¿Por qué? ll

7.9K 774 365
                                    


—Me aterraba la idea de dejarte, pero temía mucho más por lo que ella podría hacer… de pequeño aprendí que con personas así no se juega porque harán lo que sea para conseguir lo que quieren, por alguien como tú madre yo perdí a mi padre y si se hubiera metido solo conmigo no me hubiera importado, pero mi madre no se merecía eso y tú tampoco —Satori hablaba muy rápido mientras su cuerpo no dejaba de temblar y Wakatoshi solo pudo abrazarlo con fuerza—… sé cómo te trató desde pequeño y no podía permitir que hiciera todo lo que me dijo que te haría —el doncel se aferró con fuerza al cuerpo de Wakatoshi , no quería soltarlo, no quería  perderlo, no quería  que ella lo lastimara… recordó los ojos de esa mujer y sus lágrimas brotaron con mayor intensidad—… su mirada me dió mucho miedo, esa mujer dijo que te haría lo mismo que a tu padre, estaba dispuesta a convertirte en un vegetal solo para alejarte de mi —dijo con la voz completamente temblorosa separándose un poco para mirar a su castaño, entonces acarició esas mejillas y dejó un corto beso en aquellos labios que tanto extrañaba—… te amo, por eso preferí estar lejos de ti pero saber que estabas bien… mi madre me comprendió y me ayudó, un profesor me había comentado de una beca en Francia, sólo tenía que llenar unos papeles y todo estaría listo, acepte y me fuí…  aproveché esos tres días que te ibas con el equipo… no podía mentirte o despedirme sin ponerme en evidencia, porque en verdad no quería dejarte —murmuró antes de secarse los ojos con las manos—… llevaba casi dos meses en Francia cuando comencé a sentirme mal y me enteré que estaba embarazado, entonces mi miedo creció, no quería que esa mujer supiera de mi bebé…

—Tranquilo, tranquilo, ella no hará nada… no permitiré que los toque a ninguno de los dos —murmuró el castaño antes de dejar un beso en los labios de Satori—… Debiste decírmelo en ese momento.

—Lo intenté cuando supe que esperaba a Tai, pero ella tenía demasiado control sobre tu vida, no había forma de que pudiera hacerte llegar un mensaje, tuve que mudarme  más de una vez y hace muy poco que volví a ser Tendō Satori… en Francia me encontré con Aone Takanobu, nos hicimos muy amigos y él y su madre me ayudaron en todo —agregó el pelirrojo casi en un susurro.

—Con razón era imposible encontrarte —dijo el castaño con un tono algo triste mientras acariciaba la mejilla del pelirrojo—… cuando volví de ese viaje de tres días y encontré esa nota “cuídate mucho, te extrañaré” no supe qué hacer, no entendía qué había pasado… hasta donde sabía estábamos bien, todavía tenía el chupetón que me habías hecho en el muslo cerca de la entrepierna —una pequeña risa se escapó de los labios del pelirrojo al escuchar eso, recordaba esa última noche que pasaron juntos y estaba convencido que esa noche hicieron a Taichi—… tu madre me evitaba y ninguno de tus conocidos sabía nada de ti… mi madre insistía en que conseguiste a otro y te largaste… contraté a alguien para que te buscará, localizaron tu pasaporte hasta Francia y luego ya nada, era como si la tierra te hubiera tragado en cuando pisaste ese país…

—Mi madre contactó a un amigo de mi padre en París y él me ayudó en todo, luego los Aone se encargaron del resto —murmuró Satori, se sentía culpable. Él había sufrido al irse, pero sabía que Wakatoshi probablemente había sufrido lo mismo o más que él, y con esa madre de seguro sufrió más.

—Me preocupaba que algo te hubiera pasado, pero por el investigador sabía que, al menos al llegar a París, estabas bien y era evidente que intentabas esconderte… intente seguir con mi rutina, mantenerme ocupado… pero mi humor se había ido al demonio y no mejoraba con el tiempo, volvía a estar solo, como antes de conocerte… mi juego se volvió más violento, no era feliz jugando —soltó un suspiro cansado—… no era feliz, punto.

—Por eso lo dejaste —afirmó el pelirrojo bajando la mirada por un momento.

—Si… decidí centrarme en el trabajo, me hice cargo de una empresa, luego otra y otra hasta llegar a ahora donde apenas tengo tiempo libre… mi vida es un asco, lo único  bueno fuiste tú y te perdí.

Mi hijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora