Ji o Chi

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Las duchas están llenas de mis feromonas y van afectando aún más a Maks con cada minuto que pasa. Él se encuentra sobre mí, gruñendo y olfateando mi cuello. Yo suelto gemidos mientras lo siento firme contra mi muslo y no puedo esperar a que esté en mi interior.

-¡Alto! -se escucha un grito que acaba con toda la atmósfera y después Yarel derriba a Maks. El gamma salió de la nada y aprovecha que el profesor está desorientado por el golpe para encerrarlo dentro del armario de la limpieza.

-¡No, no! ¡¿Qué haces idiota?! -me levanto como puedo para correr hacia el armario y abrir la puerta. Pero Yarel me toma de las muñecas, me aleja con mucha facilidad y luego apoya mi espalda contra la fría pared de una ducha.

-¡Abre la maldita puerta ahora! -Maks exclama desde el interior y yo tengo el impulso de moverme para liberarlo. Pero el gamma vuelve a detenerme -¡Si no lo haces juro que repruebas todas las materias! -él se oye molesto y comienza a golpear la puerta.

-Usted no está bien, sólo intente no romper nada. -responde Yarel con la voz temblorosa y luego me mira -¿Q-Qué querías hacer? Cam, responde. -él me toma de los hombros y mi cuerpo reacciona a su toque. Suelto un jadeo que hace que Yarel dé un paso hacia atrás, se ve asustado.

-Nos interrumpiste... -digo en medio de gemidos cortos -Ahora debes arreglarlo. -le pido y extiendo mi mano hacia él. No sé muy bien lo que estoy diciendo, el objetivo era el profesor Maksim. Pero Yarel lo arruinó todo. Ahora sólo me importa pasar mi celo con alguien, no importa quién sea.

-¡Que abras la puerta! -los gritos del beta se escuchan en el fondo mientras yo intento cautivar a Yarel con el aroma de mi celo. Entonces siento sus manos de nuevo sobre mis hombros y gimoteo de satisfacción.

-Tómame, por favor. -susurro estando cerca de su oído.

-Yo me encargo. -responde sonriendo de lado. Me parece una sonrisa falsa, entonces siento algo helado recorre todo mi cuerpo. Es la ducha que él abrió sobre mí.

-¡No, no quiero! ¡Está muy fría! -me muevo de aquí para allá pero Yarel me tiene bien sujeta y no me permite salir de debajo de la ducha.

-¡Es por tu bien! -responde al momento de detener mis puños cuando trato de golpearlo. Los minutos pasan y dejo de luchar al sentirme agotada, así que lentamente me deslizo por la pared hasta terminar sentada bajo esa lluvia helada.

-Gracias. -le digo a Yarel luego de calmarme, ahora que lo pienso mejor, pude enviar al profesor a la cárcel por muchos años si lo hacíamos, además no imagino que dirán mis padres si se enteran de esto.

-Ahora viene lo difícil. -lo escucho murmurar, entonces veo que toma una manguera, la misma que se utiliza para regar el césped de toda la escuela, y da unos pasos hacia el armario.

Para entonces la puerta del armario ya está a punto de ceder antes los golpes del furioso beta. Un par de patadas más y la misma cae al suelo, produciendo un gran estruendo, así el profesor Maks sale agitado del armario sólo para recibir un fuerte chorro de agua fría que lo empapa por completo.

-Espero que algún día me perdone por esto. -le dice el gamma mientras continúa con el potente chorro contra su cuerpo. Unos minutos después Yarel cierra la llave y el profesor Maks se pone de pie mientras toce y escupe mucha agua.

-¿Dónde... está ella? -pregunta mientras frota sus ojos, creo que no puede verme porque toda esa agua afectó un poco su vista.

-¿Mmm? No fue suficiente. -murmura Yarel y está listo para abrir de nuevo la llave.

-¡No! ¡Ya fue suficiente! -lo detiene el beta -Me refiero a que si ella está bien. -habla teniendo la respiración agitada, se sostiene por la pared y mantiene la miraba abajo.

Versión OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora