Tau [Especial]

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Unos meses atrás~~~~~~~~~~
–Pero mamá, no quiero ir. –me quejo teniendo mi cara contra la almohada. Mamá me despertó diciendo que es un día importante para mí, pero eso no es cierto. Hoy debo dejarlos y eso es terrible.

–Ya, arriba. Todos te esperan para despedirse. –me empuja y por poco casi caigo de mi hamaca.

–Pero... ¿Quién ayudará a mi padre a cuidar la tribu? ¿Y los niños? Tengo muchas historias que contarles aún y quería ver cuando Mili se quitara su diente de leche. –digo rápidamente mientras trato de bajar de la hamaca. Mamá ríe por mi torpeza y me ayuda a desenredar mi pie.

–Estaremos bien. Tú tienes una importante misión ahora. –ella besa mis mejillas como siempre lo hace y luego quita el cabello de mi cara –Debes estudiar mucho y aprender de los demás grupos ¿Si?

–¿Por qué?

–Así ellos también aprenderán de nosotros, hay rumores en las ciudades que dicen que los gamma somos sólo unos farsante. Es por eso que debemos demostrar lo contrario. –ella me habla con calma y sus ojos están fijos en los míos en todo momento.

–Pero puedo quedarme, no importa lo que los demás piensen de nosotros. –cuestiono bajando la mirada. No entiendo porqué debo dejarlos para ir a una ciudad desconocida –Además la tía me ha enseñado mucho, no necesito ir a una escuela.

–Claro que si. –su mano pasa sobre mi cabeza y ordena un poco mi cabello alborotado.

–No conozco a nadie. ¿Dónde dormiré? –intento hacer que cambie de opinión pero mamá parece decidida. Ella es la líder y todos debemos respetar sus decisiones.

–No te preocupes por eso, vivirás con tu tío. Él formó una familia lejos de esta tribu y le fue muy bien de hecho. ¿No quieres volver a verlo? Escuché que tiene dos niños como de tu edad. –habla ella sonriendo y sabiendo lo mucho que extraño a mi tío, además no sabía que tenía nuevos primos.

–Está bien, lo haré mamá. –asiento teniendo una sonrisa en mi rostro. Ella me da un abrazo y luego me lleva con los demás para que me despidan, estamos cerca de la ciudad y yo debo partir antes del atardecer.

–Cuídate mucho. –me dice papá dándome un abrazo, en poco tiempo tengo a todos rodeándome en un abrazo grupal. Hasta mi pequeña prima Mili está colgada por uno de mis brazos.

–Adiós a todos. Los voy a extrañar. –respondo con un gran nudo en mi garganta, quiero llorar.

–No lo reprimas. Si quieres llorar hazlo. –me aconseja papá, entonces lloro frente a todos ellos mientras continuamos el abrazo, no quiero dejarlos. Pero mamá lo dijo, tengo una importante misión.

Ese mismo día tuve que separarme definitivamente de mi familia, mamá me acompañó hacia una carretera que estaba a las afueras del bosque. Dijo que siempre estarían esperando por mi progreso y me dio un último beso en la frente para luego marcharse. Debía regresar con los demás.

Entonces me dispuse a continuar con mi viaje, dando los primeros pasos pude llegar hasta la ciudad más cercana –A ver... –la dirección dice que la casa de mi tío está entre las calles llamadas "Valles de las violetas" y "Lagos" Pero no tengo idea de dónde se encuentran esas calles.

Dejando de lado mi búsqueda de la dirección, me concentro en analizar en terreno. Me encuentro en medio de una gran ciudad, hay autos, edificios enormes y miles de personas caminan en las peatonales. Aquí no es como la tribu, todos nos conocemos pero aquí no conozco a nadie.

–¿A qué huele? –un aroma un poco dulce llega a mi nariz, doy unos pasos hacia adelante guiado por mi curiosidad y me topo con una chica en la parada de autobús. Ella no es como mamá, mi tía o primas. No tiene el cabello largo sino corto, a la altura de los hombros y también emana ese extraño pero agradable aroma como si fuera una flor silvestre.

Versión OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora