Un amor en el Apocalipsis (10k)

Lara....

A la mañana siguiente me desperté abrazada a Tommy, el estaba dormido, decidí levantarme y ponerme de rodillas en frente suya para despertarlo.
-Tommy, despierta. -Le susurré mientras le acariciaba la mejilla para que se espabile.
-¿Ugh? Buenos días preciosa. -Dijo al abrir sus ojos y verme.
-Buenos días. -Dije sonriendole para después besarle.
*Con Tommy*
Ambos no cambiamos y bajamos donde se encontraban ya todos despiertos, nos sentamos a desayunar, yo me senté con Sara la cual tenía de la mano y al rato oímos la puerta de la casa, vimos que había alguien le algo en la puerta así que todos nos acercamos y abrimos la puerta preparando las armas por si era un Zombie.
-Tranquilos, no estoy infectada. -Dijo una chica rubia de ojos claros joven, la verdad parecía linda pero ni de cerca tanto como mi preciosa Sara, ella era increíble, perfecta.
Vimos que no estaba infectada y que tenía una pistola y un cuchillo, la verdad no iba muy bien armada pero tenía suministros.
*Con Sara*
-¿Que hacías sola? -Dijo Warren.
-Mi equipo murió. -Dijo la chica la cual no me daba buena espina.
-¿Hace cuanto? -Le pregunté.
-Unos días. -Me dijo ella.
-Genial puedes quedarte con nosotros. -Dijo Warren presentando a todos, ella le dió la mano y le dijo su nombre el cual es Lara a todos excepto a Tommy al cual se lanzó a darle un abrazo, no pude remediar sentirme celosa pero además aquella chica ocultaba algo, algo dentro de mi lo sentía. Cuando todos nos dispersamos vi que ella se quedó a hablar con Tommy, ella se le acercaba mucho así que me cabreé y decidí traerme a Tommy, también para decirle que no me fío de ella.
-Hola cariño. -Dije acercándome a Tommy para darle un beso sujetando sus mejillas con mis manos. -Ven quiero enseñarte algo. -Le agarrándole de la mano para llevarlo con migo, la chica se quedó con una cara no muy agradable. 
-¿Y eso? -Dijo Tommy riendo.
-Solo que no quería que estuvieras con ella.
-¿Estas celosa? -Me preguntó.
-¿Que? ¡No! -Le dije aunque se notaba que si.
-Oh vamos sabes que jamás te cambiaría y que eres perfecta Sara, te amo. -Me dijo para después darme un dulce beso.
-Yo también te amo Tommy.
Hablamos un poco juntos hasta que centramos nuestra vista en la chica.
-¿Sabes? No me fío de ella, no me da buena espina.