I Hate You [KookGi]

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YoonGi

No estaba seguro de en qué momento me había dormido, Jungkook aún me mantenía junto a su pecho rodeado con sus brazos. Por mi ventana solo entraba un poco de luz, pero al no percibir ningún sonido supuse que era bastante tarde, al girar un poco mi cuerpo noté que mis manos ya no estaban atadas, pero en su sitio habían aparecido marcas casi moradas por la fuerza en que me ató.

Lentamente y sin hacer ningún movimiento brusco logre liberarme de los brazos de Jungkook, en cuanto me levante de la cama comenzó a moverse y me asusté creyendo que iba a despertar, pero después de unos segundos volvió a quedarse quieto. No quería permanecer ni un momento más en la misma habitación con él y me acerqué a la puerta con la esperanza de poder abrirla, afortunadamente al girar la perilla se abrió sin problema. En un segundo una idea creció en el interior de mi mente, la puerta de entrada siempre estaba abierta para que Namjoon o Jungkook salieran de la casa, aunque siempre permanecía vigilada, al asomarme por la escalera no pude ver a ninguna persona y sin pensarlo bajé las escaleras, abrí la puerta y salí corriendo lo más rápido que pude lejos de esa casa. El frio golpeo mi casi desnudo cuerpo, mi playera estaba rota y no había pensado en siquiera ponerme un par de zapatos, aun así, no me detuve. Todo a mi alrededor estaba cubierto por grandes árboles y maleza, no sabía en qué dirección debía correr, pero no podía detenerme, necesitaba huir de Jungkook y luego podría buscar a mi familia. Después de un tiempo pude ver que al bajar un pequeño barranco se encontraba la carretera, intente bajar con cuidado, pero al no tener más fuerzas en mis piernas termine rodando lo que restaba del camino, con dificultad y sosteniendo mis costados caminé lentamente hasta esa carretera en donde unas luces parecían acercarse. Por un momento me llené de miedo al pensar que se trataba de Jungkook, pero al verlos bajar del auto vi que se trataba de una pequeña familia y pude respirar con tranquilidad.

—¿Necesitas ayuda? —El hombre junto a la que supuse que era su esposa me tomaron de los brazos para evitar que cayera. —Sostenlo bien, parece estar bastante herido. —La mujer sacudió la tierra de mi rostro.

—Fui secuestrado, acabo de escapar. —Mi boca estaba tan seca que no pude decir nada más.

El hombre miro hacia todos lados asegurándose de que no hubiera nadie detrás de mí y rápidamente me llevo a su auto, su pequeña hija dormía profundamente en la silla para auto así que traté de no quejarme para no despertarla ni asustarla.

—Hay una estación de policía a unos cuantos kilómetros, ahí te ayudaran.

—Gracias. —Susurré casi sin voz y cerré mis ojos.

Cuando recuperé la conciencia el auto se estaba deteniendo frente a la estación, la oscuridad se había ido y una tenue luz avisaba que el amanecer estaba aquí, después de agradecerles entré a la estación, ningún oficial se acercó y fui yo quien tuvo que acercarse a uno.

—Necesito ayuda, fui secuestrado...

—Dígame su nombre y el lugar donde ocurrió todo. —Habló con voz calmada, casi pareciendo que no le importaba en lo más mínimo lo que acababa de decir.

—Mi nombre es Min YoonGi.

—Ahora dígame todo lo que ha pasado, sin omitir ningún detalle.

Le conté al oficial todo lo que había ocurrido durante estos meses, cada cosa que me hicieron y cada cosa que me obligaron a hacer, junto a los nombres de las personas que me llevaron ahí.

—Hasta donde entiendo en el último lugar en donde estuviste, fue una casa. ¿Cierto? —Asentí. —Podrías decirme si recuerdas algo que pueda ayudar a encontrar ese lugar, también sería bueno si pudieras decirme los nombres de las personas que te retuvieron en ese lugar. —Sentí una gran desconfianza al ver su reciente interés.

—No lo sé, nunca escuche ni un nombre, tampoco conozco sus rostros.

—¿Estás seguro? —Pensé hablar sobre Jungkook, pero me negaba a poner en riesgo a Jin.

— Si. — El oficial me miro con desdén y se levantó de su silla.

—Por la gravedad de tu caso necesito contactar a mis superiores, al no tener a ningún familiar que pueda resguardarlo le permitiremos permanecer aquí hasta que haya otro lugar al cual trasladarlo. —Haciendo un movimiento con la cabeza otro oficial que se encontraba detrás de mi tomó mi brazo.

—No puedo quedarme, mi hermano menor debe estar esperándome, solo les pido que me ayuden a llegar a casa.

—Tu casa dejo de ser un lugar seguro, puede que tu hermano ni siquiera este ahí, escapaste hace poco y quiero que estes consciente de que estarán buscándote, creo que no necesito decirte cual será el primer lugar al que irán, te quedaras aquí y no estoy pidiendo tu opinión. —Haciendo otro movimiento de cabeza el oficial que sujetaba mi brazo me arrastró hacia una oficina y cerró la puerta.