Capítulo 15

156 21 0
                                    

No ha parado de llover en toda la noche, los truenos se escuchan muy fuertes, nunca les he tenido miedo, pero pienso que tal vez porque nunca enfrenté una tormenta sola, mi abuela siempre estaba conmigo y eso me tranquilizaba. De vez en cuando el cuarto se ilumina con la luz de los relámpagos, según me comentó Lety, las tormentas eléctricas no son muy comunes en la Baja, pero tampoco son tan peligrosas. Lo que más me inquieta es que no sé si Ángel ha llegado o no. Hago un esfuerzo por ignorar la tormenta y trato de dormir.

-Emma- me dice Ángel al oído. Yo no respondo, solo toco su rostro. Debo estar soñando, porque acabo de cerrar los ojos y él no estaba, también llueve en mi sueño. -¿Me extrañaste?- pregunta él.

-Ajá- le digo sin pensar mucho en la respuesta.

-¿Sí?- pregunta él de nuevo, su boca se desliza desde mi oído a mis labios -¿Mucho?- me pregunta con sus labios pegados a los míos. Este va a ser un sueño interesante, pienso.

No estoy segura, pero creo que asiento con la cabeza.

-Ya estoy aquí nena- y me besa apasionadamente. Yo paso mis brazos por su cuello y lo abrazo contra mí. –Emma- susurra mi nombre y entonces empiezo a caer en cuenta que no estoy soñando. Se escucha un estruendo que cimbra hasta las paredes del cuarto y yo abro los ojos sobresaltada, Ángel está encima de mí. Suelto un grito que él ahoga rápidamente con sus labios.

-Soy yo, soy yo- me aclara para tranquilizarme. – ¿Esperabas a alguien más?- me pregunta sarcásticamente.

-No, solo me asustaste. Pensé que era un sueño- le respondo, empujándolo hacia un lado.

-¿Creías que estabas soñando conmigo?- me pregunta divertido.

-No ¡Ya cállate!- le digo, aun confundida y apenada porque quedé al descubierto.

-Por eso me correspondiste el beso- me acusa divertido. -No necesitas soñar para disfrutar de mis besos- me dice coquetamente.

-Ya déjame dormir- le digo tratando de sonar molesta, pero la verdad es que la risa me gana. Le doy la espalda. Es tan raro no sentirme molesta con él, pero se siente bien.

-¿Te asustan las tormentas?- me pregunta divertido.

-No- le contesto de mala gana. -Un poco- reconozco.

-Ven- me dice acercándome a su cuerpo, me abraza por la espalda. Siento su torso musculoso y desnudo pegado a mí.

-¿Dónde estuviste todo el día?- le pregunto, para tratar de distraerme de lo que estoy sintiendo al tenerlo cerca. -Se escucha horrible la tormenta- le comento.

-Arreglando unos asuntos. Pero me moría por regresar- me dice al oído. -¿Escuchaste mi serenata?- me pregunta burlonamente.

-Sí. Qué bueno que no te dedicas a cantar- le respondo. Él ríe.

-¿Y porque no te asomaste?- me pregunta.

-Si lo hice, pero no me viste- le aclaro.

-¿Por qué no me dejaste saber que estabas escuchando?- reformula la pregunta.

-Porque estaba enojada contigo- le respondo.

-¿Estabas? ¿Eso significa que ya me perdonaste?- me pregunta.

-No me gusta que estés tratando de controlarme todo el tiempo- le digo.

-Obedéceme y dejo de tratar de controlarte- me responde.

-Ángel, no tengo ganas de pelear, quiero dormir- le aclaro.

-Bésame y te dejo dormir- me dice, me voltea hacia él.

Un Ángel para Emma 1era Parte ✓✓ (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora