YOU & I (Terminada - SIN EDITAR)

※Seis

Emma

Sus labios aún seguian en los míos, y parecía que ninguno de los dos tenía intenciones de separarse, y yo mucho menos quería que lo hiciera. Pero no todo podía ser tan perfecto, ya que el celular de Adam comenzó a sonar, con lo que parecían ser mensajes, y cortó cualquier tipo de magia que se había creado entre nosotros.

Se separó de mi con una mirada avergonzada, pero no importaba, él estaba aquí ahora, conmigo, eso era todo lo que necesitaba ahora.

—Debe ser mi mamá o algo así —dijo sacando su celular viendo quién le mensajeaba, pero su rostro cambió y se puso mucho más serio, pero más que seriedad, lo que había en su rostro era cierta culpa.

Era ella otra vez.

—¿Es ella? —guardó su celular sin siquiera responder y asintió— ¿Por qué te manda mensajes, por qué insiste?.

—No lo sé. —dijo exasperado, mirándome con seriedad y sinceridad a los ojos— Le dejé todo claro cuando se marchó, Emma. Hablo en serio.

—Pues parece que ella no lo entiende —me levante del sillón en donde estábamos, con el enojo a flor de piel nuevamente.

Estábamos tan bien, que venía ella, otra vez, a joderlo todo en menos de un minuto. No sabía qué pasaba, no sabía qué pensar ya. Ella tenía el terreno ganado si hablabamos de Adam, y eso yo lo tenía demasiado claro.

—No te enojes conmigo por ésto, yo le dejé claro todo pero no es mi culpa que ella siga queriendo hablar conmigo, Emma. —me siguió y entró conmigo a la cocina, intentando excusarse.

—Lo sé, sé que no es tu culpa pero... -me voltee para mirarlo y dejé caer mis brazos a mis costados— Es que ella es importante para ti, mucho más que yo. —me apunté— Y si ella sigue apareciendo, sé que ella ganará al final. Sé que si ella te dice que corras, tú lo harás. —el comenzó a negar con su cabeza mientras yo hablaba— No digas que no, Adam. Acaba de pasar lo mismo hoy. —miré sus ojos azules y éste me observó de vuelta, con una mueca dolorosa— Ella te pidió que te quedaras, y lo hiciste. Sólo lo pidió una vez y tu ni siquiera dudaste.

—Emma, no es así. —comenzó y se acercó a mi tomando mi rostro— Ella... Si, quizás si es importante, porque fue parte de mi vida durante más de cuatro años, pero eres tú quien está en mi vida ahora, no Beth. Quien me gusta eres tú, y con quien estoy justo ahora es contigo, cuando fácilmente pude haberme quedado con ella. —cerró sus ojos y pegó su frente a la mía— No importa si insiste en tener contacto conmigo, es cosa de ella, pero yo decido con quién estar, y quiero estar contigo. —besó mis labios y eso me hizo cerrar los ojos a mi ahora, queriendo disfrutar aquel beso y que sus palabras se quedaran grabadas en mi cabeza— Hoy, mañana, y lo que quiera el destino. Quiero estar contigo.

Y yo quería estar con él, pero me daba miedo que el fantasma de su pasado siguiera detrás de él, por más que él no quiera. Es algo que Adam no puede controlar.

—Tengo miedo. —dije en apenas un susurro, sintiendo como las lágrimas se volvían acumular en mis ojos— Tengo miedo de quedarme sola, que te vayas con ella y todas las palabras queden en eso al final, sólo en palabras. —me separé de él despacio y me alejé lo suficiente para​ poder mirarlo a los ojos de manera cómoda— Ya he pasado por esto antes, y sé como se siente que te dejen por otra persona, y no lo quiero volver a vivir porque ya estoy cansada de ser siempre yo quien sufre.

Él me miró, aún desde su posición y yo no sabía qué más hacer o decir. Ésto ya me había pasado, hace un año atrás todo comenzó exactamente igual que ahora.

Estuve con un chico por un tiempo, y luego llegó su ex y todo acabó, me dejó como si lo nuestro no hubiese valido nada, como si lo que yo sentía no fuera importante. Y no se molestó en darme explicaciones, un día me dijo que quería terminar, y al otro día estaba de la mano con su ex, así de simple. He tenido muy mala suerte si trata de chicos, siempre me fijo en el menos indicado, o cuando por fin me ha resultado, termina siendo peor de lo que imaginé, pero siempre la historia termina igual; yo llorando por un amor no correspondido.