t h i r t e e n

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 Habían pasado tres meses del beso con Seok Woo, Taeyang no se había molestado en buscar a Yunhee y ella tampoco. Estaba triste, pero no podía dejar a Seok Woo, con quien había formalizado su relación al ir a hablar con su madre. Su madre se notaba que estaba muy desilusionada, pero no lo dijo, con sólo verle Yunhee lo supo. Ella tampoco estaba feliz, también estaba desilusionada.

Y otra vez estaba ahí, cruzando otra puerta con sus maletas, pero esta vez no estaba emocionada, ni feliz. Seok Woo era muy diferente cuando estaban a solas.

—¿Dónde dormiré? —Preguntó Yunhee suavemente.

Seok Woo se volteó y tomó a Yunhee de la cintura y ella sólo lo abrazó del cuello.

—En ese cuarto. —Dijo Seok Woo señalando el único cuarto en toda la casa, esta era más pequeña que la de Seulgi.

—¿Y tú? —Preguntó Yunhee.

—En ese mismo cuarto. —Dijo Seok Woo riendo.

Taeyang le había dejado tener su propia habitación, a pesar de ser una pareja de tanto tiempo ni siquiera habían tenido su primera vez y Taeyang lo comprendía y no presionaba a Yunhee.

—Pero ¿En la misma cama? —Yunhee abrió los ojos grandes.

—Si, ¿Qué hay de malo? —Preguntó Seok Woo enojado.

—Nada... —Dijo Yunhee sentándose en un sofá, pero al momento tiro por accidente un cuadro de una mesita al lado. —¡Oh! Perd... —La mano de Seok Woo se impactó en su cara, el golpe había sido muy sorpresivo y doloroso.

Yunhee tocó su mejilla y se levantó rápido, pero Seok Woo fue más hábil y la tomó del pelo.

—¡Seok Woo, para! —Dijo Yunhee llorando.

—¡Cállate estúpida! —Dijo Seok Woo volviendo a golpear a Yunhee.

Los golpes de Seok Woo siguieron, hasta que se cansó y la tiró al suelo, para después patear a Yunhee y finalmente dejarla.

—¡Recoge este desastre, inútil! —A eso me refería, Seok Woo golpeaba a Yunhee, era celoso, posesivo, machista y agresivo, demasiado intolerante.

Yunhee recogió todo y fue a la cocina, seguramente Seok Woo estaría molesto el resto de la noche.

Una de las razones para no dejar a Seok Woo era porque le había amenazado de muerte, él siempre hacía lo mismo, la golpeaba, estaba de malas un buen rato, la recompensaba y luego le decía lo mucho que la amaba y que iba a cambiar.

Extrañaba mucho a Taeyang, no lo había visto más desde esos días, la última vez que supo de él fue por Surgí, ella le dijo que lo vio fumando mota con un grupo de drogadictos de la universidad, de esos grupitos que se juntan para experimentar. Eso le causó más decepción y otra tonelada de tristeza.

En esos pequeños cinco meses su cuerpo ya estaba casado, lleno de moretones, la sangre arruinaba mucha de su ropa.

Necesitaba ir a la biblioteca para un trabajo de Lectura, así que entró al cuarto de Seok Woo con intención de pedirle permiso, pero él se hallaba dormido.

Limpió su nariz, se colocó cuidadosamente maquillaje, tomó un abrigo y salió, la biblioteca más cercana era después de dos estaciones de metro y un bus.

Cuando salía pensaba en las veces que ella y Taeyang paseaban juntos, tomados de las manos, sonriendo y hablando de cosas sin sentido. No podía seguir con eso, cada milímetro de su piel extrañaba a Taeyang, pero no podía volver con él, había dos impedimentos, seguro Taeyang no quería saber nada de ella y el otro era que Seok Woo no se lo permitiría.

El metro estaba que reventaba, pero de tantas personas que podían subirse en el mismo vagón se subió Taeyang, no podían evitar estar cerca. Yunhee estaba nerviosa por él y la cercanía de un tipo.

Taeyang verdaderamente no lucía bien, parecía cansado, triste y su aspecto se había deteriorado.

Arrancó el metro y todos se movían mucho, pero no se justificaba que el tipo agarrara sus piernas descaradamente, ella trataba de quitarlo, pero no podía. Yunhee estaba haciendo lo posible por no llorar ni llamar la atención, su cara se caería de vergüenza si alguien viera eso. De repente el metro frenó bruscamente y el pervertido tocó sus senos, fue ahí que Yunhee no pudo y soltó unas pequeñas lágrimas. Volteó a ver hacia arriba y se encontró con la mirada compasiva, ojerosa y demacrada de Taeyang.

Taeyang empujó de una manera brusca al tipo y prácticamente acorraló de forma protectora a Yunhee y ella no se podía sentir más a salvo.

Yunhee no podía estar más feliz, Taeyang le dio una pequeña sonrisa y ella correspondió, ahora ya no estaba nerviosa, ahora estaba agradecida de que entre tantas personas Taeyang y ella se hayan subido al mismo vagón.

Y por alguna obra maligna del destino ambos bajaron en la misma estación, pero Yunhee no quería hablar con él, aparte de que ambos compartían una apariencia demacrada y un presente turbulento, eso no era lo que la avergonzaba, sino lo que acababa de pasar.

—¡Yunhee! —La voz de Taeyang sonaba como una súplica, ronca y con muchos sentimientos, no como un simple llamado.

Pero aun así no volteó, simplemente siguió caminando, y justo cuando pensó que él se había ido la tomó de la mano. Tocó la mano en la que cientos de veces dibujó círculos, todavía estaba segura de que parecían tatuados a pesar de tanto tiempo ¿Y sus ojos? Eran lo mismo, sólo estaban disfrazados por ojeras profundas y un grado de melancolía profundo.

—Taeyang... —Dijo ella viéndolo con preocupación.

Taeyang sorpresivamente la abrazó fuertemente.

Yunhee estaba muy confundida, pero después de un rato correspondió y entró en llanto. Yunhee era una maldita llorona, pero al parecer Taeyang era el único que lo ignoraba y eso, eso era lo que valía.

...


❝Nothing Without You❞ SF9✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora