Fiesta 2

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Akashi Seijuro caminaba por el lugar con el pequeño Shoyo todavía en brazos. En niño le contaba sobre su nuevo colegio y cuánto le gustaba jugar con Tobio, Seijuro escuchaba atentamente con una leve sonrisa, sin desviarse de su camino, mientras las personas se corrían de su camino para dejarle el paso libre. Cuándo ya estaba a unos pocos pasos de la mesa donde estaban su padre, los rojos ojos de Seijuro se centraron en el escenario, más precisamente en la persona que cantaba y no pudo evitar pensar que ese doncel era realmente lindo y que su voz era totalmente encantadora. Recorrió aquel rostro a detalle, esos ojos chocolate eran hermosos y una sonrisa se dibujó en sus labios al ver la temblorosa sonrisa en aquel nervioso cantante.

—Tío ¿Estás bien? —la voz de Shoyo lo devolvió a la realidad y siguió su camino hacia la mesa.

—Si, solo estaba pensando… en que tengo que conocer a alguien —respondió en un tono suave antes de volver a mirar de reojo a aquel cantante, hacía mucho que una persona no llamaba su atención de esa manera.

—¡Shoyo! —la voz de mujer llamó la atención de ambos y en cuanto el pequeño pelinaranja volteó a ver se encontró con una mujer de cabello gris y ojos color chocolate que extendía los brazos para agarrarlo.

—¡Abuela! —dijo el niño antes de plantar un beso en la mejilla de la mujer mientras era abrazado por ella.

—Mi niño hermoso cada día más lindo —exclamó la mujer inspeccionando al pelinaranja con la mirada— ¿Y tu mami? —indago e inmediatamente el pequeño miró hacia atrás para ver a Suga acercándose.

—Hola mamá ¿Cómo has estado? —saludó Suga antes de abrazar a la mujer, quien inmediatamente dejo un beso en la mejilla del doncel.

—Hola cielo, no esperaba encontrarte aquí —dijo Kaede bajando a Shoyo, quien inmediatamente corrió hacia la mesa a saludar a su abuelo Masaomi.

—Ahh me invitaron hace poco —respondió Suga buscando con la mirada a Daichi, quien se había detenido a unos pocos pasos de él, le hizo una seña con la mano y el pelinegro se acercó con Tobio en brazos—, mamá te presento a Sawamura Daichi y su hijo Tobio…

—Ohh, Sugawara Kaede, un placer —saludo la mujer extendiendo la mano hacia Daichi, quien la sujetó con cuidado y deposito un suave beso en el dorso.

—El placer es mío, Suga me ha hablado mucho de usted —dijo Daichi con una sonrisa.

—Que bien, por que a mí no me ha dicho nada de usted —respondió Kaede mirando de reojo a su hijo.

—¡No empieces!

—Koushi ¡¿Qué imagen das de tu madre?! —exclamó centrando sus ojos color chocolate en su hijo.

—No se preocupe, también tengo una madre, que por lo que Suga me contó se parece a usted —comentó Daichi ampliando su sonrisa.

—Suga, hijo —la voz de hombre llamó la atención de todos y al voltear se encontraron con Masaomi que se acercaba con Shoyo en brazos.

—Hola Masaomi —saludó Koushi con una enorme sonrisa— ¡Cuánto tiempo sin vernos! —exclamó abrazando al hombre.

—Bueno si todo va bien nos quedaremos aquí por bastante tiempo, así que espero tenerlos seguido en casa, Shoyo es nuestro único nieto hasta que Seijuro o tu decidan darnos otro —comentó Masaomi mirando primero al pelirrojo que parecía bastante distraído y luego a Suga y Daichi—… Sawamura Daichi, hace mucho que no te veía.

—Akashi-san qué bueno verlo —saludó Daichi dándole un apretón de mano al hombre.

—No sabía que conocías a mi hijo —exclamó Masaomi mirando con una sonrisa pícara a Suga.

Mi hijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora