Capítulo 19

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El aire sobre mi rostro se siente liberador, está por terminar el mes de Octubre y ya se siente que la temperatura ha bajado considerablemente, así que cuando Ángel y yo salimos a correr en motocicleta, tengo que vestir una chamarra. Damos vuelta alrededor del rancho, aún no se anima a sacarme a carretera y no creo que lo haga, al menos no pronto, no quiere arriesgarse a que alguien nos vea.

Se ha vuelto extremadamente cuidadoso al salir, siempre manda a dos o tres hombres a revisar que no haya nadie en los alrededores. Se va solamente con el personal necesario y los que se quedan, deben estar incluso más alerta que cuando él está aquí.

-Tienes que inclinar levemente tu cuerpo para el lado contrario al que girarás- me explica él. -Solo levemente, para mantener el control de la moto- me instruye.

Llevamos algunas semanas con las clases, pero él es tan protector, que duramos una semana en el encendido y el uso de los frenos. Otras dos semanas montando juntos en la misma moto. Para que me dejara manejar sola tuve que demostrarle que tenía la suficiente fuerza para mantener la moto andando. Aun así, insiste en que no acelere demasiado. Sobre todo después de que me caí aparatosamente, debo considerarme afortunada de no haberme fracturado.

-Necesito correr de verdad, saber lo que se siente acelerar al máximo- le digo cuando me detengo.

-Vamos a tomarlo con calma, ya has mejorado bastante, pero en este terreno ir a 60 Km/h por hora es más que suficiente- me dice.

El sol se está ocultando, así que ya es hora de volver a la casa. Lety ha bajado bastante la intensidad del entrenamiento, aunque aún me obliga a mantenerme en forma. Siete meses de entrenar todos los días han dado resultado en mí. En combate "vale todo" he derribado a Lety varias veces, al igual que a Beto. A Ángel también algunas, pero sospecho que solo porque me ha dejado hacerlo, es muy bueno luchando, a pesar de que solo lo hace por entrenamiento, o eso creo, sigo desconociendo lo que hace cuando sale del rancho.

También mi puntería ha mejorado bastante, acierto la mayoría de los tiros que disparo durante la práctica. Puedo armar y desarmar mi pistola hasta con los ojos cerrados, claro que no lo hago ni de cerca en el tiempo que Lety, pero ella me asegura que algún día la superaré. Me estuvo enseñando a disparar la AK-47, al principio se me dificultaba demasiado fijar mi objetivo, pero entre más practicaba, más se me facilitaba. Sigo prefiriendo mi pistola. Además, debo confesar que me encanta como me miro cuando la traigo cargada en la cintura.

-¿Estas bien?- le pregunto cuándo vamos caminando hacia la casa.

-Sí. ¿Por qué no habría de estarlo?- le dice él.

-Te he notado diferente- le hago la observación.

Últimamente ha estado un poco distante, ensimismado, sobre todo cuando está conmigo. Cada vez duerme menos y se le empieza a notar una sombra bajo los ojos, a veces cuando despierto en mitad de la noche, lo encuentro asomándose por la ventana, o hablando por celular, juraría que hace un par de semanas lo escuché hablando inglés, pero cuando le pregunté, me dijo que probablemente estaba soñando porque él no domina ese idioma.

-¿En qué forma?- me pregunta él.

-Estas como ausente. Con los muchachos te veo concentrado y activo, pero cuando estamos solos, parece como si estuvieras en otro lugar. No quiero sonar demasiado sensible o dramática, pero quiero que seas sincero conmigo, si sientes que esto entre tú y yo debe terminar, solo dímelo- le pido.

-¿Qué dices? ¿De dónde sacas eso?- me pregunta confundido.

-Quiero saber en dónde estoy parada y los planes que tienes para mí- le digo un poco apenada, en mi mente no sonaba tan estúpida esta confrontación. Lo que realmente quiero saber, es si me mataría solo para deshacerse de mí o me dejaría en libertad.

Un Ángel para Emma 1era Parte ✓✓ (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora