No puedo más.
Yo lo intento
pero no puedo más.
Me haces dudar tanto
que mi pobre corazón no lo soporta.
Se hace viejo cada vez
y en cualquier momento se desploma.
Y parece que poco te importa.
Se ve que a veces,
todo,
no es suficiente.
Vuelvo a vos una y otra vez
pero cada día te me alejas
y yo salgo corriendo una vez más en tu búsqueda.
Mis piernas ya se cansan.
Arden.
Los músculos están destruidos
pero mi alma y pasión son tan fuertes que sigo igual.
Ya no más.
Ya no más porque te pongo por encima
y me olvido de mi.
Me olvido de lo que es la vida sin el dolor que me provocas
y al que me volví adicta.
Estoy sola,
si.
Estoy sola para siempre
y desde el principio
y cada vez que las cosas se arreglan
es por vos,
pero vos mismo
también las destruyes.
Así que acá estoy,
en cenizas,
a pedazos,
amandote como nunca.
Me haces dudar.
Me haces doler.
Y no le das la importancia que en realidad merece.
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Cómo mirar atrás y revivir en el intento
Thơ caLa escritura del disfrute y no del deber. Todos mis poemas están en crudo. Porque me gusta el arte de lo puro del momento, de decir cómo y cuándo lo siento.