Mi hijo

Preocupado (IwaOi)

Akaashi estaba en su oficina terminando de leer unos archivos mientras esperaba que Bokuto fuera por él, conocía muy bien a su pareja y sabía que si le decía a un horario debía esperarlo al menos media hora después, con suerte.

Soltó un suspiro y sus ojos volvieron a centrarse en el reloj de pared que ahora marcaba las 19:55. Definitivamente podría terminar de leer aquel archivo antes de que Bokuto llegara. Giró la página dispuesto a seguir leyendo, pero unos golpes en la puerta de su oficina lo detuvieron. Sabía que su secretaria de había retirado hacía casi media hora y era difícil que alguien ajeno a la oficina llegará hasta allí a esa hora.

—Adelante —dijo levantando la voz para que lo escucharan.

La puerta se abrió y ante él se encontró a Iwaizumi Hajime. Su cabello castaño oscuro, casi negro, estaba peinado en punta como siempre y sus verdes ojos se centraron en Akaashi, con un suspiro se adentró en la oficina y se sentó en la silla frente al escritorio de Keiji.

—Hola Keiji —saludó acomodándose en la silla.

—Hola Hajime, que raro tu por aquí... ¿Teníamos reunión hoy? —preguntó Akaashi revisando la agenda del día, pues no era normal que su primo lo visitara porque sí en su oficina.

—No, no teníamos reunión ni nada... ¿puedes darme unos minutos? —la pregunta sorprendió al doncel, Hajime no se estaba comportando como siempre, parecía que había algo que realmente le preocupaba... en realidad hacía días que lo había notado así de extraño, pero Akaashi no era de meterse en los asuntos de los demás, a menos que se lo pidieran.

—Claro, Bokuto dijo que llegaría a las 19:45, así que tenemos media hora y puede que más —dijo con su tono calmado y una sonrisa intentando calmar un poco a su primo.

—Creo que... algo está mal... con —parecía que al castaño en verdad le estaba costando terminar esa frase—... con... Oi... Oi...

—¿Oikawa? —preguntó Keiji al notar la dificultad de Iwa, a lo que el castaño sólo asintió. Akaashi esperó a ver si su primo decía algo más pero como no lo hacía decidió indagar— ¿Por qué crees que algo está mal? —notó la duda en los ojos de Iwa, soltó un suspiro y continuó—... sé que te es difícil hablar de lo que sientes, en eso nos parecemos bastante... y como nos parecemos debes de saber que cualquier cosa que me digas solo quedará entre nosotros... hace días que note que algo te sucede...

—Hoy hace cinco días que no se nada de Oikawa... no ha llamado ni mandado mensajes —murmuró Hajime bajando un poco la mirada, era más que evidente la preocupación y tristeza en su voz...

—¿QUÉ?... No puede ser... estás jugando conmigo... ¿Estás jugando conmigo? —dijo bastante sorprendido Akaashi.

Iwaizumi suspiró profundamente y luego negó con la cabeza.

—Y eso no es lo peor... intenté llamarlo varias veces y siempre me da el buzón de voz y las veces que llamé a su oficina me dicen que está ocupado...

—Un momento, no puede ser... algo tiene que estar mal... estamos hablando de Tooru el molesto y muchas veces insoportable Oikawa Tooru... el que te llama cuatro veces al día estando aquí —dijo Akaashi poniéndose de pie y acercándose a su primo.

—Eso es lo que me preocupa, no concuerda con él... me está... evitando, no hay otra opción...

—¿No creerás que te está engañando? —preguntó el doncel sentándose en la silla al lado de Iwa.

—No, sé que no lo haría... ¿Recuerdas la última vez que nos peleamos?

—¿Como no recordarla? Prácticamente me secuestró para que lo acompañará a beber y terminó tan ebrio que intentó seducir a Bokuto y a Kuro cuando fueron por nosotros luego lloró hasta dormirse implorandome que no te dijera nada...