YOU & I (Terminada - SIN EDITAR)

※Siete

—Y Emma, ¿Trabajas en el gimnasio? —la voz de mi tía Tay llegó a mis oídos y miré a la chica a mi lado.

Asintió— Si, hace unos dos meses que trabajo ahí.

—¿Y como se comporta Adam?, supongo que te ayuda. —yo la miré frunciendo mi ceño provocando que ella se largarse a reír.

—Si, me ayuda bastante. Bueno, a mi y a mi compañero.

Dijo Emma mirándome con una sonrisa.

El almuerzo pasó bastante tranquilo, y qué puedo decir, si Emma se llevó de maravillas con toda mi familia; pero había algo que no estába del todo bien, sentía algo fuera de lugar, y ese algo era cierta tristeza en mi pecho. Observé a mi familia unos segundos, y luego observé el columpio que colgaba en un árbol, al fondo del patio, ese en donde siempre mi tia Stephanie se sentaba por las tardes cada vez que venía de visita y el tiempo que vivió con nosotros.

Ella era la hermana de mi papá, y falleció hace unos tres años, bueno, en realidad se quitó la vida. Tenía problemas mentales y le daban crisis cada ciertos meses, estuvo internada y cuando pensamos que estaría todo bien, como antes, ella se ahorcó. Todo fue horriblemente trágico, un año antes mis abuelos por parte de mi papá, Stephen, murieron, y mi tía se vino con mis padres a vivir después de eso.

La extrañaba mucho, siempre me cubría de mis maldades y era ella quien me ayudaba a crearlas, era mi compañera de travesuras y una persona demasiado divertida y alegre, dejando sus problemas de lado. Aún no entendía por qué lo había hecho, por que se fue sin decirme nada o sin siquiera despedirse de mi. La conozco desde que tengo uso de razón, y la adoraba, ella era buena. Pero ya no estaba aquí, ella se había ido para siempre y yo jamás pude despedirme de ella.

—Adam, ¿Estás bien? —la voz de Emma a mi lado me hizo mirarla, dejando atrás aquel columpio y el recuerdo de mi tía.

—Si, sólo... Estoy bien —le sonreí sin mostrar mis dientes y me disculpé antes de levantarme de la mesa y caminar hasta el salón. Necesitaba estar solo un momento.

Solté un suspiro al saber que había traído recuerdos que aún me dolían, y es que la echaba mucho de menos. Ella más que mi tía, era una hermana mayor, con la que sabía podía contar para lo que sea.

Caminé por la sala, menos mal que estába alejada del ventanal del patio así que no podían verme, y tomé uno de los tantos cuadros que habían encima de los muebles. En éste salía yo, con mi tía y mi hermana; Emily tenía unos ocho años y yo trece más o menos, estábamos en la playa y mi tía estaba enterrada en la arena y sólo se veía su cabeza, mientras nosotros estábamos a cada lado con la sonrisa más grande que podías imaginar. Ella siempre nos dejaba jugar así, siempre​ se prestaba para ayudarnos en nuestras locuras.

—¿Quién es ella? —vi como la cabellera negra de Emma se puso a mi lado, y sus ojos miraban atentamente la foto que sostenía en mi regazo.

Limpié mis ojos y aclaré mi garganta antes de hablar— Ella era Stephanie, la hermana menor de mi papá.

—Se parece mucho a tu padre, tenía unos lindos ojos. —dijo tomando la foto y mirándola con atención— ¿Qué le sucedió?.

—Ella se quito la vida hace tres años, sufría de alguna enfermedad mental que jamás pude comprender, y jamás me explicaron tampoco. —negué con mi cabeza y solté un suspiro— Solía tener crisis cada cierto tiempo, y mis padres debían correr para llevarla al hospital, la sedaban un par de días y luego todo volvía a la normalidad, ella volvía a ser la misma de siempre. Pero ese día no fue así, ella se quitó la vida en casa de sus padres, se había escapado de aquí y fue la policía quien la encontró muerta.