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 Ya era tarde y Yunhee estaba perdida en un barrio bajo, de esos en los que justamente no quieres estar de noche, ¿Y Taeyang? Ni siquiera le había llamado.

Yunhee se sentía tan decepcionada que comenzó a reconsiderar el haberse juntado con Taeyang, era incómodo pelear con él. Una parte de ella lo estaba odiando, pero otra no lo dejaba de amar.

Vio su mano derecha, de tantas veces que Taeyang había dibujado círculos en ella hasta parecía que tenía un gran círculo dere-chueco en ella tatuado.

Rio amargamente, justo hoy que Taeyang le había prometido fidelidad lo había roto, al parecer todos los hombres eran iguales, su padre, Seok Woo y Taeyang.

Cuando ya no pudo más se sentó en una entrada con escaleras de una casa, no importaba de quien fuera, sus pies la estaban matando.

Después de un rato con la cara entre sus manos algo le llamó la atención, unos pasos.

—Kim Seok Woo... —Susurró Yunhee.

—No creí verte otra vez, pero mira. —Dijo Seok Woo alegre. —. Te has puesto hermosa.

—Gracias, la verdad pensé lo mismo, pensé que te habías graduado de universidad. —Dijo Yunhee aun sin sonreír.

—Sí, pero como voy a ser dentista necesito mi especialidad, entonces estudio y trabajo. —Dijo explicando su encuentro.

—Eso es genial, entonces vamos en la misma universidad. —Dijo Yunhee levantando una esquina de su boca.

—¿Quieres pasar? —Preguntó Seok Woo. —. Pareces perdida.

—Sí, por favor.

Yunhee le explicó lo sucedido a Seok Woo y él le dijo que la chica que hablaba con Taeyang era su novia hasta ese día, pues justamente habían roto.

Todo era realmente sorprendente, el mundo era bastante pequeño. Seok Woo lucía diferente, ese aire de superioridad en él había desaparecido, ahora era un hombre, guapo, interesante y educado.

Yunhee realmente no había cambiado mucho, seguía siendo la misma muchacha torpe, bajita, con voz chillona e ingenua.

—Entonces viven juntos, ¿Uhm? —Dijo Seok Woo tomando de su café.

—Sí, apenas es nuestro primer día y empiezo a sospechar que no funcionará. —Dijo Yunhee viendo con firmeza la taza de café caliente.

—Mira, si necesitas apoyo o algo puedes contar conmigo, te prometo que te puedo brindar apoyo en cualquier momento. —Dijo Seok Woo con una sonrisa compasiva.

—Gracias, oye, ¿Podrías llevarme a casa o algo? Es que no sé bien donde es, sólo sé que es cerca de la universidad, son apartamentos. —Dijo Yunhee avergonzada.

—Son los únicos apartamentos cerca de ella, creo que sé dónde es. —Dijo Seok Woo poniéndose de pie.

—Gracias, llegando a casa puedo pagarte. —Dijo Yunhee alegre.

—No te preocupes, así está bien. —Dijo Seok Woo.

Cuando el taxi se detuvo, un hueco se hizo presente en el estómago de Yunhee, la verdad no sabía que seguía.

Se dio la vuelta y sonrió para Seok Woo.

—Gracias, Woo, nos vemos, te debo una. —Dijo despidiéndose de beso de Seok Woo.

Salió del taxi y se dirigió para su apartamento, ese si sabía dónde era, era el 123.

Cuando finalmente estaba ahí dudó en tocar el timbre. Pero lo hizo, esperó segundos y abrieron la puerta. La chica esa usando la ropa de Yunhee.

—¿Quién eres? —Preguntó de mala gana la chica.

—Soy la dueña de esa ropa. —Dijo Yunhee abriendo de golpe la puerta y entrando.

Podía ser torpe y cobarde, pero ver a esa arrastrada con sus ropas, en su apartamento y con su novio era el colmo. Forcejeó con ella y la sacó del apartamento, cerrando la puerta con brusquedad.

Taeyang salió alarmado, sólo con boxers. Yunhee no lo podía creer.

—¡Gyuri! —» Así que así se llamaba, ¿Uhm? «

—¿Qué? —Dijo Yunhee con sarcasmo. —. ¿Te olvidaste que vivo aquí, soy tu novia y esa era mi ropa? —Dijo Yunhee dolida.

—¡Taeyang oppa! —Se escuchó afuera.

Taeyang con enojo abrió la puerta.

—¡Oppa! ¡Me golpeó!

—Gyuri, por favor pasa, ve a mi cuarto y espera ahí un momento. —Dijo amable Taeyang.

—No tardes. —Dijo la tal Gyuri guiñando hacia Taeyang y dando una discreta mirada de burla a Yunhee.

—¿Sabes qué? Creo... Que fue un error. —Dijo Taeyang.

—Sí, ya veo, supongo que debe haber varias chicas con las que quieres coger antes de arruinar tu vida. —Dijo Yunhee con voz quebrada.

Entró a su cuarto y tomó otra vez sus maletas.

—¿Estás renunciando así? —Dijo Taeyang desesperado.

—¡No Taeyang! —Dijo Yunhee alterada. —¡Tú renunciaste a esto desde el momento en que me dejaste por una cualquiera! —Dijo Yunhee. —. ¿No vas a decir nada?

Taeyang miraba al suelo.

—Lo sabía. —Dijo Yunhee saliendo de la habitación.

Cuando ya estaba en la puerta, Yunhee aspiró una vez más el olor de Taeyang.

—¡Cuando no seas una maldita celosa podemos hablar! —Exclamó Taeyang, pero ya estaba afuera.

Por segunda vez en ese día experimentó ese sentimiento de miedo, miedo porque lo único que tenía en esa gran ciudad era Taeyang.

» Vaya que el amor es estúpido «

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❝Nothing Without You❞ SF9✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora