!

-¡Barry!

Jordan se levantó abruptamente. Las piernas le fallaron, los músculos se contrajeron y su atractivo rostro se contorsionó con el paisaje del placer. Barry se detuvo cuando sintió una explosión caliente en su interior, que lo llenó por completo, arrebatándole un suspiro en el proceso.

-¡Vaya! –comentó Barry.

-Tú... estás demente – le dijo Hal con una sonrisa.

Barry se levantó, expulsando el pene de Hal llenó de semen, al igual que su propio trasero.

-Lo siento yo... no te escuché –dijo sincero.

-Me di cuenta –respondió el otro jadeante.

Observó el pene de Barry aún erecto.

-Creo que es mi turno –Allen intentó masturbarse pero Hal lo detuvo.

-Ah no, aún no.

El rubio se mordió los labios mientras observó a Hal masajear su pene, que recobró vida endureciéndose al instante. Jordan lo miró con sus ojos centelleantes antes de empujarlo contra la cama, poniéndolo boca abajo y exponiendo su trasero.

-Esta será una noche larga Barry –y entonces lo sintió dentro otra vez.

Barry rio juguetón. Halbombeó con rapidez, llenándolo nuevamente. Esa sería una noche larga, y ningunode los dos se estaba quejando. 

No tan super [Fanfic] [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora