Capítulo 23

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-Emma, tienes que salir de aquí- me dice Lety en voz muy baja. Han pasado unas horas desde que colgamos la llamada.

-No, no voy a hacerlo- le digo decididamente.

-Tienes que salir de aquí, para darle una oportunidad a tu hijo- me recuerda.

-Mi hijo, se ha quedado sin padre. Nos hemos quedado solos. No sé si tenga la fuerza para sacarlo adelante, no sé qué tipo de vida podría darle- le digo con rabia.

-Sé que lo sacarás adelante, por Ángel- me dice ella. –Necesito que salgas de aquí sin mirar atrás, si no podemos salir las dos, déjame Emma. Sálvate tú, por él- me dice señalando mi vientre. Sé que para ella Ángel era como un hermano y salvar lo único que queda de él, debe ser importante.

-Está bien- le digo y un par de lágrimas ruedan por mis mejillas.

-Emma, la mochila que está debajo de la cama, es tu salida de este lugar, quiero que te la lleves y no te molestes en ver el contenido, hasta que estés muy lejos de aquí- me instruye. – ¿Entendiste?- pregunta. Yo asiento. –Las llaves de la camioneta están en el buró, trataré de darte tiempo para que te subas, pero si no lo hay, quiero que corras y no pares hasta que estés segura y escondida- me pide.

-¿Pero cómo nos vamos a soltar?- le pregunto.

-Yo ya estoy suelta. Pero si trato de liberarte, se darán cuenta. Mejor busca en la parte de atrás de la silla un tornillo, está un poco a la izquierda. ¿Lo encontraste?- me pregunta, yo asiento. -¿Se siente filoso?- me pregunta. De nuevo asiento. –Frota el tape lentamente, que tus movimientos no te delaten- me explica.

Empiezo a mover de arriba abajo, cuidando siempre no llamar la atención de los hombres, pero ellos están muy confiados y relajados, mirando la televisión. Aunque me lleva un rato, logro mi objetivo. No quito el tape de mi muñeca, por si acaso se les ocurre echar un vistazo, no se den cuenta que nos hemos soltado. Le lanzo una mirada a Lety, para que entienda que ya está hecho.

-Necesito ir al baño- dice ella en voz alta. Los hombres se miran uno al otro. Genaro le hace una seña a Iván para que sea él quien la lleve. Así que, se acerca hacia nosotras. Él la toma por el brazo izquierdo y la levanta violentamente.

Entonces miro a Lety actuar rápidamente, le da un golpe en la entrepierna y el hombre se dobla de dolor, lo desarma con facilidad y de una vuelta se pone detrás de él para usarlo como escudo. Genaro reacciona tarde, se pone de pie y le apunta a ella, yo ya estoy tirada a un lado de la cama, cubriéndome. Busco rápidamente la mochila y me la cuelgo en la espalda.

-¿Qué, cabrón? No que muy huevudo- le dice ella a Genaro. –Suéltala o aquí te quedas- amenaza. Él no se mueve. -¡Aviéntala a la cama pendejo!- le ordena Lety. Finalmente él le obedece. Yo tomo rápidamente su arma y le apunto.

-Te vas a morir puta- le dice Iván.

-Pero tú te vas primero cabrón- le responde y le dispara en la cabeza.

No permito que eso me afecte, cualquier movimiento en falso y Genaro puede tomar el control de nuevo y no lo voy a permitir. El cuerpo de Iván cae pesadamente al piso y él ni se molesta en dirigirle una última mirada a su compañero.

-Empieza a hablar cabrón- le dice Lety. -¿Qué pasó? ¿Cómo dieron con Ángel?- le pregunta ella.

-¡Chinga tu madre perra!- le dice Genaro. Lety le dispara en la pierna y él grita de dolor.

-¡No grites!- le ordena ella acercándosele. –Empieza a hablar, porque el siguiente va en los huevos cabrón- le advierte poniendo el arma en sus testículos. La amenaza resulta muy efectiva porque Genaro empieza a hablar.

-Chegoyo anduvo buscando la manera de vengarse de Villanueva, un día Vargas llegó a proponerle una sociedad. Chegoyo mataba a Ángel y Vargas pasaba a asumir el mando- empieza a relatar él, su voz es agitada, por el dolor en la pierna, Lety hace presión en la herida con la punta del arma y él suelta un grito de nuevo.

-¡Sin gritar maricón!- le ordena ella. – ¡Sigue hablando!

-En el primer intento fallaron y Ángel empezó a desconfiar de Vargas, así que había que darle tiempo a que se calmaran las cosas, cuando ya íbamos a dar el segundo golpe. Nos lo cancelaron de repente, recibimos el "pitazo" de que el Conquistador venía y a Vargas se le ocurrió matar dos pájaros de un solo tiro, así no iba a tener que reportarse ante nadie- relata él.

-El nacimiento de una nueva organización- dice Lety en voz baja. Yo no tengo la misma agilidad mental para el crimen. -Quitando al Conquistador de en medio, la organización pierde el control de esta zona. Así Vargas puede trabajar por su cuenta, con los contactos y clientes que Ángel consiguió- me explica ella. –Es un golpe arriesgado, pero de funcionar como es el caso, es muy beneficioso- comenta.

-Después de todo Vargas no es tan pendejo- agrego yo, recordando lo que ella me relató en la mañana.

-Fue un golpe limpio, bien planeado, Vargas nos pasó toda la información con mucho tiempo. Nos informó de la cantidad de hombres y nosotros tuvimos meses para reclutar el doble- dice Genaro burlonamente. –No la vieron venir ¿verdad?- pregunta con una sonrisa de satisfacción.

-A ver si te sigues riendo cuando te reviente los huevos, cabrón- le dice Lety apuntándole de nuevo a los testículos. -¿Cómo dieron con nosotros?- le pregunta de nuevo.

-Le sacaron la sopa a un tal Chino y él les dijo donde podrían estar- le responde haciendo un esfuerzo por hablar claro.

-¿Qué pasó con el Conquistador?- le pregunta ella.

-Yo no entré al rancho, me dieron la orden de venir para acá, pero el plan era matar a todos- responde. Lety se me queda mirando, entiendo lo que está pasando por su mente, debemos salir lo más rápido posible, porque ya no hay nadie que nos pueda venir a ayudar.

-¡Adiós marica!- le dice ella apuntándole a la cabeza. Se escuchan dos estruendosos disparos, por un momento miro confundida, se supone que el arma que Lety usa trae silenciador, entonces me doy cuenta que los disparos salieron del arma que Genaro trae en la mano, la mía.

Sin tiempo a pensar más jalo el gatillo una y otra vez y miro como el cuerpo de Genaro se zarandea con cada impacto que recibe. Alcanzo a sostener a Lety antes de que caiga al piso y la bajo poco a poco hasta recostarla, la abrazo contra mí.

-Vete- me dice ella con el poco aliento que le queda. Su pecho está lleno de sangre. –Borra tu rastro, siempre te quiso limpia- me dice, refiriéndose a Ángel.

-Acabo de matar a un hombre- le digo con lágrimas en los ojos.

-No, yo lo hice- me dice y con la poca fuerza que le queda, me quita la pistola con la que maté a Genaro. Ella muere entre mis brazos.

No tengo fuerzas para levantarme, pero le hice una promesa. Limpio lo más que puedo la pistola ayudándome con el borde de la playera y la pongo entre sus manos. Tomo mi pistola de las manos de Genaro y echo un vistazo a la habitación. Me acuerdo de las pruebas de embarazo en el cesto del baño y recojo rápidamente la bolsa de la basura. "Borra tu rastro" me dijo ella, así que limpio torpe y nerviosamente cualquier objeto que pude haber tocado. Tomo las llaves de la camioneta y salgo de la habitación cargando la pequeña maleta y la mochila.

No hay nadie afuera, ni curiosos ni la policía, cierro la puerta dejando tras de mí cuatro cadáveres. Lo único que quiero es salir del hotel, enciendo la camioneta y salgo del estacionamiento, empiezo a seguir los señalamientos que indican el camino a Tijuana, aunque no sé si ir allá sea buena idea.

Me detengo en el primer contenedor de basura que veo y tiro ahí la bolsa de papeles y la pistola una vez que le he borrado mis huellas. Aunque es un regalo de Ángel, es también la herramienta que quito la vida de una buena amiga, una amiga que se arriesgó en todo momento por mí y por preservar el mayor regalo que Ángel me pudo haber dado: nuestro hijo.

================================================================================Hola, hola. Que emoción! Ya casi llegamos al final de Un Ángel para Emma...espero que estén disfrutando esta historia tanto como yo al escribirla. No se olviden de votarla, comentarla y compartirla...

Un Ángel para Emma 1era Parte ✓✓ (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora